Emilio deslizó la lengua por sus labios, cómo pidiéndole que los abriera y sin pensar, Joaquín obedeció. Se perdió en el beso cómo si hubiera estado esperando ese momento desde siempre.
Pero ésta vez Emilio no se dejó llevar. Mantenía las manos en su cara, concentrando toda su atención en el beso, lento y sensual. Cómo si pudiera pasar el día entero besándolo. Y entonces, cómo había imaginado, oyó el clic de una cámara.
Los paparazzi habían llegado.
Joaquín se apartó de inmediato. Un minuto antes, Emilio estaba besándolo con tal pasión que apenas podía recordar su propio nombre. Y, de repente, eran el objetivo de media docena de cámaras.
Nervioso, lo único que podía pensar era: «¿Cómo pudo haberme pasado otra vez?».
Cuándo se levantó. Emilio se levantó también, poniendo una mano en su espalda. No parecía tan nervioso cómo él, de hecho, parecía absolutamente tranquilo.
Antes de que pudiera preguntarse porqué, el reportero de un canal de televisión local puso un micrófono en su cara.
— Es la segunda vez en 2 días que lo atrapamos en una situación comprometida, joven Bondoni. ¿Quiere comentar algo?
Un segundo reportero, éste menos amable, se abrió paso hacía ellos.
— ¿Son ciertos los rumores de un compromiso?
— Eso de «el ultimo buen omega de América » debe de haberlo molestado, ¿no? Dá la impresión de que se parece más a su madre de lo que nos había hecho creer — afirmó un tercero.
Joaquín parpadeó, la confusión dando paso a la furia.
Él era una persona tranquila, pero todo el mundo tenía un límite y sin pensar, alargó una mano, dispuesto a quitarle el micrófono al reportero para metérselo por... algún lugar recóndito.
Afortunadamente Emilio no había perdido los nervios y se apresuró a tomar su mano para ponerla sobre su corazón. Y luego, para asombro de Joaquín, soltó una carcajada.
— Nos han vuelto a atrapar chicos. Lo siento, pero no puedo dejar de tocarlo — declaro Emilio —. Imagino que lo entenderán.
A Joaquín le parecía que había hecho un milagro con Karol Sevilla, pero aquello era increíble. En los siguientes 15 minutos transformó a la manada de paparazzi sedientos de sangre en un grupo de cachorros.
Cuándo se marcharon, todos con una sonrisa en los labios, los había convencido de que estaban enamorados y sobre todo de que la foto del día anterior no era más que un beso entre 2 novios.
— No me lo puedo creer — hablo Joaquín sorprendido —. Los tenías comiendo de tu mano. No sé cómo describir lo que has hecho.
— Inteligente, brillante, inspirado — sugirió él.
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Accidental Fiancé // Adaptación Emiliaco
FanfictionEmilio Marcos es un alfa «playboy» corredor de bolsa y Joaquín Bondoni es un omega «puritano» hijo de un famoso senador. Ellos se conocen en un bar una noche. Después de esa noche Emilio no podía olvidar a Joaquín. Estaba obsesionado por volver a a...