Sweet Little Creatures In One Home [L.S] (Trilogía SLC II) [M.Preg]

¿Qué se siente?

N.A: Posible spoiler de este capítulo pero creo que lo veo necesario por si no les gusta este tipo de contenido...
¡Alerta de contenido LB/HT!
Ahora sí, continúen con la lectura.

•••

Harry y Louis habían al fin decidido irse a su habitación a recostarse, después de haber terminado un pequeño maratón de dos películas; una elegida por Harry y la otra por Louis.

Ahora simplemente estaban recostados en su cama, como era costumbre, Harry tenía su cabeza recargada en el pecho de Louis, mientras él jugaba con sus rizos.

Platicaban de cosas triviales, en la espera de que alguno de los dos se quedara dormido. Hubo un momento en donde sólo se escuchaban sus respiraciones, hasta que una risa ahogada, por parte de Louis, se hizo escuchar en la habitación.

Harry levantó su cabeza, viendo parte de la cara de su esposo. Alzó su mano, deslizó su dedo índice por la mandíbula marcada de Louis. El castaño apretó sus labios, arrepintiéndose de inmediato de haberse delatado, pero la duda que surgió en su mente fue la causante de ello.

—¿Qué?— preguntó Harry, riendo por su gesto al tratarla de contener.

Louis negó con la cabeza varias veces. Dejó un beso en sus rizos, sonriendo después de ello.

—Nada, amor. Una duda un poco rara.

Harry se reincorporó en la cama, poniéndose de lado, recargado su brazo sobre un lado de la cama, para así poder ver mejor a Louis.

—Siempre tienes dudas y pensamientos raros, cariño. ¿Ahora cuál de todos los inimaginables es?

Louis bajó su vista al rizado, sonrió y no pudo evitar pasar su lengua por sus labios, humectándolos un poco con su saliva. Se quedó unos segundos viéndolo. Notando el interés que su esposo demostraba por él, por sus ideas, inclusive las más raras y tontas para él.

—Yo... me preguntaba qué es lo que...— se sintió un poco apenado y nervioso. El calor subía por sus mejillas ante la idea de decirle lo que había cruzado por su mente. —Lo que tú sientes cuando hacemos eso.

Harry frunció su ceño desconcertado. No entendía a lo que se quería referir.

—¿Hacemos qué?— enarcó una ceja.

Louis tomó un largo respiro. Entrelazó la mano libre de Harry, empezó a jugar con ella.

Louis podía decirle cualquier clase de cosas a Harry, incluso de lo que se trataba el tema, pero no en la forma que lo había pensado, pues en cierta parte, lo hacía sentir un poco avergonzado por esa clase de cuestionamientos nocturnos.

—Ya sabes, amor. Lo que sientes tú cuando estás abajo en... eso.

Harry chasqueó su lengua en cuanto comprendió lo que su esposo le trataba de decir. Era gracioso para él, Louis nunca se mostraba nervioso cuando hablaban de ello, es más, al castaño le divertía, y Harry, en su mayoría era el que más se sonrojaba y apenaba con ello.

—Ya entiendo.— dio un ligero asentimiento con su cabeza. —Qué se siente ser yo cuando hacemos que hicimos para tener a Ayla.— apretó sus labios para contener la risa por la forma en que se le ocurrió responderle, pero le causaba risa la forma en que Louis trataba el tema. Tubo que apretarlos con más fuerza cuando Louis movió su cabeza de arriba abajo como niño pequeño al saber que había acertado.

—Sí, es decir, no lo sé. ¿Qué sientes tú? ¿Bien? ¿Extraño? Es que no sé cómo imaginarlo, qué tal si no es tan agradable esa sensación. Yo pienso que no lo es tanto. ¿Sentir algo dentro tuyo?— hizo una mueca de dolor.