𝙘𝙝𝙖𝙥𝙩𝙚𝙧: 𝙤𝙣𝙚

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Minho caminaba por los pasillos de la escuela con sus libros en mano. Eran cerca de las dos de la tarde, pronto todos los alumnos terminarían sus horarios y debería volver a casa.

A excepción de él y otros pocos alumnos quienes se quedarían a clases de tutoría o serían quienes las den (Lee entrando en este último grupo).

Ser uno de los mejores promedios tenía sus ventajas como sus desventajas. Minho siempre intentaba ignorar lo negativo de esto y centrarse en las relucientes vacantes a importantes universidades, los puestos altos cuando en un futuro comenzara a trabajar y el tener un cerebro tan práctico como para poder aprender cualquier cosa que se propusiera con facilidad. No se consideraba una persona optimista, simplemente alguien deseoso por el dinero y el conocimiento y confiando con que recibiría gran cantidad de ambos si se esforzaba.
Por eso había decidido inscribirse para algunas clases de tutoría, para poder saciar a otros con su conocimiento y demostrar de lo que era capaz... aunque puede que también lo hacía para escapar de su casa.

No tenía una mala madre ni un mal padre, pero tampoco eran los mejores. Su madre pasaba la mayor parte del tiempo siendo una borracha desempleada y, sólo algunas cuantas veces, violenta, mientras que su padre trabajaba día y noche, de lunes a domingo, por lo que no tenía a nadie quien lo defendiera de los tratos de aquella mujer cuando el alcohol en sangre era mucho más fuerte que su propia moralidad sobre que "las buenas madres no golpean a sus hijos", porque sí, su madre no lo golpeaba, por lo menos no ahora, sus daños no eran físico, siempre eran verbales y psicológicos. El escuchar comentarios tan hirientes y toscos de parte de su propia madre ya no lo lastimaban, ahora sólo lo enojaban y hacían que su estrés subiera a niveles inimaginables, porque no podía comprender cómo era posible que cualquier cosa que él hiciera, nunca era suficiente para ella.

Otra vez su cabeza dolía. Esa era una de las razones por las que no se permitía divagar de esa forma en sus propios pensamientos.

Suspiró, sin darse cuenta que ahora su ceño estaba fruncido. Miró la hora, "13:50pm" marcaba el reloj de su celular, decidió tomarse un momento para relajarse, por lo que salió al patio trasero escabulléndose hasta la parte más alejada de este, detrás de un gran árbol, donde nadie nunca supervisaba aquella zona, y dejó sus libros en el suelo, sentándose y recostando su espalda contra la dura madera.

Una vez en un silencio solitario, sacó un cigarro de uno de sus bolsillos juntos con un encendedor, y sin esperar más lo encendió, dando una profunda calada y llenando sus pulmones de nicotina.

Incluso aunque intentara ser perfecto, no lo lograba. Tenía sus pequeñas manías, como los cigarros, tal vez algunas pocas veces marihuana, el sexo y... oh, claro, mirar de más a sus compañeros del equipo de volley mientras se duchaban junto a él en los vestuarios.
Mátenlo, quémenlo, hagan lo que quieran, pero Minho creía que no había nada de malo con hechar "alguna miradita" mientras nadie lo notara o él no se excediera de la "emoción", porque al final, era su cabeza, y si él quería fantasear con tener una orgía con todos sus compañeros de la escuela, lo haría mientras no hiciera sentir incómodo a nadie.
No era perfecto, nunca lo sería, y era algo que le había costado tiempo asimilar cuando apenas comenzaba su adolescencia, pero aunque sea, estaba completamente seguro de que nunca en su vida bebería alcohol, y mucho menos sería un adicto violento.

Dos de la tarde en punto, el timbre sonó, por lo que luego de acabar su cigarro, se levantó y tomó sus libros, listo para poder comenzar con sus clases de tutoría.
Hoy tan sólo tendría que dar matemáticas y filosofía, como todos los lunes, pero también comenzaría con inglés, puesto a que el único alumno encargado de esas clases había dejado el puesto vacante, por lo que Minho no tardó en aceptarlo.

Desconocía la identidad del alumno, pero pronto lo haría... exactamente en unos segundos.

