𝘮 á 𝘴 𝘤 𝘢 𝘳 𝘢 𝘥 𝘦 𝘳 𝘢 𝘵 ó 𝘯 ☆ 🄷🅈🅄🄽🄺🄽🄾🅆

𝙘𝙝𝙖𝙥𝙩𝙚𝙧: 𝙩𝙝𝙧𝙚𝙚

El golpe fue tosco, rápido y duro. No le había dado tiempo ni de pensar. De pronto su cabeza palpitaba y dolía como una terrible jaqueca.
Llevó una de sus manos a la zona golpeada, sintiendo algo húmedo caer por su rostro, y al mirar su mano, vio sangre. Demasiada sangre.

Conectó su mirada con Hyunjin, quien traía una expresión sombría en su rostro y el cuchillo de cocina en su mano derecha.

Lo había golpeado con el duro mango de aquel utensilio.

No tuvo ni un momento para pensar antes de que su vista se nublara y cayera inconsciente al suelo áspero y duro.

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Un sonido insoportable lo despertó, como de uñas rasgando una pizarra, o un cuchillo siendo afilado. No sabía distinguirlo, se sentía demasiado desorientado como para pensar.

Quiso abrir sus ojos, pero al hacerlo, sólo veía oscuridad. Por un momento creyó haber quedado ciego, pero supo que no, al sentir una tela sobre sus ojos.

"Lo que sientes es la sábana, Minho, todo fue una pesadilla, ahora debes levantarte rápido porque estás por llegar tarde a clases" pensaba, mientras su respiración era irregular.

Intentó moverse, pero sintió algo frío presionando sus muñecas. Probablemente unas cadenas. Ahora sus manos estaban detrás de su espalda, encadenadas, por lo que no podía quitarse la tela sobre sus ojos aunque quisiera... así supo que nada había sido una pesadilla.

Aún así, sus piernas estaban completamente libres, por lo que pudo levantarse del suelo sin problema, aunque con algo de esfuerzo debido al dolor punzante sobre su cabeza.

ㅡ Por fin despiertas, por un segundo creí que te había matado. ㅡ Una voz ajena, ronca, pero con un tono suave y dulce, se escuchó. Minho logró sentirla no muy lejos de él, tal vez en una esquina de la habitación.
Comenzó a desesperarse, quiso correr lejos, pero al hacerlo, el aire se le cortó y sintió una horrible presión contra su cuello.

Se desvaneció en el suelo otra vez, tosiendo e intentando recuperar el aire que se le había quitado.

Rogar porque lo dejaran ser libre y porque se le permitiera volver a casa, definitivamente no serviría de nada, y lo sabía. Aunque si lo pensaba bien... ¿qué sería peor? ¿estar en una habitación desconocida, donde probablemente moriría de una forma horriblemente dolorosa, a manos del asesino más sangriento del momento o volver a casa, a la escuela, donde la presión era tanta que su salud mental y física había decaído demasiado rápido los últimos meses, y donde probablemente también tendría una muerte pronta, tal vez ocasionada por sí mismo?
Pensó que tal vez sería mejor morir como una víctima de un asesino serial, ser recordado por todos, incluso desconocidos al salir en las noticias, a que morir en su propia habitación, siendo recordado por nadie más que su mejor amigo, porque era el único al que tenía.

Sin notarlo, sus lágrimas humedecieron la tela que cubría sus ojos. El sonido chirriante que lo había despertado se detuvo, y luego escuchó pasos acercarse a él. Pero ni se inmutó.

ㅡ Vamos. ㅡ Una mano sostuvo el cuello de su camisa, levantándolo del suelo y luego siendo acorralado contra una pared.

De pronto, pudo ver luz, la tela por fin había sido quitada de sus ojos, y ahora tenía unos filosos ojos oscuros frente a él.

ㅡ ¿Por qué lloras pero no te oigo suplicar por tu vida?

Minho no respondió, sus manos temblaban, no pensaba negar que sentía terror naturalmente por lo que el menor pudiese hacerle... pero no pensaba suplicar por algo que no quería.