❀•°•═══ஓ๑♡Tsukikage♡๑ஓ═══•°•❀
-Así que su majestad me está ordenando darle placer, ¿y eso por que sería?-preguntó el rubio, utilizando ropas todas sucias y un poco rotas.-No te tengo que dar explicaciones. Es una orden.-respondió demandante el de ojos azules, con su traje y la capa, junto a la corona.
-Obviamente no lo haría, su majestad. Como buen plebeyo solo debo acatar sus órdenes, ¿no es así?-el rubio era más alto que el rey, así que cuándo dejó de estar inclinado, se levantó y susurro en el oído del rey.-Con mucho gusto lo hago, su majestad.-dijo aquello para después, con sus dedos rozar el trasero del rey, el cual sólo soltó un suspiro de aire caliente. Sus pupilas ya dilatadas ante el pensamiento de lo que iba a ocurrir en unos minutos. El plebeyo comenzó con besos, yendo de unos cariñosos e inocentes a unos apasionados y provocativos, ya que mientras metía su lengua en la cavidad bucal del rey, estaba acariciando el trasero de su majestad. Se separan del beso y el plebeyo empuja con suavidad al rey contra el trono, se sentó sobre sus rodillas y tomó el pie del rey, besando desde la punta del zapato hasta comenzar con la pierna del rey, aún cubiertas por sus pantalones, mientras hacía eso pasaba su mano por la pierna, de arriba a abajo, llendo desde la suela del zapato hasta la entrepierna, apretando los muslos. Eso hizo con las dos piernas, luego se levantó, tomó de la mano delicadamente al rey y lo tiro hacia él, besándose nuevamente. Cuando se separaron, un hilo de saliva unía a ambos aún después de alejarse levemente, unos segundos se tomaron para respirar, cuando comenzaron otro beso igual de candente. Tsukishima tomo de la cadera a su rey y lo estaba atrayendo a él, apretando y friccionando ambas erecciones entre ellas. Ambos soltando sonidos de placer, cada vez más excitados por cada sonido que salía del contrario. Continuando el beso comenzaron a desvestirse, más nada el plebeyo desvistiendo a su majestad. Kei sacó la corona del rey, y la dejo con cuidado en una mesa cercana. Sonrió con suficiencia en medio del beso. Tobio se estaba desabotonando la capa roja, ya desesperado porque se la metan en lo más profundo de su ser. Se separaron del beso, cada uno quitándose sus prendas restantes, Tobio quedó completamente desnudo, Kei se dejó los calzoncillos, aunque, por antiguos encuentros el rey ya conocía el tamaño y grosor de su pene a él le encanta que el rey baje su ropa interior de la forma que sólo el hace. Kei sonrió con suficiencia otra vez y mostró cuatro dedos, a los cuales Tobio vio con mucho deseo, los metió en su boca, y con su traviesa lengua delineaba el contorno de los dedos con deleite. Los sacaba, los metía, Kei sintió su erección crecer más, no pensaba que eso fuese posible, pero como siempre, su majestad logra cosas que nadie más podrá. Unos minutos pasaron en los que Kei sentía más, y más ganas de meterla. Tobio soltó por fin los dedos de su boca y Kei le dió la vuelta a Tobio, para luego insertar un dedo, luego 2, y ya cuándo no tenía más paciencia metió los 4, embistiendo duro y doblando los dedos para expandir el tierno agujero. Todo esto mientras Tobio mordía la almohada, con sus manos apretaba la sábana, Tobio sentía que ya estaba sintiendo el cielo, y recién eran sólo los largos dedos del rubio. Es que, con cada embestida y expandida en su agujero su amado plebeyo tocaba su próstata. Tobio ya no aguantaba estar vacío.
-Inservible plebeyo, sea bueno por una maldita vez en su miserable vida y ponga su maldito pene en mi agujero.-ordenó con el ceño fruncido el rey.
-Vaya, parece que su majestad está necesitado.-dijo sonriendo sacarrón. Pero añadió.-Está bien, lo que diga su majestad será.-dijo sentándose en sus rodillas, esperando.-Lo siento su majestad, parece que aún tengo que sacarlo.-aquello lo dijo mientras volteaba a Tobio, quedando frente a frente. Tobio ansioso, y con sus largos y pálidos dedos bajaron el calzoncillo del plebeyo, mostrando el largo pene. Tobio se relamió los labios y abrió sus piernas. Tsukishima sonrió y se masturbo un poco, necesitaba el pre-semen para entrar más fácil en el agujero. Lamentablemente no le salía mucho, decidió que utilizaría la boca de su alteza. Tobio con mucho gusto lamio, chupó, y beso todo el pene, desde la punta hasta los testículos. Con una mano masturbaba al rubio, con la otra se sujetaba de la pierna del rubio, mientras su boca estaba ocupada chupando los testículos de su plebeyo favorito. Cuando Kei sintió que estaba por correrse decidió parar a Tobio. Kageyama frunció un poco las cejas, confundido del porque Kei le arrebató su comida, más sintió su erección demandar atención cuándo vió frente suya el pene del rubio, goteando pre-semen y bañado completamente en su saliva. Tobio, ruborizado puso su cara contra la cama, elevando su trasero en el proceso, esto le indicó a Kei cuánto Tobio quería ya ser penetrado sin clemencia. Y este también ya estaba necesitado de embestir sin misericordia contra el rey tirano. Así que Kei tomó la cintura de Tobio con una mano, con la otra sostuvo su pene para comenzar a entrar en Tobio con cuidado. Más, al parecer, Tobio no quería cuidado, ya que él mismo movió su cuerpo hacia atrás, logrando meter todo el pene dentro suyo. Con esta acción Tobio soltó el gemido más ahogado y caliente que Kei haya escuchado.
