16. PAIN

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No olviden leer la nota al final del capítulo ❤️












16. PAIN





⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀Dolor.

El dolor era una sensación. Algo que sentías, tanto de manera física como emocional. Había veces que se mostraba tan palpable, y muchas otras en las que se escondía entre las penumbras del alma. Entre las penas y las alegrías de la vida misma.

Pero ahora era diferente.

Porque el dolor podía oírse, podía transportarse en el aire. El sonido de gritos prorrumpiendo en el lugar. La personificación misma del sufrimiento.

Karina gritaba. Alaridos horrorizantes y dignos de una película de terror evidenciaban todo aquello por lo que nadie querría atravesar.

Taehyung se encontraba sosteniéndola. La mitad de su cuerpo reposando en sus regazos, y sus temblorosas manos le tocaban levemente los hombros cada que gritaba de nuevo, buscando -de alguna manera- brindarle un poco de alivio.

¿Alivio? ¿En estos momentos? Era absurdo.

Su rostro estaba destrozado. O bueno, la mitad de éste. La lámpara de araña que se había desplomado sobre ella, acabó dañando principalmente el lateral derecho de su fisonomía. Y es que, muy a pesar de que la joven había colocado sus brazos a modo de escudo antes del golpe, los pequeños y filosos cristales de la pieza decorativa terminaron incrustándose, sin piedad alguna, en su piel. Dando así como resultado violentas y poco apacibles heridas que acabarían transformándose en un conjunto de lesiones lo suficientemente profundas como para arrancar porciones de la piel. El daño seguía hasta la parte media de su cuello, y empeoraba a medida que los segundos pasaban, debido a un preocupante corte que atravesaba parte de éste hasta desembocar en su clavícula, dónde un fragmento de pellejo parecía desprenderse de la carne.

Eso, sin contar todo el demás daño que su cuerpo poseía a causa del ventanal que había explotado momentos posteriores al impacto principal.
Estaba jodida.

—¡Cleo!

Salió de su trance, inspirando con brusquedad. Una presión se le ejerció en los brazos, y al bajar la mirada descifró que se trataba de Seulgi. Lo supo a causa de sus anillos, reconoció los mismos. Y lo reafirmó en cuanto volvió a elevar la vista.

—Cleo... —clamó de nuevo. La preocupación fluyendo de su voz naturalmente, y acompañándose así de una mirada suspicaz.

Aunque, a decir verdad, Bak Cleo parecía encontrarse en una sintonía completamente distinta. Porque todo a su alrededor se sentía como si estuviera transcurriendo en cámara lenta. Incluso las insistencias de Seulgi a su nombre se percibían lejanas, dificultosas.
Sus sentidos dormidos. El cuerpo entumecido. El alma en pena. Y una sensación inexplicable que le subía y bajaba en el pecho de una manera tan tortuosa. No se sentía mal, pero tampoco estaba bien. Conocía la sensación.

—¿Estás bien? —inqurió la castaña una vez más. Notó que las dilatadas pupilas de su contraria se clavaban únicamente en el tumulto de gente que se había estado formando alrededor de Karina. Fue entonces cuando se percató de que, muy probablemente, no recibiría respuesta. —Deberíamos irnos, es-

—¡Seulgi! —alguien cortó sus palabras. Una afligida Wendy se acercaba hacia ambas jóvenes, con la atención puesta sobre la castaña. Su voz se escuchaba cortada, y se podía vislumbrar una clara evidencia del llanto palpitando en su rostro. —La ambulancia está aquí, debemos ir con Karina. Puedes venir, Cleo.

I COME BACK ━━btsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora