"Se, que tendré que decir hasta luego. Se... que intentar olvidarte no puedo, también se, que está noche es nuestra despedida y de nuevo volver a llamarte...si te veo con ella saludarte y decirte amigo..."
Aquella melodía se repetía una y otra vez en mi reproductor. Lo cual, quedaba perfecta con la situación por la cual me encontraba atravesando. De mis ojos no paraban de salir las lágrimas hasta descender por mis mejillas, mi cabeza dolía de tanto expulsar la tristeza que mi cuerpo sentía y siente desde que todo comenzó; mis ojos se encontraban hinchados. Esa es la manera en la cual una persona puede terminar por enamorarse de alguien que sabes, jamás vas a tener y que solo podrás llamar como mínimo para toda la eternidad...
"Amigo..."
Porque lamentablemente, hay personas que llegan a tu vida solo para quedar con ese título.
Cada quién es responsables de las decisiones que se llegan a tomar, nadie nos obliga, nosotros solo aceptamos a pesar de saber que las cosas pueden terminar bien o con un corazón hecho trizas, como es mi caso en estos momentos. La culpa ni siquiera será compartida, solo de uno mismo, porque fuimos quien tuvo ese poder de dar una respuesta afirmativa o negativa a todo lo que iba a pasar. Entonces, si sabemos de sobra que esto es así; ¿Para qué nos arriesgamos? ¿Por qué le echamos más sal a la herida? ¿Sabes por qué? Porque hay veces que podemos ser tan ilusos, soñadores, damos a despertar una esperanza que nunca debe de aparecer, solo por pensar que todo puede cambiar y no terminar de la manera en la cual supimos desde un principio que terminaría. Por llegar a imaginar por solo un momento que un pensamiento podría cambiar o que aquellos sentimientos llegarían a ser correspondidos después de todo lo que han pasado, pero, vemos que no es así y solo queda como eso, porque eso es lo que son... ilusiones, sueños, dulces sueños y pizcas de esperanzas.
—Milo...—murmure— esto tiene que acabar—el nudo en mi garganta se disolvió al estar frente a frente con ese chico.
Mi mejor amigo, porque ese siempre será su título y el rol que tendrá mientras se encuentre en mi vida.
Quizás ya por un corto tiempo.
— ¿Qué? —su mirada reflejo un poco de tristeza. Sus ojos brillaban, pero, no de la manera en que deberían.
—Lo que escuchaste, esto tiene que acabar—repetí.—fue un error. Solo... solo perdimos el control, se que tu corazón jamás me va a pertenecer de la forma en que yo quiero—le dedique una sonrisa de lado con la tristeza a flote—y está bien—solo con decir esas palabras me quebré más. Porque no, no estaba bien, pero, no podía hacer nada al respecto. Suspire fuertemente, deje que las lagrimas siguieran cayendo—. Esto nunca tuvo que pasar, ella es... es mi amiga, ¿Si quiera puedo seguir llamándola de esa manera? ¿Después de todo lo que ha pasado? No puedo creer que haya hecho esto, pero lo hice. Y si, dije que fue un error, sin embargo, ¿Sabes que es lo peor de todo? Qué a pesar de aceptar que estuvo mal lo que hicimos; no me arrepiento, no cuando por un momento pude tenerte, lo cual me hace sentir más horrible. Y se que no puedo cambiar nada, lo hecho, hecho está y ese botón de rebobinar no existe para poder cambiar todo lo que paso.
—TN...—se acerco y di un paso atrás. Ahora no, todavía no podía, aun había cosas que debía decir y no sabía cuanto más resistiría para lanzarme sobre de él—yo... te quiero.
Si, me quiere. Ese es el problema.
—Pero no me amas—sin poder evitarlo rompí en llanto ya sin importarme su presencia. Un llanto fuerte y amargo al saber la realidad.
Amar y querer no es lo mismo.
Él me quiere...
Yo lo amo...
— ¡No! —gritó de repente, casi como si estuviese arrepentido de sus palabras—si te amo, es solo que...
—No—negué.—no me amas. Si fuese así, no lo dudarías ni por un segundo, no pondrías peros. Y si realmente sientes eso por mi, seamos honestos, lo haces como un amigo ama a una amiga que conoce desde pequeños. Con quién ha crecido y antes sus ojos solo a sido como una hermana y compañera de aventuras. No confundas los tipos de amor. Porque yo no quiero tu amor de esa forma—ladee mi cabeza—quiero tu amor de la forma en que es dedicado a... ella. Que me mires como lo haces con ella, ¿Acaso has visto como la miras? Fui tan ingenua el creer que las cosas podrían cambiar—reí amargamente—solo vi cosas donde no habían ni existían. Me confundí, confundí cada acción y sola me lleve a las nubes para bajar de sopetón. —mire hacía la ventana por unos segundos, para mirarlo nuevamente y continuar;—de ahora en adelante—era momento de terminar. Suspire y lo mire. Sus ojos se cristalizaron porque sabía lo que venía a continuación. —no más agarradas de mano bajo la mesa, no más tiernas e inocentes caricias, no más besos robados ni a escondidas. Cada vez que te vea con ella. —solloze—con el amor de tu vida, se que no será del todo difícil, porque eso nunca cambio, porque siempre te dije así, porque ante los demás ese es tu nombre. Con el que te puedo llamar, he practicado tantas veces, lo he repetido millones de veces, mi corazón de llamo de una forma diferente, pero, de nuevo te tendré que llamar... amigo. Él tiene que llamarte así. Porque eso siempre lo has sido y a pesar de eso, duele tener que hacerlo, porque me recuerda que eso serás para siempre.
—Por favor, no...—tomo sus cabellos con desesperación—es que..., ¡Maldición! yo no sé que es lo que siento. No quería que esto pasara. Es que, si tan solo supieras, desearía ser sincero.
—No digas más, ya paso y no podemos hacer nada, debimos de ser consientes o yo debí de serlo. Lo único que puedes sentir hacia mi es... deseo, un deseo pasional y un cariño, eso es lo que pasa. Aunque intentes decir que me amas, yo se que no es así, no te confundas más, la respuesta ya la tienes. Ambos sabemos que a quién realmente amas, es a ella. A tu novia. A mi amiga.
Era el momento de dar un punto final en definitiva a lo que tuvimos por este tiempo que no pensé que fuese tan corto. Era lo mejor, no podíamos seguir así, yo no podía porque con el pasar de los días, más daño me hacía y la herida se hacía grande, demasiado; una herida que no será fácil de cicatrizar o siquiera de cerrar. Era momento de cerrar este episodio en donde pude tener al chico que me hacía flotar en las blancas nubes, entre mis brazos y bajo mis sabanas. Ahora esas nubes eran grises, pero fue el color que yo elegí y ahora, solo debía aceptarlo y vivir con él.
Lo tome por el cuello y lentamente acerque nuestros rostros para rozar con cariño por unos segundo nuestros labios. Demostrarle todo lo que aún seguía sintiendo por él, solo seguí así, hasta que el decidió convertirlo en un profundo beso. Me tomo por la cintura y comenzó a subir sus manos por mi espalda con total delicadeza. Me separe y lo mire a sus ojos, los cuales cuando era una niña, me parecían los mas feos para después de un largo tiempo volverse mis favoritos. De ser ordinarios, comunes y corrientes, pasaron a ser únicos, hermosos, brillantes, especiales y desear que solo me mirasen a mi.
—Está noche—susurre cerca, tentándome y tentándolo a unirlos nuevamente—es nuestra despedida—me abrace fuertemente a él y comencé a llorar con fuerza—y después de esto, como ya dije... volver a llamarte... "amigo".
Aunque me dolía, siempre supe que ese era su papel en mi vida y ese era mi papel en la suya.
Amigo
|[-]|
By: WriterLoser
🥀🌧️
ESTÁS LEYENDO
"Amigo" [Milo Manheim Y Tú]
FanfictionHabía resguardado sus sentimientos durante muchos años. Sin embargo; una fiesta y alcohol recorriendo por sus venas, aquello que tanto oculto, salió a la luz y con ello. Un beso. Un beso que jamás debió pasar. Si, exactamente eso fue lo que ocurrió...