Capítulo 44. "Un hermano y una amiga"

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Cerró la puerta detrás de ella y pegó su espalda a esta.

Tenía los ojos cerrados y apenas había actuado lo suficiente veloz para correr y meterse a la casa junto a su hermana menor. Seguramente había dejado al pobre chico procesando la situación.

—¿Entonces eres bi?

Un jadeo de espanto salió de la garganta de la chica.

—¿Nairam? ¿Pero qué diablos te ocurre? ¡Me vas a matar de un maldito infarto! ¿Qué se supone que haces aquí? ¿Y madre? ¿Y... padre...?

—El viejo ya estaba dormido cuando llegué, sabes lo cansado que se pone, así que no escucho cuando llevé a mamá a la habitación, estaba medio inconsciente, así que la ayudé a subir.

—Vaya, me sorprende que ayudes —sonrió de forma irónica al soltar esa broma. Tan solo recibió una mirada de desaire.

—¿En serio, Celina?

—Ya, ya. Lo siento, era una pequeña broma... En realidad quería saber si podíamos hablar. —Apartó la mirada de forma tímida. Nairam resopló.

—Realmente no creo que haya mucho de qué hablar. —Celina volteó a verlo rápidamente al oír eso, y él se apresuró en aclararse —. Me refiero a que todo está bien. No hay mucho qué decir. Prácticamente todo fue mi culpa, así que solo quiero disculparme ¿sí? Trataré de mejorar, así que... No te preocupes demasiado. Sé que hiciste mucho por solucionar una parte de esta terrible familia.

Celina no pudo evitar su sonrisa de emoción. Y de la misma forma, no se limitó al momento de lanzarse a abrazarlo.

Claramente nunca habían sido una familia de muchas muestras de afecto, sin embargo el emotivo momento lo necesitaba.

—Muchas gra...

—No, gracias a ti. —Ambos sonrieron una vez que se separaron. —Pero ya, en serio, ¿eres bisexual?

La chica frunció la boca con pena.

—¿Cómo lo sabes?

—Bueno, siempre supe que tu relación con esa chica rubia no era de amigas, y era obvio que te atraía ella. Realmente pensaba que solo eras lesbiana, hasta que noté como mirabas al chico de esta noche.

Parpadeó mientras asimilaba la deducción correcta de su hermano mayor, a pesar de que no le preguntaba con inseguridad, sino solo para confirmar su teoría.

—Pues sí, en realidad sí. ¿Y Grace?

—¿E-eh? ¿Ella q-qué tiene que ver...?

—Ya que me preguntas por Alexander, yo quería saber de...

—Vaya, mira, pobre Avril, la has dejado durmiendo tirada en el suelo, debería cargarla hasta su habitación.

—¡Oye...!

—Ya la voy a dejar, ¡buenas noches!

Dejó a una Celina inconforme y frustrada, aunque a pesar de eso, la noche de la castaña era algo que nada podía arruinar ya. No con el recuerdo que seguía muy bien presente en su memoria. El recuerdo de un beso.

Aquel beso que compartió con otro castaño de ojos verdes...

Al día siguiente, ese mismo chico se hallaba despertando a media mañana, por causa de que había llegado a su casa a horas de madrugada.

—"No quería despertarte, espero que hayas disfrutado de tu cita. Salí a un mandado, vuelvo tarde. ¡Besos!"

Leyó en voz alta la nota, a pesar de que no había nadie que lo escuchara. Levantó la vista en plena cocina, y tiró a la basura el papel que había encontrado pegado al refrigerador.

Una hora después, caminaba junto al parque ya conocido. Había salido de su casa a dar un paseo, como ya empezaba a acostumbrar cada vez que tenía tiempo libre.

Esta vez, no divisó a la particular rubia en el árbol de la vez anterior, por tanto, se acercó y se paró en el mismo lugar que ella aquella vez. Observó el pasto y decidió tumbarse ahí.

Inhaló gran cantidad de aire, y cerró sus ojos buscando paz. Era reconfortante estar bajo la sombra de ese árbol.

Segundos después exhaló lentamente todo ese aire sin pensar en nada. Entonces oyó la respiración de alguien más, lo cuál lo hizo abrir los ojos.

Con cautela rodeó el árbol de forma lenta, hasta asomarse al otro extremo del tronco. Finalmente se dio cuenta de que la rubia sí estaba ahí.

—¿Rosalyne?

La susodicha abrió los ojos de inmediato con sorpresa. Rápidamente se viró a él y soltó un jadeó de lo inesperado que fue para ella.

—¿Q-qué haces a-aquí?

—¡No te alarmes! ¡Descuida! Ni siquiera sabía que estabas aquí, en serio. Espero no estarte molestando, yo, eh... Solo venía en un paseo cualquiera... —Apretó la boca con nervios, pero sobre todo con vergüenza. —Pero entiendo que tú estabas aquí primero, así que no quisiera incomodarte, en fin, puedo irme si es lo que tu...

—No, está bien —habló con velocidad, deteniendo el intento de Alexander por irse. El chico obedeció y permaneció ahí, pero al cabo de unos minutos empezó a ser raro e incómodo el ambiente. —Escucha, la verdad quería disculparme. Por lo de ayer, y por... Bueno, ¡realmente por todo! desde el inicio no he sido realmente muy... realmente nada sincera. Lamento arrastrarte sin opción a nuestro extraño grupo, y lamento todas mis actitudes bipolares y difíciles de entender. Siento muchísimo la forma en que te he estado tratando a ti y a Celina. Ya ni siquiera puedo recordar del todo mi comportamiento. Supongo que simplemente... Perdón.

Alexander prestó atención a cada palabra, para terminar formando su expresión de desconcierto e incredulidad.

—Bueno, yo... —. La verdad era que no sabía cómo reaccionar. Aquel día ni siquiera se había levantado con intenciones de lograr mucho, y sin embargo aquello lo había tomado muy por sorpresa. —Entiendo lo que dices, pero ¿no debería ser Celina con la que deberías disculparte?

Rosalyne apartó la mirada y escondió su semblante.

—No. Eso no es posible. Las cosas entre nosotras ya no son algo que se pueda remediar. Es complicado...

—¿Qué tanto?

La chica apretó la mandíbula, mientras la respuesta estaba clara en su mente. Respiro hondo y se recargó contra el árbol, poniendo una mirada perdida.

—Estoy dispuesta a hacer las cosas bien con un chico que no me hizo nada malo, y cuando aún hay tiempo de hablar. Pero es imposible arreglar una relación si ambas partes no están dispuestas. —Pausó con los pensamientos enredados. —Y te aseguro que ya le he causado suficiente daño a Celina. Además, confieso que no me veo tan dispuesta a volver a como éramos antes, ¿sabes? —Cerró sus ojos y en ese momento, incontables memorias la hicieron recordar todo lo que había sentido, en aquella época que había tenido, entre puros días de felicidad. —Celina, Valerie y yo comenzamos a ser amigas a principios del primer semestre...

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N/A: Ojalá hayan disfrutado el capítulo, gracias por su apoyo 💘✨

-H

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