Cuando en el vasto cielo azul se pudo ver la señal de auxilio, el corazón de Regis se estremeció.
<Mi... ¡¡Mi hija!!.... ¡¡Cassie!!>
Inmediatamente sacó el mapa de teletransportación y lo usó.
Todos los demás que estaban ahí, se quedaron pasmados por un breve instante; hasta que una bestia con gran maná apareció ante ellos.
Reaccionaron tratando de contener a la bestia; sin embargo, la cantidad de maná era impresionante, lo que dificultaba poder atraparla.
Los caballeros de alto rango no sabían si debían irse, ya que seguían apareciendo más mounstros; ellos eran los únicos que contaban con un mapa de teletransportación.
Los demás debían quedarse; dado que, si dejaban el lugar, las bestias podían bajar a las villas y causar desastres.
—¡¡Tienen que irse!!, ¡¡No pueden ignorar la emergencia imperial!!... Nosotros podremos lidiar con esto... —
Tras escuchar esas palabras, rápidamente ocuparon sus mapas.
A pesar de que solo se tardaron pocos minutos, era impresionante para ellos que no parecían alcanzar al Duque.
Regis con gran desesperación, angustia y enojo se acercaba al lugar donde se encontraba su hija y Cassie.
Fue el primero en llegar al área; tan pronto apareció, todos pudieron sentir esa aura poderosa y amenazante que transmitía.
En ese momento, podía matar casi a todos e incluso enfrentarse a las bestias, pero eso le llevaría algo de tiempo; por tanto, no llegaría luego con la joven Keizth y Jubelian.
Los caballeros que escucharon las órdenes de Julia, se lo comunicaron al Duque y se dirigió de inmediato hacia el templo.
Cuando él llegó, había varias personas rodeando el lugar y casi la mayoría de los caballeros imperiales estaban muertos.
La ira y la desesperación aumentaron, sabía que la probabilidad de que tuvieran a su hija era muy alta.
En ese instante, la magia poderosa de Cassie apareció; el Duque también recibió el impacto de esa luz violeta y azul, aunque logró protegerse a tiempo, por lo que sus heridas fueron menores.
Regis creyó que esa magia había sido ocupada para atacar a Jubelian, inmediatamente su corazón se turbó del miedo, pensando que algo malo le había pasado a su adorada hija.
<¡¡No!!... ¡¡Jubelian... Yo...>, su pensamiento se detuvo cuando observó a los demás postrados en el suelo, con un poco de sangre alrededor de su cuerpo.
Rápidamente se puso de pie y corrió hacia el templo; en ese momento, mantenía la pequeña posibilidad de que ella estuviera a salvo.
Cuando la vio de espaldas, un gran alivio entró a su corazón, era como si una gran y terrible carga se hubiera ido en ese instante; las lágrimas empezaron a brotar inconscientemente en su rostro.
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Cassie-- P.N.Q.C
RomansFANFIC Reencarne al final de mi novela favorita como un extra, siendo la hija de un marqués. Creí que al llegar al final de la historia, las cosas podrían ser sencillas, no tendría que preocuparme por un villano o que los protagonistas estén a salvo...