— ¿Prometidos? — exclamó Joaquín mientras se alejaban por el jardín —. ¿Cómo porqué se te ha ocurrido decir eso?— Sonríe — le advirtió Emilio —. Todo el mundo está mirando.
A Joaquín no le importaba quién los estuvieran viendo, Emilio había hecho el escándalo mas grande.
— ¿Se puede saber qué estás haciendo?
— Esa fotografía ha sido un desastre para tí, no para mí. A mí apenas se me vé y aparte de mi abuela, que me echará una bronca, a nadie le importa con quién me acuesto. Por otro lado, a tí se te vé claramente y sino me equivoco éste es año de elecciones...
— No tienes que decirme lo que significa — lo interrumpió Joaquín.
Sabiendo que estaban mirándolos. Emilio puso una mano en su espalda, pero el roce sólo sirvió para recordarle lo que había ocurrido el día anterior: la emoción de enterrarse en él, sus suspiros, sus gemidos.
Podía pensar en mil cosas que le gustaría hacerle en ese momento y disfrutar de una panorámica del lugar mientras todo el mundo los miraba no era una de ellas.
Pero eso no explicaba porqué había inventado que estaban prometidos. Lo único que sabía era que cuándo vió a Karol Sevilla lanzándose a su yugular había querido protegerlo a toda costa.
— Ninguno de los 2 había anticipado ésto, Joaquín. Lo que pasó ayer... — Emilio iba a decir que fué un error, pero se detuvo a tiempo —. Yo debería haber parado antes de que las cosas se nos escaparan de las manos. Fué culpa mía y acepto la responsabilidad.
— ¿Tú aceptas la responsabilidad? — repitió Joaquín, ofendido —. ¿Porqué, es que yo no soy responsable de mis actos? Soy un adulto.
— Sino lo fueras, lo que pasó ayer sería ilegal — intentó bromear Emilio.
— No estoy de broma y no te culpo a tí.
— Pero yo tengo más experiencia. Debería...
— Sí, pero yo tengo mis convicciones. Si alguien debería haber parado ayer, debería haber sido yo.
— No es una cuestión de convicciones.
— Me hicieron esa foto unos minutos después de haber tenido relaciones contigo, con un extraño. Yo creo que sí es cuestión de convicciones.
— No es para tanto...
Joaquín lo fulminó con la mirada.
— Hicimos el amor apoyados en la pared de una vieja casa —le recordó —. Delante de cualquiera que hubiera pasado por allí. En realidad, esa foto no refleja lo que ocurrió en realidad.
— Cierto, pero si tuvieran una foto peor la habrían publicado, te lo aseguro. Nadie más que nosotros sabe lo que pasó.
La imagen de lo que sí había ocurrido entre ellos apareció en su mente en vivo detalle. Emilio tuvo que hacer un esfuerzo, pero la borró. Lo último que necesitaba era excitarse. Ó peor, besarlo de nuevo.
Sí, eso sería genial. «Oye, Joaquín, hacer el amor conmigo ha destrozado tu vida, ¿pero hay alguna oportunidad de que volvamos a hacerlo?».
Joaquín parecía estar considerando sus palabras, probablemente buscando algún fallo en esa lógica. Pero, por fin, sus hombros parecieron relajarse.
— Tal vez tengas razón. Tal vez la foto que han publicado era la peor que tenían — le dijo convencido —. Pero, de todas formas, no sé cómo se me ocurrió hacer algo así.
— Cometiste un error, esas cosas pasan.
— No sólo cometí un error, cometí el error que puede destrozar la carrera de mi padre.
— ¿No crees que eso es exagerar un poco?
— No, no lo creo. Lo que yo haga no sólo dá una imagen de mí, sino de mi padre. Y el titular lo deja bien claro — Joaquín tenía lágrimas en los ojos —. Mi error ha hecho que la prensa desempolve fotos de mi madre. Es un desastre.
— Lo que hubo entre tus padres es el pasado. Si tu padre te culpa por eso...
— Mi padre puede no ser el mejor padre del mundo, pero es un gran político y hace muchas cosas por su país. Lo único que me ha pedido es que le deje hacer su trabajo y yo he metido la pata. Karol Sevilla ha creído lo que le has contado del compromiso, ¿pero qué pasa con los demás? Podrían estar dando la noticia en televisión ahora mismo.
Antes de que Emilio pudiera decir nada, el celular de Joaquín empezó a sonar.
— Genial. Un mensaje de la ayudante de mi padre — murmuró, alejándose unos pasos.
Cuándo volvió a su lado Emilio asintió con la cabeza.
— Tienes razón, no lo he pensado bien antes de decir lo del compromiso, pero es la primera vez que me relaciono con el hijo de un senador. No estoy acostumbrado a tener que controlar lo que hago y lo que digo. ¿Qué sugieres que hagamos ahora?
Joaquín lo miró, sacudiendo la cabeza.
— No voy a pedirte que soluciones ésto por mí.
— Yo no le pido a nadie que solucione mis meteduras de pata y...
— Yo no soy tu metedura de pata — lo interrumpió Joaquín, indignado.
Y él intentando convencer a la gente que eran una pareja de novios...
Pero tenía razón, Joaquín no era una metedura de pata. En cualquier caso, todo aquello era culpa suya. Él lo había espoleado, lo había retado sabiendo que tenía más experiencia.
¿Y porqué había hecho eso? Porque lo asustaba que aquel omega lo hiciera sentir inseguro.
Pero los motivos de Joaquín eran más puros; él hablaba sobre el bien del país y sobre la carrera de su padre.
Comparado con Joaquín, se sentía cómo un egoísta y un imbécil.
Emilio se enorgullecía de conseguir siempre lo que quería, pero esa determinación los había metido a los dos en un aprieto y tenía que solucionarlo.
Buenas aquí les dejo capítulos nuevos.
Espero les gusten.
Nos vemos AlbertXioW.
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Accidental Fiancé // Adaptación Emiliaco
FanfictionEmilio Marcos es un alfa «playboy» corredor de bolsa y Joaquín Bondoni es un omega «puritano» hijo de un famoso senador. Ellos se conocen en un bar una noche. Después de esa noche Emilio no podía olvidar a Joaquín. Estaba obsesionado por volver a a...