-Así que al rey le gusta fuerte de una, ¿no es así? -dijo saliendo del agujero.-No se preocupe su majestad, yo también quiero reventar su lindo agujero a lo bestia.-dicho esto Kei embistió fuerte y de una, una mano en la cintura de Tobio, la otra estaba en la boca del Rey, metiendo sus dedos, fingiendo que era un pene dentro de la cavidad del rey. Tobio era un manojo de gemidos ahogados, todo por culpa de los dedos que estaban saliendo y entrando su boca, y por el ancho pene que tenía dentro él. Embestida tras embestida, Kei soltando gruñidos de placer, Tobio soltando gemidos ahogados, el sonido de chapoteo se escuchaba por toda la habitación. Kei saco sus dedos de la boca de Tobio para masturbar el pene del rey, y con la otra mano la puso en el trabajado pecho del rey, apretando a su gusto los tiernos y rosados pezones.
-¡Dame.. dame más...! ¡¡Inútil.. inútil plebeyo...Ohhh!!-dijo cuándo su cerebro logro funcionar. Kageyama se dio vuelta para ver al rubio a los ojos, luego tiro del plebeyo hacia él, y los volteo a ambos, ahora él estaba arriba de Kei, embistiendo su propio trasero a su ritmo.
Kei miro a Tobio con más lujuria que antes.-¿Así que peleamos por ver quién manda?-pensó lamiéndose el labio inferior y sonriendo.-Esta bien por mí, yo vine a cogerte hasta que recuerdes tu puesto.-pensó nuevamente, más ahora tomó las descontroladas caderas del rey y sacó casi completamente su pene, solo dejando la punta dentro, para luego meterlo de una, así, una y otra, y otra vez, sin un ritmo, solamente dejando que su cuerpo se controle por sí solo, haga lo que quiera con el rey.
Cada gemido de Kageyama o era ahogado, o no se le entendía nada, su mente, ya se encontraba nublada de placer, tanto así que Tobio no podía soltar nada más que murmuros, gemidos incoherentes y jadeos desesperados. Sus pezones rojos, duros y erectos siendo apretados al gusto de el plebeyo, su pene siendo apresado por los largos dedos del rubio, su próstata siendo abusada sin parar y duramente, todo aquello estaba haciéndolo llegar a su clímax, el plebeyo supo aquello, ya que, Tobio comenzó a apretar sus paredes internas, apretando así el pene de Kei y sintiendo que el agujero se encontraba más estrecho, con esto logró que Kei se volviese una bestia sin cerebro, embistiendo más fuerte, más frenético y mucho más adentro. Kei se sento, aún con su miembro dentro del de ojos azules, como ya sentía que iban a acabar decidió dar toda su estamina en ese momento, embistiendo como desquiciado, simplemente queriendo liberarse y llenar el lindo agujero de Kageyama. Luego de unos torturosos minutos para el trasero del rey, Tobio y Kei lograron llegar al clímax, Tobio terminó en el pecho y la mano de Kei, y Kei dentro de Tobio mientras se daban un beso muy mojado, lenguas traviesas recorriendo los rincones de la boca del otro, la saliva escapándose de la comisura de sus labios, ruidosos gemidos y un amor más fuerte creciendo entre ambos adultos, quienes luego de separarse del beso se sonrieron con mucho amor, aprecio y cariño.
-Te amo.-dijeron ambos al mismo tiempo, rieron levemente por la conexión que tienen, luego se dieron un pequeño besito y juntaron sus frentes.-Yo también te amo.-dijeron nuevamente juntos.
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Siento que me quedo un poquito mal, pero ya fue, es un poco vergonzoso decirlo pero eh estado viendo unos cuantos porn vids xd. Y me gustó una temática de que un plebeyo complacía a una reina. Y pues Rey... plebeyo... Haikyuu- era obvio quién estaría en esta parte de los 30 días.
¡Espero que hayan disfrutado la lectura!, siendo sincera no recuerdo desde cuando no actualizo.. Así que.. ¡Feliz Halloween, Feliz cumpleaños al pequeño Tobs, Feliz Navidad y Feliz Año Nuevo atrasado!<3
¿Este es el capítulo más largo? o así lo sentí yo después de estar como tres meses sin inspiración xd.
Bueno, ¡nos leemos en una próxima actualización! (Y en los comentarios :D)
PD: Ya estoy escribiendo el siguiente One-shot de "Tobio Harem/Tobiobowl OneShots", me gusta como está quedando, es de Kenken y Kags.