Capítulo 3

98 4 1
                                    

―Me siento como un tonto―dijo Justin, echando una ojeada por la ventana en forma de diamante en la puerta entre la cocina y el comedor del club de Exalumnos del Colegio. Los candelabros habían sido encendidos y la cristalería había sido revisada.

Gary y él, estaban en la gran cocina de pie, las mesas estaban dispuestas con finas frutas y entremeses. Justin no tenía idea de lo que eran la mayoría de los entremeses o si iban a ser servidos de alguna manera especial. Esperaba simplemente que éstos y las copas de champagne se quedaran encima de su bandeja. 

Gary estaba luchando con su gemelo. La faja de su esmoquin alquilado seguía desenvuelta en su cintura, su velcro había fallado al pegar. Uno de sus zapatos negro brillante, de tamaño muy pequeño, estaba atado con un cordón de emergencia para zapatillas de color púrpura. Gary era un verdadero amigo, pensó Justin, de acuerdo a este esquema. 

―Recuerda, es buen dinero ―dijo Justin en voz alta—. Lo necesitamos para el encuentro con los de la Región Central. 

Gary gruño.

―Vamos a ver qué queda después de que paguemos los daños y perjuicios. 

― ¡Todo esto! ―respondió Justin con confianza.

¿Qué tan difícil podría ser realizar estas cosas por aquí?

El y Gary eran nadadores. Su equilibrio natural atlético les había dado el derecho para mentir cuando se entrevistaron con el proveedor. Este trabajo, fue pan comido. 

Justin cogió una bandeja de plata y comprobó su reflejo.

―No sólo me siento  como un tonto... luzco como uno.

―Eres uno―dijo Gary―, y quiero que sepas que yo no soy tan tonto como para creer tu mentira de ganar dinero para el encuentro con los de la Región Central. 

― ¿A qué te refieres? 

Gary cogió una fregona de espaguetis y la sostuvo así sus cuerdas esponjosas quedaron sobre su cabeza.

―Oh, Jus ―dijo con una aguda voz—, que sorpresa verte en la boda de mi madre. 

―Cállate Gary. 

―Oh, Jus, deja la bandeja y baila conmigo ―Gary sonrió y acarició la cabeza esponjosa de la fregona. 

―Su cabello no luce de esa manera. 

―Oh, Jus, yo solamente herede los rasgos de mi madre. Vamos a escaparnos y casarnos. 

― ¡Yo no quiero casarme con ella! Solo quiero que sepa que existo. Solamente quiero salir con ella. ¡Una sola vez! Si no le gusto, bueno...

Justin se encogió de hombros como si no le importara, como si fuera  el peor fracaso que el haya tenido en su vida y pudiera aparecer durante la noche. 

―Oh, Jus. 

―Voy a patear tú... 

La puerta de la cocina osciló abriéndose.

―Caballeros―dijo Monsieur Pompideau—. Los invitados de la boda llegaron y están listos para ser servidos. ¿Podríamos ser tan afortunados de que ustedes dos experimentados chicos estén disponibles para ayudar a servir? 

― ¿Está él siendo sarcástico?―preguntó Gary. 

Justin rodó sus ojos, y se apresuró a unirse a los otros meseros en sus puestos.

Por los próximos diez minutos, Justin se ocupó de observar a los otros meseros, tratando de aprender su trabajo. Él sabía que a las mujeres y niñas les gustaba su sonrisa, y la utilizaba para que todo valiera la pena, especialmente cuando el caviar que él estaba sirviendo saltó como un pez volador completamente evolucionado hacia el regazo de una mujer mayor. 

Kissed By An Angel - Elizabeth Chandler - Justin Bieber (Adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora