𝙘𝙝𝙖𝙥𝙩𝙚𝙧: 𝙨𝙚𝙫𝙚𝙣

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Tosió unas seis veces seguidas, y al final, soltó un quejido por el dolor en su garganta.

Hyunjin lo miró, con el ceño fruncido, y se acercó a él, lo suficiente para lograr apoyar el dorso de su mano, con delicadeza, sobre la frente del mayor.

ㅡ Tienes fiebre, ¿cuándo fue que te enfermaste, hyung?

ㅡ No lo sé, pero no me siento bien... ㅡ Minho habló en un susurro bajo. ㅡ No sé ni cuanto tiempo llevo aquí, siento que me voy a volver loco.

Hyunjin guardó silencio ante lo último y se alejó otra vez del castaño.

ㅡ Ya son tres semanas. ㅡ Su voz sonó distante, seca.

Minho abrió los ojos con incredulidad, sintiendo un malestar en su estómago y cómo una duda llegaba a su cabeza, escapando de su boca.

ㅡ ¿Alguién está buscándome?

El menor lo miró, con sus ojos afilados y penetrantes de siempre, que hacían que el mayor notara cuándo acababa de decir algo que le molestaba.

ㅡ Lo siento... sólo quiero saberlo... me preocupa pensar en cómo debe sentirse Innie, estoy seguro de que habrá sido el primero en notar que ya no estoy.

ㅡ Él está bien. ㅡ Hyunjin escupió aquello, y sin esperar respuesta del mayor, subió las escaleras y salió por la escotilla, dejando al contrario solo otra vez.

Minho no sabía qué hacer con esa información, si confiar, o también a qué se refería el pelirojo con "estar bien", pero lo único que tenía asegurado era que Jeongin realmente no estaba del todo bien, su desaparición debería estar afectándole en algo... ¿verdad?

Ahora Lee dudaba si realmente a Jeongin le importaba.
Es decir, siempre sintió que el único que se preocupaba genuinamente y le tenía un verdadero cariño y amor especial, era su mejor amigo... pero tal vez se había confundido, tal vez Jeongin no se encontraba tan mal como él creía, tal vez en realidad nadie lo buscaba ni se preocupaba por él y... se sentía horrible.

Se sentía horrible sentir que existía la posibilidad de que nadie lo recordara, que nadie lo pensara, y mucho peor aún, que nadie se preocupara.

Tal vez así debía ser, y él no era quién para reclamar el anhelo o preocupación de nadie.

ㅡ Te traje una pastilla para que la fiebre baje y algunas cosas para armarte una cama y que no pases frío en la noche. ㅡ Hyunjin entraba con una bolsa grande y una bandeja con un vaso de agua y una pastilla.

Minho lo miró, secando sus lágrimas, y se acomodó en su lugar.

El menor se acercó y le extendió la bandeja con una sonrisa. Lee tomó el vaso de agua y la pastilla, tragando esta última con ayuda de un sorbo del líquido.

Era irónico que se sintiera más protegido y amado por su secuestrador que por su propia familia, lo hacía sentir un completo imbécil por siquiera pensar en la posibilidad de que, tal vez, estar en el sótano de Hyunjin por el resto de su, probablemente corta vida, no era tan malo, de hecho, hasta sería mil veces mejor.

ㅡ ¿En qué tanto piensas? ㅡ La voz dulce de Hyunjin penetró los tímpanos de Minho, sacándolo de sus pensamientos.

ㅡ Oh... nada importante, la verdad. ㅡ El castaño desvió su mirada al suelo. Estos últimos días le había sorprendido lo fácil y cómodo que era entablar una conversación con el menor. Quería creer que era porque Hyunjin realmente no era malo... aunque muy en su interior sabía con total certeza que aquella era otra faceta del chico para parecer inofensivo. ㅡ ¿Puedo pedirte algo?

ㅡ Puedes pedirlo, y está en mí ver si lo cumplo, pero sí, hazlo.

ㅡ Voy a morir de cualquier forma, pero ¿podrías trarme cigarrillos?, aunque sea para pasar estos días... la abstinencia me está matando.

El pelirojo dudó unos segundos antes de contestar, pero al final esbozó una sonrisa y dejó escapar un suspiro.

