Jaque al alfa 🐾♟ Kookmin Omegaverse

Capítulo 33 ও

Aviso: mención de violencia y angst.

Por favor si sois personas aprensivas, no os recomiendo leer este capítulo ya que contiene escenas dramáticas. Y por favor, recordad que es una historia ficticia.

Muchas gracias por la comprensión.

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El lobo de Jungkook gruñó mostrando sus imponentes fauces en contra de sus padres, sus garras se aferraron contra el suelo de mármol preparado para abalanzarse sobre ellos si lo necesitaba en cualquier momento.

Su ropa estaba rota a un lado, pero lo único que había quedado sobre su pelaje, era que en una de sus patas estaba la tobillera de Jimin que tenía florecitas y que al final, le había regalado. Objeto que vieron sus padres, pero que decidieron pasarlo por alto.

Por otro lado, decir que el humano de aquel estaba en el interior de su Alfa intentando contenerle lo mejor posible, porque no quería dañarles aún y cuando le habían hecho bastante daño durante todos sus años de vida. Debido a que temía las represalias que podrían tomar en su contra por defenderse.

Frente a él, observó con sus vibrantes ojos salvajes como los dos alfas mayores, al principio se quedaron petrificados.

Aquellos no se creían que su hijo se les hubiera revelado en contra y que encima, tuviera las agallas de haberse convertido en lobo para enfrentarles de esa manera tan salvaje y poderosa.

-Jeon sé inteligente, te estás jugando mucho en este momento. -Su padre habló al lobo con lúgubre voz sabiendo que Jeongguk le estaba escuchando en el interior del animal debido a su pureza.

Acto seguido aquel se quitó la corbata como si se estuviera preparando para lo que venía, ya que el animal le había gruñido como respuesta no dando ninguna señal de frenar con su defensa.

A un lado, la mujer vio a su marido realizar esa acción y suspirando, decidió salir de la sala principal para subir las escaleras y refugiarse en la amplia habitación que ellos dos compartían.

Ya que sabía que Jeongguk había cometido un grave error por haberse revelado de esa forma en contra de ellos, pero sobre todo con su padre que no le iba a dejar pasar ni una.

-Y todo esto por un omega de baja casta. -Murmuró decepcionada dirigiéndose al despacho que estaba en el interior de la habitación, cerrando una segunda puerta que insonorizaba el ruido exterior.

Bufando, se sentó elegantemente en la silla de escritorio dejando su vaso de alcohol en la mesa de madera importada de Francia, y encendió el ordenador que estaba conectado a altavoces por todo el despacho.

Deprisa fue a su lista de música clásica y reprodujo una pieza de Vivaldi.

El sonido del piano resonó consiguiendo relajarle y pasando su mano por su liso a la vez que brillante pelo negro, comenzó a firmar algunos documentos que tenía en la mesa y que urgían tratar debido a los negocios que llevaba entre manos.

Ignorando así lo que en el exterior de aquel despacho, iba a ocurrir con su hijo.

En la sala principal, el patriarca miró con ojos feroces al salvaje que había tenido como hijo continuar en su forma animal enfrentándole sin pudor alguno.

-Cambia ahora mismo a tu forma humana, estoy harto de tus comportamientos rebeldes y tan cuestionables. -Gruñó.-Me da igual que estés enamorado, que tengas sueños, ilusiones o metas en tu vida, porque, ¿adivina qué?, da igual lo que desees, quieras o anheles, tú vas a seguir los pasos que te digamos. Ni más ni menos. -Determinó.

No obstante, el menor no hizo siquiera un amago por trasmutar desobedeciéndole. Sino que se quedó en su forma lobuna y gruñó potentemente cuando su padre se acercó a él queriendo intimidarle.