I COME BACK ━━bts

14. THE PICTURE ¹

14. THE PICTURE ¹

⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀—Estaba siendo una noche tranquila.

Kim Seokjin la observó de reojo y detenidamente. Sus ojos recorrieron la forma deliberante en que la chica tomaba asiento frente a él, en uno de los aterciopelados y cómodos sillones que yacían en el sector VIP. Luego de largar aquellas palabras como un veneno que venía teniendo preparado, ingirió un trago de su caro whisky, volviendo la vista a la pista de baile.

Cleo, en cambio, sostenía una sonrisa peligrosa en sus labios cerrados. Un gesto un tanto cínico e indescifrable al cual era mejor tenerle cuidado. Junto con ello, su mirada expectante hacia el pelinegro se entornaba cada vez más a medida que pasaban los segundos, era como si lo que sea que estuviera pasando aquí le divirtiera.

—Yo también me alegro de verte, Jin. —soltó con lentitud, como si buscara captar cada mínima expresión que viajara por el rostro de su contrario.

Éste último, sin embargo, seguía ingiriendo de su bebida cada ciertos segundos, para luego bajarla y revolverla con un leve balanceo de su mano, haciendo sonar los hielos dentro del vaso. No parecía querer prestarle atención a la pelinegra. La música de abajo no repercutía tan fuerte en dónde se encontraban, por lo que no era extremadamente necesario alzar la voz para hablar.

—¿Qué quieres, Cleo? —interpeló, sin disfrazar la pequeña nota de irritación que relucía en su tono, encontrándose muy ocupado observando el bullicio de abajo. —No estoy de humor para lo que sea que estés trayendo entre manos.

La chica torció el rostro, enseñando un puchero y llevando una de sus manos hacia su pecho, fingiendo en demasía una expresión dolor. —Me ofendes, Seokjin. Eso fue rudo.

Éste alzó una ceja, mientras que una de las comisuras de sus labios se elevaba por unos segundos. —Bueno, no es que tenga interés en ser amable con alguien como tú.

La pelinegra abandonó todo gesto de ofensa alguna, y sonrió casi al instante en que aquellas palabras abandonaron los labios del chico. Cómo si las hubiera estado esperando. Presionó su lengua contra el interior de sus mejillas, y decidió removerse en el lugar, apoyando sus codos en el reposa brazos del sofá y acercándose notablemente al joven.

—Vamos... ¿Qué te impide tratar bien a una vieja amiga? —inclinó la barbilla, bajando el volumen de su voz, sin despegarle en ningún momento sus inquisitivos orbes.

El ojimarrón, finalmente, giró a mirarle. Era una expresion tosca, dura, carente de algún sentimiento positivo siquiera. En sus ojos no se apreciaba ningún tipo de brillo especial que un amigo tendría con alguien que desapareció por un año y está de vuelta. Es más, se percibía todo lo contrario, como si al observarla estuviera frente a su peor enemiga.

Luego de unos momentos de silencio, él procuro imitar la posición de su contraria, acercándosele de la misma forma en que ella lo había hecho, y con una sonrisa demasiado fría en su totalidad, arrojó —: Tu y yo hemos dejado de ser amigos hace demasiado tiempo.

Severidad pura que ni siquiera se escondía en aquellas palabras. El equivalente a un fuerte veneno arrojado como ácido hacia la joven, la intención de Seokjin era justamente esa; displicencia y altanería en su máxima expresión.

Cleo, en cambio, no reaccionó justo como a él le hubiera gustado. Sí, la sonrisa socarrona que había cargado desde que decidió sentarse en aquel sofá, se disipó tan rápido como sus oídos captaron lo expresado por el chico. Más, aquella mirada perversa y desvergonzada no abandonó su semblante en ningún momento.