Cap. 17

457 55 92
                                    


La temporada de golf transcurrió en un remolino de fiestas y eventos sociales. Aunque Joaquín pasaba todos los veranos ahí desde que era un niño, nunca había estado tan ocupado.

Emilio y Joaquín pasaban juntos todos los fines de semana, pero rara vez estaban a solas. Y, aunque tonteaban descaradamente, nunca más habían vuelto a hacer el amor.

Pero Joaquín sabía que tenía un problema porque empezaba a enamorarse de Emilio. Su único consuelo era que el evento terminaría pronto y su vida volvería a la normalidad.

Antes de que se diera cuenta, llegó el día de la fiesta de compromiso y un ejército de decoradores y camareros contratados por el equipo de su padre aparecieron en la casa 3 días antes del evento.

Durante los últimos días de su falso compromiso apenas vió a Emilio, aunque seguramente era lo mejor porque, si se vieran, seguramente haría alguna estupidez cómo decirle que estaba enamorándose profundamente.

La noche de la fiesta, Joaquín se movía entre la gente, saludando a unos y a otros con una sonrisa en los labios. Después de toda una vida fingiendo ser el hijo perfecto del senador, nadie se daría cuenta de lo angustiado que estaba.

Desde que le presentó a su padre, un momento incómodo para los dos porque ninguno parecía saber qué decir, Emilio no se había apartado de su lado y su presencia lo animaba un poco.

Y cuándo el senador lo dejó para hablar con gente más «importante», se quedó a su lado.

— ¿Dónde se conocieron? — les preguntaba todo el mundo.

— En la fila de un restaurante de comida asiática, el favorito de Joaco — contestaba Emilio —. ¿Cómo se llama el sitio, cariño?

— Meyakiito — contestaba Joaquín feliz.

— ¿Y desde cuándo están juntos? — preguntaba otro.

— Desde hace 3 meses — mentía Emilio —. Al principio queríamos mantener la relación en secreto... hasta que nos descubrieron.

Por fin, alguien se atrevió a señalar que Joaquín no llevaba anillo de compromiso.

— Espero que no sean una de esas parejas modernas que no se molestan en pensar en los lazos cómo la mordida ó llevar alianzas.

Emilio sonrió a la chismosa que se había atrevido a hacer el comentario.

— No, señora. He decidido regalarle el anillo de mi abuela —respondió seguro Emilio —. Yo vengo de una familia humilde y aunque sé que Joaquín estaría orgulloso de llevar cualquier anillo, lo he enviado a la joyería para que cambien el sencillo lapislázuli por un diamante. Es una banda de platino que le regaló mi abuelo...

Cuándo Emilio terminó de describir el anillo de su abuela, la vieja chismosa tenía lágrimas en los ojos. Y no era la única. Joaquín tuvo que disculparse para que no le vieran los ojos llorosos cómo un tonto sentimental.

Sólo, con la espalda apoyada en la pared del cuarto de baño, apartó las pequeñas lágrimas de un manotazo. ¿Porqué lloraba por un anillo que no existía? Y el alfa que había inventado esa historia era tan falso cómo el anillo.

Oh, pero cuánto desearía que fuese real. Le gustaría tanto que Emilio fuera sincero. ¿Cómo sería ser amado por ese hombre y no seducido por el playboy?

Emilio era seguramente el primer novio de la historia que esperaba un «si le haces daño a mi pequeño onega, te mato» por parte de su padre

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Emilio era seguramente el primer novio de la historia que esperaba un «si le haces daño a mi pequeño onega, te mato» por parte de su padre.

Porque cuándo el senador Bondoni lo llamó para hablar con él en su estudio, esperaba que le dijera eso. Hasta aquel momento no había mostrado alegría alguna por el compromiso y Emilio sabía que su desinterés era muy doloroso para Joaquín.

¿Porqué no podía al menos fingir que estaba entusiasmado?

Pero cuándo el senador cerró la puerta del estudio y le sirvió un whisky, Emilio se dió cuenta de que no iba a decirle nada de eso.

— Imagino que ya sabes que mi hijo es un omega con mucho carácter.

Emilio apretó el vaso de whisky.

— Mucho carácter y mucha personalidad, desde luego.

— Tiene buenas intenciones, pero ya te habrás dado cuenta de que tiende a provocar a la prensa.

Emilio asintió con la cabeza, sin saber a dónde iba aquella conversación y conteniéndose para no decirle que de no haber sido por su propia indiscreción años antes, a nadie le importaría lo que hiciera ó dejara de hacer Joaquín.

El senador Bondoni se aclaró la garganta.

— La cuestión es que estamos en año de elecciones y les agradecería a los dos que intentaran evitar más escándalos en los próximos meses.

Emilio no sabía si soltar una carcajada ó darle un puñetazo, pero decidió dejar el vaso de whisky sobre la mesa e inclinarse hacía delante.

— Con todo respeto senador, es usted un idiota.

— ¿Cómo dices? — soltó el alfa desconcertado.

— Si le importase su hijo la mitad de lo que a él le importa su carrera, sería usted mucho mejor persona, se lo aseguro. Pero cómo no es así, deje que le diga un par de cosas: Joaquín jamás le haría daño a propósito. Y cuándo estemos casados, le agradecería que hiciera todo lo posible por alejarse de nuestras vidas.

Después de decir eso, Emilio salió del estudio, dejando al senador boquiabierto.

Tenía que salir lo más pronto posible de ahí. Porque tanto él cómo su alfa estaban a punto de perder la paciencia y decirle «idiota» al senador Bondoni sería lo más inocente que pasaría si se quedaba un segundo más con él a solas.

Sólo cuándo estuvo rodeado de gente otra vez se dió cuenta de lo que había hecho: había hablado con el padre de Joaquín cómo si de verdad fueran a casarse y unirse para siempre.

Durante unos minutos, había olvidado por completo que la relación era una mentira.

Y que esa mentira estaba a punto de terminar.




¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Seguimos........



Se viene el drama de la apuesta........😱😱😱😱


Ya estamos en sus capítulos finales.........


Hasta el próximo capítulo AlbertXioW. 

Accidental Fiancé // Adaptación EmiliacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora