22. La visita inesperada

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Antes de que entraran, se acercó la caballero que había asignado Regis; de hecho era una familiar lejana de él, y aunque estaba a un año de graduarse oficialmente como caballero, era muy buena manejando la espada.

*imaginenla en lugar del color rojo porta un azul jeje*

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*imaginenla en lugar del color rojo porta un azul jeje*

—¿La caballero también va entrar?— exclamó el sacerdote.

—Sí... ¿Hay algún problema?...— respondió Regis.

—No... Solo pocas personas pueden entrar al templo principal, pero claro, hay excepción por ustedes...— le dijo sonriendo.

—Así que de ahora en adelante, solo esta caballero podrá escoltar a nuestra Santa en el templo, es decir, no podrá hacer un cambio, espero que lo entienda... El salón al que vamos es sagrado...

Regis se molestó un poco ante esa respuesta, iba a contestarle; pero Cassie lo sostuvo fuerte de su brazo, indicando que era mejor ya no decirle nada por el momento.

<Solo nos vamos a demorar más... Ya después veré como resolver esa situación...>

<De alguna manera pareciera que solo quieren discutir con Regis...>

El Duque se relajó y ya no le respondió nada.

—Vamos, es por aquí Su Excelencia...— indicó el sacerdote.

Mientras caminaban casi todos los sacerdotes querían acercarse a ella; sin embargo, el Duque les había advertido que no quería que la hicieran sentir incómoda, por eso solo los sacerdotes principales la saludarían

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Mientras caminaban casi todos los sacerdotes querían acercarse a ella; sin embargo, el Duque les había advertido que no quería que la hicieran sentir incómoda, por eso solo los sacerdotes principales la saludarían.

Cuando entraron al templo principal, el sumo sacerdote los saludo.

—Su Excelencia, el Duque...— dijo en un tono indiferente.

—¡¡Y nuestra querida y adorada santa!!.... Es un verdadero honor saludarla...— exclamó alegre y se inclinó.

— exclamó alegre y se inclinó

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Cassie-- P.N.Q.CDonde viven las historias. Descúbrelo ahora