Cap. 10

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Muchos años atrás, sintiendo curiosidad por la madre que lo abandonó, Joaquín había pasado horas en la biblioteca local leyendo entrevistas con Elisabeth Gress.

La mayoría estaban hechas durante la escandalosa aventura y posterior matrimonio con su padre, el entonces joven senador. En esos artículos, sus palabras eran cautelosas y seguramente ensayadas. Pero en las pocas entrevistas que había dado después de dejar a su marido y abandonar a su hijo de 3 años, Elisabeth Gress hablaba con total libertad.

Para Joaquín, un adolescente entonces, la cita más memorable era:

¿Porqué voy a sentirme avergonzada de que me gusten los hombres? El sexo es un ejercicio fabuloso y te deja la piel brillante. ¿Porqué no voy a disfrutarlo siempre que quiera?

Durante un tiempo. Joaquín fantaseó con la idea de adoptar esa filosofía, pero la práctica no le había gustado nada y desde entonces había desechado las ideas de su madre a favor de las suyas propias, mucho más conservadoras.

Una tarde con Emilio había cambiado todo eso.

A pesar de sus convicciones y de las dudas sobre las intenciones de Emilio Marcos, despertó a la mañana siguiente sintiéndose absurdamente satisfecho y feliz. Casi daba igual que apareciese ó no en la gala.

Estaba contento y tenía la piel brillante. Por primera vez en su vida sentía cómo si de verdad fuera el hijo de Elisabeth Gress.

Y todo gracias a Emilio.

Podría no aparecer en la gala esa noche, pero sobreviviría. Habiendo aprendido una lección más.

Pero ¿Y si aparecía? En fin, tampoco sería un problema.

Llevaba toda su vida bajo los focos debido a la carrera política de su padre y si había podido cenar con la realeza a los 11 años, podía encontrarse con Emilio en la gala.

Se mostraría amable, sonreiría y lo trataría amablemente. Seguramente eso era lo que había hecho su madre.

Era curioso que pensara tanto en una mujer a la que no había visto desde que tenía 3 años y que había muerto en un accidente cuándo tenía 10 años.

Aunque apenas la recordaba, Elisabeth había dejado una marca indeleble en su vida. Entre olvidar el pasado de su madre y hacer lo posible para no poner en peligro la carrera política de su padre, a veces Joaquín sentía cómo sino tuviera una vida propia.

Hasta el día anterior, cuándo en los brazos de Emilio se había olvidado de los 2.

Estuvo todo el día pensando en él... e intentando no hacerlo.

Por la tarde, cuándo llegó el momento de vestirse, estaba cansado de contemplar su futuro y pensar en el pasado.

Estaba listo para disfrutar de la noche.

Preparado para todo... salvo para lo que ocurrió.

Emilio estaba en la habitación del hotel, leyendo revistas económicas y repasando informes en su ordenador portátil

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Emilio estaba en la habitación del hotel, leyendo revistas económicas y repasando informes en su ordenador portátil.

Cualquier cosa para no pensar en Joaquín.

Incluso hizo lo inimaginable: apagar el celular.

Cuándo por fin volvió a encenderlo, vió que tenía 7 llamadas de Roy. Y, aunque no tenía ganas de hablar con él, no tenía más remedio que hablarle.

— Emilio, te había subestimado — lo saludó Roy.

— ¿De qué estás hablando?

— Cuándo dijiste que te acostarías con él en 1 semana pensé que era una broma, pero estaba equivocado. ¿Qué más puedo decir, aparte de que te debo 1000 libras?

— ¿Se puede saber de qué demonios estás hablando? —volvió a preguntar desconcertado, Emilio no entendia nada.

— De Joaquín Bondoni — respondió Roy inmediatamente —. Esa fotografía de los 2 en internet es toda una bomba.

— ¿Qué? — La respiración de Emilio se quedó en su garganta.

— Busca heading for the royalty.com — dijo Roy.

Mierda.

Emilio cortó la comunicación para buscar la página de internet... y allí estaba.

Había 2 fotografías, la primera en blanco y negro hecha unos 30 años antes del senador Bondoni con una mujer castaña que llevaba un vestido... algo parecido a lo que llevaría una bailarina de cabaret.

Emilio la había visto antes, cuándo buscó "Joaquín" en Google y sabía que esa foto había estado a punto de arruinar la carrera del senador.

Pero no era tan sorprendente cómo la que había debajo.

En la segunda foto también había un hombre con un castaño de escándalo. Pero, al contrario que la primera, ésta era en color. Y no tenía 30 años, la habían hecho 24 horas antes.

Era una foto de Joaquín y él besándose en el aparcamiento, el pelo de Joaquín alborotado, la camisa medio abotonada...

¿Cómo demonios habían conseguido esa fotografía?

Encontraría al responsable y haría que lo despidieran, pensó, furioso.

Lo demandaría, lo mataría, él mismo si era necesario.

Cuándo pudo calmarse un poco, leyó el pié de foto: Parece que de tal palo tal astilla.

Era un golpe bajo, desde luego. En el artículo mencionaban la entrevista que Joaquín había dado a American Personality, dando a entender que fingía esos valores tradicionales para tranquilizar a los votantes de su padre mientras, en realidad, se acostaba con unos y otros.

Soltando una maldición, Emilio tomó las llaves del auto.

No eran los paparazzis los que merecían la muerte, sino él.

Por idiota.



Buenas aquí les dejo capítulos nuevos

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Buenas aquí les dejo capítulos nuevos.

Espero les gusten.

Uyyyyyy se viene el escándalo para Joaquín

Nos vemos AlbertXioW.

Accidental Fiancé // Adaptación EmiliacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora