Capítulo 21

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[TN]

A veces uno puede decir las cosas casi como prediciendo lo que realmente va a pasar.

Es como cuando dices: "El día no puede resultar peor" ¿Y qué es lo que pasa? Que termina siendo exactamente de esa manera. Peor. Quizás no a todos les pasa, pero en lo que se refiere a mi, si.

Me terminan saliendo las cosas al revés tal como se encuentra mi mundo desde que supe lo que significa estar enamorada y de tu mejor amigo.

Pensé que las cosas iban a seguir igual, pero resultó ser lo contrario. Desde ese día en que Milo salio con Mariam, ha pasado una semana desde que no he podido probar correctamente sus labios. El lunes por la mañana tuve apenas un roce con esos finos y rosados labios; el martes no hubo un contacto de ello, más que un juego de pies mientras tomábamos nuestros desayuno, el miércoles no pasa nada, ni un roce de pie o un jugueteo por debajo de la mesa. Solo recibí una disculpa.

El jueves hablamos un momento por celular donde nuestra conversación después se torno de una manera acalorada.

Y así paso hasta llegar nuevamente al lunes. En donde Mariam se apega mucho a él dejando en claro que es de ella. No puedo evitar sentirme frustrada y pareciera que Milo no quiere hacer nada.

Él solo me miraba mientras hacía alguna que otra mueca.

Rodé los ojos un tanto fastidiada y me levanté de mi asiento para salir del salón ignorando los llamados de mis amigos. No tenía ganas de dar explicación de a donde iba y tampoco es como que tuviera que darlas.
Y es que a decir verdad, no sabía hacía dónde iría, simplemente no quería no estar en el salón y mirarlos mientras se daban de besos y el estúpido castaño sonreía y acariciaba su mejilla.

Me sentía como una verdadera tonta.

Sin pensarlo mucho, decidí ir hacia el gimnasio e ir hasta detrás de las gradas donde solemos meternos Milo y yo.
Tome asiento en el suelo y suspire cansada mientras colocaba mis auriculares y ponía algo de música, cosa que no me distraeria porque cada melodía que escuchaba, me recordaba a él.

En especial...una.

No me preocupaba tanto las clases, en este momento teníamos libre la hora y tampoco tenía intensiones de entrar a la siguiente. Así que me acomode en aquel lugar junto a mi soledad y cerré los ojos sin importarme el tiempo que pasara.

En un momento dado, me recosté y comencé a tararear una canción, el sueño comenzaba a invadirme un poco y estaba a nada de caer cuando sintió como alguien me mueve y abro abruptamente mis ojos.

Era él.

— ¿Milo? —pregunté.

Le toque la cara, porque a lo mejor solo era mi imaginación o tal vez estaba dormida y era simplemente un sueño o una mala jugada de mi mente.

—Si, soy yo... ¿Qué haces? —preguntó divertido.

— ¿Eres real?

— ¿Qué? —soltó una risilla, sin embargo, se notaba una pequeña confusión en su rostro—Eso creo. ¿Quieres que te bese para confirmarlo?

—No lo creo—empuje levemente sus cuerpo con mis manos y me acomode para cruzar mis piernas y mirarlo— ¿Qué haces aquí? —interrogue.

"Amigo" [Milo Manheim Y Tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora