"Amigo" [Milo Manheim Y Tú]

Capítulo 15

[TN]

Mí alma volvió entrar a mi cuerpo para hacerme reaccionar. Estuve a punto de decirle, iba a comenzar a pedir disculpas y dar explicaciones donde la única culpable sería yo, porque a final de cuentas, fui Yo quién decidió decirle a Milo sus sentimientos en estado de ebriedad mientras se lanzaba a sus labios para unirlos sin saber que desde ese momento se volvería como una adicción y darme cuenta de lo mucho que siempre lo necesite de esa manera.

Quizás no como siempre quise, pero...lo tenía.

Sin embargo, mis tartamudeos, el pánico y nerviosismo se vieron opacados por la estruendosa carcajada por parte de Mariam. Parpadee varias veces y la mire con el ceño fruncido, estaba demasiado confundida para captar; Milo se encontraba como si nada, ¿Pero qué? Andy solo me miraba burlón. Entonces, es ahí donde todo vuelve a la calma, respiro con alivio y mis mejillas se sienten calientes por lo que acaba de pasar. Mi alma a regresado para hacerme dar cuenta que todo ha sido una maldita broma y ahora, aquellos sentimientos desesperantes donde imaginé todo lo malo y estuve a punto de confesar todo para que se fuera a la mierda, quedaron a un lado. El enojo me invadió y resople.

¡Maldita sea! ¿Debería sentirme así? O esa es la manera en la que reacciona una cínica al estar a punto de caer en su propia trampa dada por la conciencia.

— ¡Hubieras visto tu cara! —dijo entre risas volviendo a tomar asiento.

— ¿Qué es lo gracioso? —espete molesta.

—Ya amargada. No entiendo porque te pones así, ¿Acaso estabas nerviosa?

— ¿Nerviosa? —ahora volvía a estarlo.

—Si, cuando te pregunté que hacías a solas con mi novio en el gimnasio, parecías nerviosa que hasta puedo decir que te pusiste blanca.

—Tonterías—alegue moviendo mi mano restándole importancia.

—Pues si, no deberías ponerte de esa forma, digo. Milo ya me explico todo y no es como que estén haciendo algo.

— ¿A qué viene todo esto Mariam? —intervino Manheim menor.

—A nada amor. Es que puso cara de espanto, obvio era broma Mensa, quizás fue por la manera en que pregunté, quería confundirte y tal vez espantarte un poco, pero no al grado de haber que la presión se te bajara.—rio—me dijo que estaban hablando algunas cosas, me imagino que cosas de ustedes, de Best Friends y que no puedo saber—hizo un puchero—luego me dices—susurro cubriendo su boca para que Milo no viera—. ¿En donde te habías metido? Cuando fui allí, tú no estabas, y cuando regrese al aula tampoco te encontré.

—A-ah, eso...

—Estaba conmigo, ¡Dah! —se apresuró a contestar Andy— ¿Con quien más puede estar? Los únicos que la soportamos somos nosotros—le di un golpe— ¡Auch! No maltrates la mercancía—me guiño un ojo, rodé los ojos—ya. Estaba conmigo, sabes que cuando no está con este, se encuentra conmigo. ¿Verdad preciosa? —movió sus cejas de manera sugerente.

La chica nos quedó viendo, ahora ella era la confundida.

—Entonces...ustedes dos—nos señaló—ya...

— ¡No!

No fui la única que gritó. La voz de Milo combinada con la mía dio a saber la respuesta, una que soltó con un tono molesto y quizás desesperado. Era claro que no le agradaba la idea, nunca le ha gustado... ¿Por qué?