Kissed By An Angel - Elizabeth Chandler - Justin Bieber (Adaptación)

Capítulo 2

El sonido del disparo, Ivy saltó. Ella odiaba las piscinas, especialmente las piscinas techadas. Incluso aunque ella y sus amigos estaban a diez pies del borde, se sentía como si estuviera nadando. El aire en si mismo parecía oscuro, una niebla húmeda, azul verdosa, pesada con olor a cloro. Todo hacía eco —el disparo, los gritos de la multitud, la explosión de nadadores en el agua—. Cuando Ivy había entrado por primera vez a la abovedada área de la piscina, ella trago saliva para recuperar el aliento. Deseó estar afuera en el brillante y ventoso día de Marzo. 

—Dime de nuevo —dijo ella—. ¿Cuál de todos es él? 

Suzanne Goldstein miro a Beth Van Dyke. Beth miró a Suzanne de regreso. Ellas dos sacudieron sus cabezas, suspirando.  

—Bueno, ¿Cómo voy a ser capaz de saberlo? —preguntó Ivy —. Ellos no tienen cabello, cada uno de ellos tiene, los brazos rasurados, piernas rasuradas, y pechos rasurados... un equipo de chicos calvos en gorros de goma y lentes submarinos. Están usando los colores de nuestra escuela, pero por todo lo que sé, ellos podrían ser un cargamento de extraterrestres. 

—Si ellos son extraterrestres —dijo Beth, haciendo clic rápidamente con la punta de su bolígrafo—, me mudo a ese planeta. 

Suzanne le quitó el bolígrafo a Beth y dijo con voz ronca —Dios, ¡amo la natación! 

—Pero no ves a los nadadores una vez que están en el agua —observó Ivy. 

—Porque ella chequea al grupo que está acercándose a los bloques —explicó Beth. 

—Justin es el que está en la línea del centro —dijo Suzanne—. Los mejores nadadores siempre compiten en las líneas del centro. 

—El está en nuestro panfleto —añadió Beth—. El mejor en el estilo mariposa. El mejor del estado, de hecho. 

Ivy ya sabía eso. El póster del equipo de natación estaba por toda la escuela: Justin surgiendo del agua, sus hombros inclinándose hacia delante, sus poderosos brazos echados hacia atrás como alas. La persona a cargo de la publicidad sabía lo que estaba haciendo  cuando selecciono esa foto. Había producido numerosas copias, lo que era algo bueno, porque los pósters pegados de Justin desaparecían continuamente... dentro de los casilleros de las chicas.

En algún día durante esta manía de los pósters, Beth y Suzanne habían empezado a creer que Justin estaba interesado en Ivy. Dos colisiones en el pasillo en una semana era todo lo que hacía falta para convencer a Beth, una escritora imaginativa que había leído una biblioteca de romances Arlequines. 

—Pero, Beth, he caminado contigo un montón de veces —discutió Ivy con ella—. Sabes quién soy. 

—Lo sabemos —dijo Suzanne—. Con la cabeza en las nubes. A tres millas por encima de la tierra. En la zona de Ángeles. Pero de todos modos, creo que Beth tiene algo de razón. Recuerda, él fue hacia ti... 

—Tal vez él es torpe cuando esta fuera del agua. Como una rana... —había agregado Ivy, sabiendo todo el tiempo que no había nada de torpe en Justin Bieber.  

El se había presentado a ella en Enero, ese primer día nevado cuando ella había llegado a la escuela secundaria Stonehill. Una porrista había sido asignada como guía para Ivy y la estaba guiando a través de una cafetería abarrotada.  

—Probablemente estas chequeando a los atletas —dijo la porrista. 

En realidad, Ivy estaba demasiado ocupada intentando averiguar que era la cosa verde fibrosa que su nueva escuela le estaba sirviendo a sus estudiantes.