Capítulo 17

19 2 0
                                    

―Pero me dijiste que Gary quería salir el viernes por la noche―dijo Ivy. 

―Lo dijo―contestó Justin, acostándose a su lado en el césped―Pero su cita cambió de opinión. Creo que ella tenía una oferta mejor. 

Ivy sacudió su cabeza.

―¿Por qué Gary siempre persigue a las chicas doradas? 

―¿Por qué Suzanne persigue a Gregory?―contrarrestó. 

Ivy sonrió.

―Por la misma razón por la que Ella persigue mariposas, supongo ―miró el ballet del gato saltando. 

Ella pasaba mucho tiempo en el jardín de la casa del Reverendo Bieber. En medio de dragonarias, lilas, rosas y hierbas, el padre de Justin había plantado una pequeña parcela de menta gatuna*1. 

―¿Es un problema el sábado por la noche?―preguntó Justin―Si estás trabajando, podemos ver una película más tarde. 

Ivy se sentó. Justin fue primero hacia ella, como siempre. Pero con sus planes establecidos para el viernes por la noche y el domingo también... bueno, ella también podía hacer lo mismo, pensó.

―Gregory nos ha invitado a Suzanne, a Beth y a mí a salir con algunos de sus amigos esa noche. 

Justin no escondió su sorpresa y disgusto. 

―Suzanne estaba tan ansiosa―dijo Ivy rápidamente― Y Beth estaba realmente emocionada también... ella no sale mucho. 

―¿Y tú?―preguntó Justin, apoyándose en un hombro, retorciendo un largo trozo de hierba. 

―Creo que debería ir... por el bien de Gregory. 

―Has estado haciendo mucho por el bien de Gregory en las últimas semanas. 

―Justin, ¡Su madre se suicidó! ―explotó Ivy. 

―Lo sé. 

―Vivo en la misma casa que él―siguió ella―Comparto la misma cocina,  pasillos y habitación familiar. Veo su estado de ánimo, sus subidas y bajadas. Un montón de bajadas ―añadió suavemente, pensando en cómo algunos días Gregory no hacía nada salvo sentarse y leer el periódico, hojeando como en busca de algo, pero nunca encontrándolo. 

―Creo que está muy enfadado ―continuó ella―. Intenta esconderlo, pero creo que está furioso con su madre por suicidarse. La otra noche, a la una y media de la mañana, estaba fuera en la pista de tenis, golpeando pelotas contra la pared. 

Esa noche, Ivy había salido a hablar con él. Cuando ella lo llamó, él se volvió, y ella había visto la profundidad de su cólera y su dolor. 

―Créeme, Justin, lo ayudo cuando puedo, y seguiré ayudándolo, pero si crees  que tengo algún sentimiento especial por él, si crees que él y yo... ¡eso es ridículo!  Si crees... no puedo creer que... 

―Hey, hey.―La recostó con él en la hierba. 

―No estoy preocupado por algo así. 

―¿Entonces qué es lo que te está fastidiando? 

―Dos cosas, supongo ―contestó―. Y una es, que creo estás sintiéndote culpable. 

―¡Culpable! ―lo empujó y se sentó otra vez.

―Creo que has tomado la actitud de tu madre, en la que ella y su familia son responsables de la infelicidad de Caroline. 

―No lo somos. 

―Lo sé. Solo quiero asegurarme de que lo haces... y que no estás intentando compensar a alguien que fastidia todo lo que merece la pena. 

―No sabes de lo que estás hablando ―dijo Ivy, arrancando matas de hierba―. Realmente no sabes lo que está pasando. No has estado cerca de Gregory. Tú... 

―He estado a su alrededor desde quinto grado. 

―La gente puede cambiar desde quinto grado. 

―Conozco a Eric desde el mismo tiempo también ―continuó  Justin―Han hecho algunas cosas salvajes, incluso peligrosas juntos. Y esa es la otra cosa que me preocupa. 

―Pero Justin. Esta es sólo su manera de llegar, después de las últimas tres semanas ― Justin no parecía convencido. 

―Por favor no dejes que esto se interponga entre nosotros ―dijo ella. 

El extendió su mano hasta su cara.

―No dejaría que nada se interpusiera entre nosotros. Ni montañas, ríos, continentes, guerras, inundaciones... 

―O la terrible muerte en sí ―dijo.  

―Así que leíste la última historia de Beth. 

―A Gary le fascinó. 

―¿Gary? ¡Estas bromeando!

 ―El guardó la copia que me diste ―dijo Justin―. Pero le juré que te diría que la perdí. 

Ivy rió y se recostó cerca de Justin, apoyando su cabeza en su hombro.

―Entiendes, entonces, por qué le dije que sí a Gregory. 

―No, pero es tu elección ―dijo―. Y eso es todo. Así que, ¿Qué harás el próximo sábado por la noche? 

―¿Que harás tú? ―le preguntó Ivy. 

―Cenar en la Posada de Durney. 

―¡La posada! Bueno, tenemos que estar ganando mucho dinero dando lecciones de natación este verano. 

―Estamos ganando lo suficiente ―dijo―. Por casualidad no sabes de una chica bonita a la que le gusta ser tratada a la luz de las velas y comida francesa, ¿verdad? 

―Si, lo sé. 

―¿Está libre esa noche? 

―Quizás. ¿Conseguirá ella un aperitivo? 

―Tres, si ella quiere. 

―¿Y el postre? 

―Suflé de frambuesa. Y besos. 

―Besos... 

Kissed By An Angel - Elizabeth Chandler - Justin Bieber (Adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora