Sweet Little Creatures In One Home [L.S] (Trilogía SLC II) [M.Preg]

Buenos genes

—Uh, uh. ¿Podemos comprar más galletitas, papi?— el pequeño alzó su cabecita. Mirando atentamente a Harry.

Louis rodó los ojos divertido. Había olvidado que ya no era él a quien le pedía las cosas, sino a Harry porque era un poco... más accesible a las peticiones del pequeño. Rio a lo bajo.

—Siempre y cuando no comas demasiadas en un día y lo hagas después de comer bien, cielo.— estiró su mano hacia el pequeño, quien la tomó muy feliz al conseguir lo que quería. —Thommas y yo iremos por sus galletas, ¿Ayla y tú pueden ir a comprar lo demás, cariño?

—Ayla empieza a ser buena compañera de compras, ¿no es así, cariño?— dio un ligero apretón en su mejilla a la pequeña que tenía frente suyo en su carrito de supermercado, sacándole una risita. —Creo que podremos con ello.

—Bien. Vamos, bebé.

Harry y Thommas caminaron lejos, desapareciendo de la vista del castaño. Que seguía en el mismo pasillo buscando unas cosas que hacían falta.

Louis iba avanzando por el pasillo, observando la gran variedad de especias que había frente a él, buscando algunas que Liam les había recomendado para mejorar sus platillos. La pequeña bebé iba en su carrito, mirando atenta a su papá concentrado. Tenía su boquita abierta.

—Tu tío Liam pide cosas muy extrañas y difíciles de encontrar, linda.— se quejaba con ella. —Podemos quitarle el título del segundo tío favorito por eso, ¿estás de acuerdo?— la bebé sólo sonrió. —Tomaré eso como un sí.

Pasó varios minutos allí, y al parecer su hijo y su prometido no tenían mucho interés en volver a su lado. Había cambiado a su bebé, ahora la llevaba en sus brazos, y ella muy feliz de estar así con su papá.

Una voz desconocida lo sacó de su mundo de amor con su bebé.

—Hola, guapo.— saludó una mujer joven de no más de veintitrés años.

Louis se giró, sorprendido por la forma en que había sido llamado y por venir de una completa desconocida.

—Amm... hola.— fingió una sonrisa. Volviendo a tener mucho interés en las especias.

—Eres papá de ésta bebé hermosa, ¿cierto? Se parecen mucho en los buenos genes. Tan preciosa como lo es su papá.

Louis tuvo que contener dejar salir una risotada por el atrevimiento de aquella mujer para decirle cosas así de la nada, como lo era por pensar que era hetero y le devolvería el intento de coqueteo.

El castaño decidió divertirse un momento con aquella situación. Movió a su pequeña en brazos, haciéndola reír.

—Es cierto, todo lo que dices. Es muy hermosa al parecerse a mucho a su papá.— acomodó sus ricitos que caían en su frente. —Heredó buenos genes.

—Sí, lo hizo.— se acercó de manera provocativa al castaño.

Louis apretó sus labios al darse cuenta de ello. Alzó una ceja y sonrió con diversión.

—Y ahora debo ir con su hermoso papá que le heredó gran parte de sus buenos y lindos genes. ¿Verdad, linda? Vamos a ver a papi y a tu hermanito.— apretó su naricita. La pequeña reía y cerraba sus manitas.

—¿E-ella no es tu hija entonces?— su tono de voz cambió a uno apenado.

—Lo es, claro que lo es. Y tiene otro papá muy atractivo que me está esperando con nuestro hijo en alguna parte de este supermercado.— se encogió de hombros. —Lo siento. Para la siguiente no llegues de esa forma con extraños.

La chica se quedó inmutada, viéndolo alejarse.

—L-lo siento...— murmuró apenada.

Louis apretó sus labios, mirando a su pequeña muy atenta a él con una sonrisa, como si ella hubiera comprendido qué era lo que pasó en ese momento.