Abrió la puerta del salón que había reservado para dar sus clases y se sentó en el escritorio que correspondía a los profesores, esperando por el alumno mientras acomodaba sus libros de inglés sobre la mesa.

Pronto, una cabellera peliroja se asomó por la puerta, y unos ojos brillantes y oscuros en forma de felino lo miraron fijamente.
Minho se sobresaltó ligeramente, y sus mejillas tomaron color al notar de quién se trataba.

ㅡ Oh, Hyunjin, eres tú... ㅡ Habló con un tono de voz más suave que lo usual.

ㅡ Buenas tardes, hyung. ㅡ El menor entró sin más, cerrando la puerta detrás de él, sin quitar su afilada vista de los ojos del mayor.

ㅡ ¿Tú viniste por las clases de tutoría de inglés o...?

ㅡ Sí, soy yo. Chris hyung dejó de asistir de repente, así que tampoco me esperaba que fuera usted quien se encargaría de las clases. ㅡ El pelirojo soltó una risa suave, sentándose frente al castaño, dejando su mochila a un lado mientras se acomodaba en su asiento.

ㅡ ¿De repente? oh... creí que él había sido quien decidió salirse, eso fue lo que me dijeron.

ㅡ ¿De verdad?... bueno, tal vez lo hizo, no lo sé, intenté comunicarme con él, pero no me respondió, así que sólo me di por vencido y esperé a que me avisaran por un nuevo tutor. ㅡ Hyunjin pareció pensar por un segundo al mencionar lo de su anterior tutor, como si intentara recordar algo, aún así luego devolvió su vista a Minho, dedicándole una sonrisa dulce. ㅡ De cualquier forma, me alegra saber que es usted quien se encargará de mí.

ㅡ Oh, ¿en verdad? ㅡ Una vez más las mejillas de Minho tomaron color. Sólo esperaba que no fuera algo demasiado notorio.

ㅡ Sí, confío en que aprobaré mis exámenes si es usted quien me ayuda... no es por criticar a Chris hyung, pero él me tenía muy poca paciencia cuando no comprendía algo... pero estoy seguro que será distinto con usted.

ㅡ Oh, así será, claro que sí. ㅡ Minho sonrió también, sintiendo un suave revoltijo en su interior. ㅡ ¿Te parece si comenzamos ya?

ㅡ Con gusto.


𓈓

Dos horas después, y luego de un arduo trabajo de parte de Minho porque Hyunjin entendiera las preposiciones en inglés, terminaron con la clase.
El estómago del mayor gruñía con insistencia, entre los nervios por estar tan cerca del menor fuera de sus horarios de clase comunes y el estrés por pensar en lo difícil que sería llegar a casa luego de las clases de tutoría, el hambre por la ansiedad comenzaba a ganarle.

ㅡ ¿Tiene tanta hambre, hyung? ¿acaso desayunó algo hoy?

ㅡ Oh, sí, lo hice, creo que sólo comí muy poco, ya luego almorzaré, no te preocupes, Hyun.

ㅡ Bien, de cualquier forma puedo esperar a que termine con las clases que le faltan y podemos ir a almorzar juntos a mi casa... claro si quiere. ㅡ Hyunjin le dedicó una sonrisa sincera al mayor, tomando la correa de su mochila y colgándola sobre uno de sus hombros.

ㅡ Oh, de hecho no me molestaría para nada, las clases que tengo que dar ahora por suerte no tomarán más de una hora, puesto que sólo tengo que corregir ejercicios... así que, si no te molesta esperarme, podemos comer algo juntos. ㅡ Minho le sonrió también, y el pelirojo tan sólo asintió con un ademán de cabeza, pronunciando un simple "lo esperaré" antes de salir del salón, dejando a Lee con una sonrisa boba en su rostro.

Minho no podía esperar más para que sus clases de tutoría terminaran de una vez y... oh, demonios, apenas caía en cuenta en que estaría en la casa de Hwang Hyunjin, probablemente solos.

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1321 palabras

𝘮 á 𝘴 𝘤 𝘢 𝘳 𝘢  𝘥 𝘦  𝘳 𝘢 𝘵 ó 𝘯 ☆ 🄷🅈🅄🄽🄺🄽🄾🅆 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora