Harry tiene las cosas muy claras para su último año de instituto: conseguir la beca de teatro musical para la mejor escuela de Nueva York y que su novio le haga una proposición demasiado romántica y pública para ir al baile.
Aunque ninguna de esas c...
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Louis.
Dió otro largo trago a la cerveza amarga que tenía entre sus manos mientras miraba el panorama aburrido y monótono de la fiesta. No sabía porque se había dejado liar por Rod, pues hacía tiempo que no encontraba nada interesante en esa gente ni en esas fiestas, pero era el cumpleaños del hijo de uno de los amigos del padre de Rod, y su padre le obligó a ir y él lo obligó a Louis. Ahora mismo podría estar haciendo un turno extra o en casa con su madre y su hermano, pero no, estaba en un sofá que olía a alcohol con casi cincuenta adolescentes borrachos a su alrededor.
—La chica esa del fondo mira para aquí desde hace rato—Dijo Rod.
—Y por qué no vas y bailas con ella—Repuso Louis.
—Porque mi pareja esta noche eres tú.
—Que bonito, gracias—Respondió levantando la botella para que brindase con él.
Rod juntó el culo de su botella con el de Louis y ambos bebieron un largo trago.
—Estás muy guapo, gracias por currartelo para mí—Comentó Rod con una sonrisa fingida de seducción.
—De nada, siempre le pongo la misma emoción que en la primera cita—Repuso Louis llevando su mano a la barbilla del chico y acariciándola antes de dejar un beso en su frente.
La verdad era que no se lo había currado nada, llevaba unos tejanos oscuros, algo anchos doblados al final, con sus deportivas menos destrozadas y la camiseta con mejor aspecto que encontró en su armario, encima su bomber antigua.
—Tú también estás muy guapo—Añadió ante el conjunto oscuro elegante de su amigo.
—Todo para mi chico.
—Yo te quiero mucho también, pero deberíamos empezar a tener citas con otra gente—Añadió Louis.
La mirada de Rod se quedó petrificada en un punto en el fondo de la habitación y sonrió ampliamente.
—¿Qué te pasa?
—Que acaba de entrar por la puerta tú "tenemos que empezar a tener citas con otra gente"—Repuso.
—¿Qué dices...?—Comentó mientras se giró hacía la puerta viendo a Harry ahí parado mirando en todas direcciones con cara de no entender nada.
A su lado estaba su hermana con un conjunto rojo demasiado atractivo a la vista pero tras los ojos de Louis solo había un foco que enfocaba a una persona y esa no era Gin.
El pelo rizado descansaba en su cabeza como si fuera natural llevarlo así de perfecto a cada minuto del día, su conjunto elegante que quedaba tan fuera de lugar en esta fiesta resaltaba por sobre el resto de gente y atrapaba todas las miradas, al menos todas las de Louis.
—¿Qué hace aquí?—Preguntó a su amigo.
—Habrá venido con Gin. Deberías ir a hablar con él.