SALVAJE // HARRY'S POV CLOCK STREET (larry stylinson)

1. You bring blue lights to dreams

Volver cada día significaba algo positivo. Algo tenía que estar haciendo bien para que la gente quisiese verme allí y a decir verdad aquello tranquilizaba mi atormentada cabeza. No fue fácil hacer de este sitio mío, mi esencia. Muchos me dieron la espalda, otros tantos me amenazaron por cerrar el tráfico de drogas, pero yo no quería eso en mi casa.

Nada más llegar, todos me recibieron entre vítores y aplausos. Aquella era mi familia, mis hermanos, los que guardaban mi espalda en cualquier momento de peligro. El público, la muchedumbre que noche tras noche se agolpaba en aquel barrio inusual perdido de la mano de dios, sin ellos no podría estar haciendo esto.

Como cada noche competí. Vistiendo mi chaqueta de cuero negra, mi camiseta básica blanca bajo la que se escondía el particular colgante que Liam me regalo antes de morir. Oh Liam, era como mi hermano y jamás terminaré de vengar su muerte.

Al terminar la carrera, Zayn corrió hacia mí preocupándose más por "su chica" que por mí. Era enfermizo la obsesión que tenía por tratar a todos nuestros vehículos en femenino. Así era Zayn, le conocí cuando éramos dos críos. Le defendí en su primera pelea cuando dos inútiles le acosaban por ser gay. Yo nunca he tenido mi orientación sexual definida. He estado con hombres y con mujeres y nunca me han pegado por eso.

- ¿Cómo te atreves a apostar a nuestra pequeña? Inconsciente -me recriminó Zayn como cada noche

- Tranquilo, mama oso, está sano y salvo

Todo el mundo me felicitaba, pero yo quería huir de ahí cuanto antes. Prender mi cigarrillo e ir a mi lugar especial. Aunque en verdad no tenía nada de especial. Era un pequeño prado con dos bancos y una valla de madera. Se convirtió en mi lugar especial el día de la muerte de Liam.

Después de acompañar a mi hermana a ver su cadáver no pude más y regresé a Clock. Camine y termine allí. Mientras lloraba me fije en la particularidad de aquel lugar. El color verde del césped contrastaba con el color marrón de los árboles y ahí en cuando me di cuenta de que ese conjunto de colores eran igual que los ojos de Liam.

Desde ese día, al acabar cada carrera me dirigía allí y hablaba con él mirando las estrellas.

- Joder hermano, otra carrera más...

Pero algo interrumpió mi conversación. No muy lejos pude divisar una pareja desesperada metiéndose mano. Eran unos críos, seguramente no tendrían más de diecisiete años.

- No me lo puedo creer Li, al parecer siguen sin entender que este es nuestro lugar

Sonriendo me acerqué a ellos con cuidado de no hacer ruido. Eran dos chicos, uno claramente era el pasivo, pero el otro no se veía demasiado varonil, a decir verdad.

- Eh chicos, chicos. Entiendo que tengáis las hormonas alborotadas, pero hacerlo en un lugar público y con esta temperatura es un poco estúpido

Ambos se giraron sonrojados, pero mi vista se clavó en el más bajito. Tenía las mejillas teñidas de rojo y sus ojos azules parecían el mar bravo golpeando contra las rocas de un acantilado. Ni siquiera me percate de que el otro estaba hablando, solo podía mantener mis ojos en él.

- Ha-Harry nos...

- Vaya, veo que me conoces...

Dirigí de nuevo mi atención a él, pero no podía dejar de mirarle de reojo. Era la persona más bonita que había visto jamás y se estaba dejando manosear. Debería estar expuesto en algún museo, sus ojos deberían considerarse un nuevo color en el círculo cromático, su cuerpo delgado tendría que ser únicamente mío, pero ahí estaba, siendo un cualquiera.

- ... Ni tú ni tu pasiva estáis dentro de mi plan esta noche, largaos

Pude ver su rostro encendiéndose por la furia y por la vergüenza.