Capítulo 10

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[TN]

No había dormido de la manera en como yo esperaba. Aquellos pensamientos que vienen a mi desde la fiesta, siguen sin dejarme en paz; ocasionando que por las mañanas no tenga ánimos de nada, y haciendo más grandes aquellas bolsas debajo de mis ojos.
Me encontraba alistandome para largarme pronto a la escuela, no tenía ganas de ir, pero, debía ir aunque fuera en contra de mi voluntad.

Quería que las cosas fueran como antes, lo cual, ya es más que claro que es imposible hasta un cierto punto.

Sigo siendo un lío, en donde la decisión que yo tomé, ya depende de un hilo. Uno delgado, que si llegase a pasar algo más todo se va a encontrar perdido. Y entonces si...

El juego dará comienzo.

- ¿Puedo pasar? -unos toques a mi puerta se escucharon y con ello la voz que tenía como dueño a la persona que me trae mal- ¿TN? ¿Estás?

-Si, estoy. Pasa-respondí cansada.

La puerta se abrió, entro con algo de timidez. Algo que no era parte de ese chico alto. Cerró y se apoyo en ella de espalda, sus ojos viajaron a mi y me miraron. Estaba equivocada, no era ese sentimiento, no era timidez. Era algo más, un sentimiento que no sabía descifrar.

- ¿Nos vamos? -interrogo sin quitarme la mirada.

Comenzaba a ponerme nerviosa.

-Mmm...s-si, solo...solo deja que me termine de alistar.

Quedamos en un sepulcral silencio. Uno dónde yo le dí la espalda y aún así, seguía sintiendo como me observaba.
Era de esos momentos en donde sabías la situación en la que te encontrabas, estabas "atada" sin saber que decir, o que hacer. Simplemente como actuar.
Desde la fiesta y todo lo que ha estado ocurriendo, como esos besos, parecía que cada vez nuestros encuentros se formaban incómodos y raros, porque aún no aclaramos nuestra situación. Porque aún no sabíamos que demonios íbamos hacer o que nos encontrábamos haciendo.

Qué pasaría entre nosotros.

Solté un suspiro y frunci mi ceño. Debía armarme de valor y encararlo de una vez por todas. Esto debía aclararse y quizás...terminar.

Pero, ¿Cómo terminar algo que ni siquiera había empezado?

Hastiada, de ser solo yo la complicada y tener un desastre mi cabeza. Di la vuelta, chocando contra su cuerpo. El me tomo y rodeo mi cintura con sus brazos, ¿En qué momento se había acercado?
Él seguía mirándome, yo lo miraba. Nuestros ojos miraban los contrarios; de manera lenta acaricio mi mejilla y por inercia cerré por unos segundos mis ojos para abrirlos y notar que seguía sin despegar su vista de mí. Trague saliva y entre abrí mis labios con la intención de decir algo, más no pude, menos cuando sus ojos cafés cambiaron de dirección. ¡Mierda! Estaba con la guardia baja, en espera de un movimiento, de que algo pasará. Qué se alejara y dijera que esto era un error o se acercara y no diera a esperar más. Y si, aunque fuese difícil de creer, esperaba la primera. Porque algo dentro de mí gritaba con fuerza que estaba mal, todo, pero...no podía hacer nada. No formulaba palabra alguna, ni tenía la fuerza necesaria para empujarlo y a este paso, sabía que de mi mejor amigo no saldría esa palabra que me ayudaría a entrar en razón.

Su respiración cada vez era más cerca y más, hasta quedar a menos de un centímetro de mi rostro. Está vez, él cerró sus ojos y rozó sus delgados y rosados labios con los míos y sin separarse me volvió a mirar, con aquellos luceros que parecían tan profundos y entonces. La espera dejo de serlo.

"Amigo" [Milo Manheim Y Tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora