Cap. 21 - Epílogo

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— ¿Alfa?

Joaquín llamó en la oscuridad con las mejillas rojas y los labios mojados.

— Estoy justo aquí Omega — contesto Emilio.

Dejando una bandeja con un poco de comida y agua.

Era la segunda noche del celo de Joaquín. El primer celo juntos cómo prometidos oficiales. Joaquín le había contado todo a Emilio sobre su último celo y lo mal que lo había pasado varios días antes. Diciéndole con la sinceridad que Joaquín siempre tenía, que no era necesario que lo pasaran juntos, Emilio se negó inmediatamente y se disculpó con él por haber sido un alfa idiota y dejarlo en un momento tan especial, incluso si aún no sabían ambos que estaban enamorados completamente.

Hsbísn pasado los días encerrados en el cuarto de Joaquín. Emilio se llevó una enorme sorpresa al descubrir el apetito sexual de Joaquín en el celo. Y es que había olvidado lo puritano que parecía cuándo se conocieron.

Ahora Joaquín lo miraba con ojos de deseo y Emilio disfrutaba cada momento. El inocente Joaquín se había escondido esos días y había dejado libre a un Joaquín más atrevido y Emilip no podia estar más enamorado de su omega.

En la noche del primer celo de Joaquín, Emilio descubrió que su celo se había sincronizado con él. Le había costado demasiado dejarlo sólo para ir por un poco de agua y comida, su alfa llamaba a Joaquín y no pensaba con claridad, pero tenía que ser un alfa responsable.

— Toma un poco de agua Joa — le dijo suavemente mientras se acercaba a la cama.

Joaquín instintivamente se acercó a él y suspiró.

— Te necesito — susurró sobre sus labios intentando montarlo de nuevo.

Emilip lo besó tiernamente, su alfa gruñó al sentir la entrada de Joaquín mojada y lista para él.

— Por favor... — soltó quedito Joaquín.

Emilio le mordió el labio y agarró sus caderas deteniéndolo un poco.

— Toma agua cariño — pidió de nuevo mirándolo a los ojos.

Los ojos de Joaquín brillaron en la oscuridad y asintió mientras tomaba el vaso que Emilio le ofrecía. Sin dudar lo agarró con ambas manos y empezó a tomar agua.

Emilio se introdujo en Joaquín justo cuándo regresaba el vaso a la mesita de noche. Fué una embestida dura y rápida, Emilio soltó un gemido sobre los labios de Joaquín.

Las caderas de Joaquín se mecieron sobre su miembro, mientras Emilio lo penetraba a un ritmo rápido.

— Te amo tanto — empezó a decir Emilio —. Cariño no sabes cuanto quiero morderte y reclamarte. Quiero que seas mío, sólo mío.

— Márcame — pidió Joaquín segundos después —. Alfa. Márcame.

Emilio lo besó profundamente. Joaquín se separó y puso su cuello frente a él. Brillaba por el poco sudor que tenía su omega. Sus colmillos salieron y rasparon un poco la piel, provocando un escalofrío en Joaquín.

Le besó el cuello, chupándolo un poco. Y justo cuándo llegaban a su orgasmo lo mordió. Clavó sus dientes en el cuello de su omega. Joaquín gritó envuelto de sorpresa y placer, el nudo de Emilio formándose en su interior.

Enmedio de todo el placer entendía el porqué los alfas mordían a sus omegas. El lazo se sentía mas íntimo, más personal. No podía explicarlo, pero juraba que era estar en el mismo cielo. Sintió a Emilio por todo su cuerpo y segundos despues sintió su lengua sanando la mordida, causándole más placer ante el toque íntimo.

Accidental Fiancé // Adaptación EmiliacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora