17. La realidad de las cosas

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Los padres de Cassie tan pronto llegaron al ducado Floyen, corrieron hacia la habitación donde se encontraba su hija.

La marquesa estaba completamente desesperada y angustiada por saber cómo se encontraba Cassie.

<<Esto es mi culpa...¡¡Todo por mi estúpida idea que estando cerca de ellos no sospecharían nada  y mi esposo podría ganar más poder!!...>>

<<¡¡No debí haber dejado que se involucrara tanto con la familia imperial!!... Desde el primer incidente que tuvo, era una clara señal para alejarla de ahí...>>, pensaba la marquesa mientras corría por el pasillo.

—Cariño, ve más despacio... Te puedes caer...— exclamó el marqués.

Sin embargo su esposa no hizo caso a su llamado.

Cuando vio al Duque afuera de la habitación, inmediatamente preguntó casi gritando.

—¡¡Mi hija... ¿Ella... Ella está bien verdad?!!—

Al ver a Regis manchado de sangre y conociendo la situación que su hija estaba cerca de la Emperatriz, era inevitable pensar la peor situación.

—¡Sí!... Cassie está a salvo...— respondió rápidamente el Duque.

Al escuchar eso un gran alivio entró a su corazón, sus piernas empezaron a temblar y empezó a sentir como si se quedara sin fuerzas.

El marqués llegó a sostenerla y en ese momento las lágrimas comenzaron a brotar sobre la cara de su esposa.

<<Mi bebé está bien...>>

Aunque estaba llorando y sentía débil su cuerpo, se puso de pie e inmediatamente entró a la habitación para ver a su hija.

Regis no supo que más decir después de solo comentarles que ella estaba bien.

El marqués también estaba muy preocupado por Cassie; sin embargo, a diferencia de la marquesa, trató de controlar sus emociones para ser el apoyo de su familia en esa circunstancia.

Él se acercó al Duque y habló.

—Su Excelencia, entiendo que siguen ciertos protocolos por la situación... pero ¿podría hacer que liberen a mi hijo, por favor?....—

—Yo les explicaré porque lo mandé al extranjero y me haré cargo....

—No tiene de que preocuparse... Haré que lo liberen y lo traigan aquí de inmediato....— lo interrumpió.  

—Y no tiene que dar ninguna explicación...— añadió el Duque.

Regis se había olvidado de Ritch, aunque no creyó que algunos de los capitanes o subcapitanes se atreviera hacer algo así; lo importante era que atraparan e interrogaran a los que verdaderamente habían traicionado al imperio.

El marqués solo se inclinó brevemente y entró a la habitación.

Regis rápidamente fue a dar la orden para que trajeran al joven Keizth.

Regis rápidamente fue a dar la orden para que trajeran al joven Keizth

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Cassie-- P.N.Q.CDonde viven las historias. Descúbrelo ahora