Harry tiene las cosas muy claras para su último año de instituto: conseguir la beca de teatro musical para la mejor escuela de Nueva York y que su novio le haga una proposición demasiado romántica y pública para ir al baile.
Aunque ninguna de esas c...
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Harry
El ensayo final había sido perfecto, la música, el baile, las entradas y salidas, el attrezzo, los focos. Harry sonreía extasiado encima del escenario viendo como sus compañeros se abrazaban entre sí celebrando el último ensayo, y la calidad de este.
Lo único que había opacado un poco esa sensación de alegría había sido ver la cara de Louis entre las bambalinas y que no hubiera podido acercarse a abrazarlo como el resto del cast, aunque era lo que más ganas tenía de hacer. Tampoco le había saludado a la llegada, ni siquiera se habían mirado en las veces que se habían cruzado tontamente por los estrechos pasillos del teatro, por lo que en cuanto llegó a casa, antes de preparar su ropa para la noche de Cluedo cogió su móvil y tecleó rápido:
"No sé que he hecho, no sé si estabas empezando a sentir lo mismo que yo y te has asustado, no sé si es que verdaderamente era solo un castigo y ya no quieres saber nada de mí, o que, pero por favor te agradecería un poco de inteligencia emocional, te agradecería que me dejases claro que ha pasado porque te intenté invitar al baile y no viniste, también intenté hablar contigo y ni me miras, así que por favor, dime algo y te juro que no molesto más".
Sopesó enviar un icono amable pero finalmente decidió no añadir nada más, por lo que tiró el móvil en la cama y cogió su pomposo y estampado traje para hacer de un diseñador un poco excéntrico que tiene una aventura con la pareja de la novia, aunque no era un secreto para él quien sería esa persona.
Dejó su móvil en casa, no quería estar pendiente cada tres minutos de si él le escribía, aunque por lo que sabía estaría ahí, tal vez podría responderle en persona.
Salió de casa y vio el coche de Isabella aparcado delante de su puerta, se acercó con una sonrisa divertida y subió sin perder más tiempo. Zayn ya iba en él y saludó con alegría.
En el instituto habían organizado la entrada para que todo fuera tal cual en la boda, por lo que pasó directo a los vestuarios a cambiarse de ropa y entrar en el papel de Colin.
Dejó sus cosas en la percha asignada con su nombre y antes de salir al teatro buscó la que marcaba el nombre de Louis, por lo visto ya había llegado y sus cosas descansaban al lado de las de Rod.
—Soy Colin—Sonrió él entrando a la boda.
—Bienvenido señor, la novia está contentísima con su vestido, adelante, el novio estará muy contento de verle llegar.
—¿Ha llegado ya el novio?
—Sí, el señor Ross está en el altar, lo podrás ver.
Harry avanzó sonriendo y barrió con su mirada toda la sala hasta que sus ojos se juntaron con los del novio, el cual sonrió un poco al verse atrapado ahí sin posible huida ante la sorpresa de quien había puesto el destino delante de él. Harry se acercó lentamente y sonrió débil.
