DÍA 7

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╞═════𖠁OiKage𖠁═════╡

—Enséñeme a sacar Oikawa-san.—pidió el menor, que se encontraba en la puerta del baño que estaba ocupando el mayor.

El nombrado no puede responder, estaba ocupado masturbándose pensando en su menor, sus lindos labios, besables y mordibles, sus piernas tan blancas, pero más que nada, soñaba con meter sus dedos en el trasero de su menor, sería una obra de arte ver su mano, ligeramente bronceada y el pálido trasero de su menor, una hermosa unión física. Sin quererlo, se le escapó un gemido.

—...¿Oikawa-san..?—pregunta el menor preocupado, ¿qué fue ese sonido que provenía detrás de la puerta en la que estaba su senpai..?

—'obio-ch... chan..—intentó hablar normal, pero respiraba pesado y entrecortado, lo que hacia más difícil el trabajo de mantener su voz dramática.

—¿Oikawa-san, está bien?—pregunta preocupado el menor.

—'obio-han, 'uedes entrrar u mommhento..?—pregunta el mayor, esperando que su menor aceptara todo si es de su parte.

—Sí, ¿pero todo está bien allí?—preguntó empujando levemente la puerta del cubículo.

—ssssí...—arrastrando las palabras y con el rostro rojo respondió.

El menor entró, el mayor tiró del menor, hacia sí mismo. Y cerró la puerta del cubículo con seguro. El menor vio como se veía su senpai y se preocupó más, su senpai estaba rojo y sudoroso, debe avisarle a Iwaizumi-san que Oikawa-san se había enfermado. Iba a salir de ahí cuando su mayor se sienta en la taza del baño y toma su cadera para acercarlo hacia él.

—Ngh..no te vayasss.. Tobio-chan..

—Pero debo ir a decirle a Iwaizumi-san que Oikawa-san se enfermó.—respondió un preocupado Tobio.

—Si.. Soy un enfermo por masturbarme pensando en mi menor..—pensó con una risa irónica el mayor.—Tobio-chan, tu puedes ayudarme, verdad?—pregunta el mayor con una sonrisa siniestra.

—¿Me va a enseñar a sacar?—pregunta esperanzado el menor.

—Bbbien, pero ssólo sssi me ayudas..—respondió resoplando el mayor.

—¡Okay! Qué necesita, ¿Oikawa-san?

—Ven aquí Tobio-chan.—tomó al menor de la cadera y lo tiró hacia él.

—¿Oikawa-san?

—Ssi, Tobio-chaan?..

—¿Qué debo hacer?

—No te preocupess, de eso me hago cargo yo.. tu asombroso senpai.—responde aún con su sonrisa y con la voz grave.

—¡Lo que diga Oikawa-san!—dijo el menor, par a luego quedarse callado.

—Que buen kohai es mi Tobio-chaan.-dijo el mayor para bajar levemente el pantalón de su menor, que se sobresaltó al sentir el movimiento, pero Oikawa-san luego de esto le iba a enseñar a sacar, así que, él no se va a quejar. Oikawa notó la reacción del otro, lo cuál lo excitó más al saber que él menor estaba dispuesto.—Al menos no es violación a un menor.—pensó el capitán, para luego bajar el bóxer del menor, sonrojando al de primer año. Tooru cada vez se encontraba más excitado, su menor era muy tierno, y aunque quisiera meter su pene en el trasero del pequeño armador, no quería hacerle daño. Así que lo mejor que podía hacer era abrir el agujero de su menor antes de meterla, que bueno que estuvo leyendo y hay distintas formas de tener sexo con el mismo género o el distinto.—Tobio-chan.—nombró a su menor.—Chupa mis dedos. —pidió mostrando los cinco dedos de su mano, el menor hizo lo que creía sería correcto, lamió la yema del índice y el dedo del medio primero, después lamió el meñique y el anular, el mayor tenía en mente que su menor estaba haciendo eso en su pene, que con aquel pensamiento si hizo que su pene estuviera más contento, soltando un poco de pre-semen y aumentando levemente su anchura. El mayor ya desesperado por lo lento que era su kohai, metió los cuatro dedos en la boca de su menor. Haciendo que el menor tosiera, pero igual lamió y chupó los cuatro dedos. Cuando el capitán sintió que los dedos estaban lo suficiente mojados saco su mano de la boca del pequeño. Y lo besó. Mientras lo besaba su dedo índice y su dedo pulgar abrieron la entrada de menor, estirandola dolorosamente, el índice entró, comenzó a dar leves embestidas con su dedo al menor, un minuto después se une a la entrada el movimiento de tijeras, con su dedo índice y el del medio. Segundos después, el mayor ya no aguantaba mucho la vista de sus suertudos dedos en el trasero de su menor, así que, impaciente, metió los dedos faltantes en la entrada, parando así el movimiento de tijeras, y comenzando a embestir, buscando aquel punto que tanto hacía gemir a los pasivos en los manhwas. La próstata, la cual encontró en la segunda embestida con cuatro dedos. Tobio soltó un grito agudo al sentir algo raro en su cuerpo, su pene se levantó y su rostro estaba lloroso después de lo que sufrió en la preparación anal. Todo eso veía el mayor mientras se seguía masturbando, no iba a meter su pene, solo quería sentir el agujero de su pequeño, y ver el excitante rostro de su menor mientras se tocaba.

Después de correrse le dio un beso en la frente al menor y salieron del baño, a la cancha dónde los esperaban los demás.

30 días de OTPDonde viven las historias. Descúbrelo ahora