ㅡ Supongo que no hay problema, pero no quiero siquiera pensar en que no soy el único que te está matando. ㅡ Los ojos oscuros y rasgados de Hyunjin se clavaron sobre los de su mayor, aún con aquella sonrisa en sus rosados y perfectos labios.

Minho tragó saliva, soltando un jadeo inconsciente que lo hizo sonrojarse.

ㅡ ¿Entonces es un no?

ㅡ Es un tal vez, aunque la idea no sea de mi agrado, pero... ㅡ El menor volvió a acercarse a él, tan cerca de su rostro que sus respiraciones volvían a chocar. ㅡ Por cada cigarrillo, tendrás que hacer algo por mí.

ㅡ ¿Como qué cosas?... ㅡ Lee intentaba mantener su voz firme, aunque sus extremidades temblaran con insistencia.

ㅡ Luego lo sabrás, hyung, tranquilo. ㅡ Las perlas blancas de Hyunjin se asomaban por sus labios, formando una sonrisa tan dulce e inocente que Minho dudaba si realmente aquel chico era un asesino sangriento. ㅡ Ahora dime, ¿qué tanto quieres ese cigarrillo en este momento?

ㅡ Créeme que mucho.

ㅡ ¿Harías lo que te pidiera por él? ㅡ De pronto la sonrisa del menor se esfumó, sus ojos oscuros brillaron y se clavaron sobre los labios del mayor.

La respuesta de Minho tardó en formarse. Dudando si era correcto lo que estaba sucediendo... las sensaciones que el menor le provocaba... estaba mal, tan moral y éticamente mal que lo hacía sentir un cosquilleo en el cuerpo, una sensación que nunca había sentido.

ㅡ Sí...

ㅡ Entonces bésame, hyung. ㅡ Hyunjin se acercó aún más, rozando sus carnosos belfos contra los labios lastimados y temblorosos del mayor.

Minho sintió su corazón subir por su garganta, pero por alguna razón, no lo dudó más.

Cerró sus ojos y unió sus labios con los del menor en un beso profundo. Se tomó el tiempo de saborearlos, de sentir cada centímetro de ellos, mientras se movía de forma lenta.
Se sobre saltó al sentir una mano ajena escabullirse bajo su camisa, tocando su abdomen marcado con una parsimoniosa delicadeza y suavidad, pero no se molestó ni mucho menos la quitó, sino que al contrario, subió una de sus manos hasta la nuca del menor, enredando sus dedos sobre la suave y larga cabellera peliroja del chico.

Los labios de Hyunjin se presionaron con más brusquedad, haciendo que Minho soltara un jadeo, y así, el menor aprovechara e introduciera su lengua sin previo aviso dentro de la cavidad bucal del contrario.
El castaño no analizó mucho más y comenzó una guerra de lenguas, ambos luchando por tomar el control, pero ninguno cediendo ante el otro.

Finalmente fue Hwang quien se separó, mordiendo del labio inferior de Minho y tirando de este.
Ambos se miraron, con sus labios ahora rojos, húmedos e hinchados, y sus respiraciones agitadas.

Hyunjin sonrió, otra vez, con una inocencia pura, y se levantó del suelo, acomodando su ropa.

ㅡ Vuelvo en un rato, te traeré un cigarrillo y... algo de ropa, hace tiempo que no te bañas y estoy seguro de que anhelas una ducha.

ㅡ No sabes cuánto... gracias. ㅡ Minho pasó saliva nuevamente, con sus mejillas rojas y una sonrisa rota.

ㅡ Te ves bonito sonriendo, deberías hacerlo más. ㅡ El pelirojo se alejó, subiendo por las escaleras. ㅡ No hagas tonterías, hyung, vuelvo pronto. ㅡ Hyunjin se despidió con una última sonrisa, antes de salir por la escotilla.

Minho sintió su corazón latir de forma extraña ante el comentario del menor, pero no dijo nada, sólo se quedó con aquella nueva sensación en su interior, abrazando sus piernas y ocultando su rostro entre ellas, esperando hasta que Hyunjin volviera.

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1261 palabras

𝘮 á 𝘴 𝘤 𝘢 𝘳 𝘢  𝘥 𝘦  𝘳 𝘢 𝘵 ó 𝘯 ☆ 🄷🅈🅄🄽🄺🄽🄾🅆 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora