↣un día... en el pasado, 14 y 15 años
Era la primera vez que iba a ese salón, y todo por el extraño chico que había logrado llamar su atención.
Se trataba del adorable Chifuyu Matsuno, quien, a pesar de llevar ese ridículo peinado con forma de empanada, a la vista del pelinegro era la cosa más linda que había visto.El rubio era conocido como un delincuente en toda la escuela pero, para sorpresa de todos, estaba en el puesto número sexto, de entre los 10 mejores alumnos. Y Baji no lo había notado hasta el día en que decidió volver a estudiar. Ahora lo seguía cada tanto que tuviera tiempo, lo cual era en cada recreo u hora libre.
Chifuyu no era tonto, sabía de la existencia de su acosador, en parte porque lo había notado y en parte porque sus compañeras le habían avisado.
—Oye, Matsu-chan, ese chico extraño te ha estado siguiendo desde temprano. ¿Lo conoces?
El rubio se giró hacia donde la chica señalaba y notó al pelinegro con lentes de botella, leyendo disimuladamente un manga, el cual sepa Dios de dónde lo había sacado.
—No realmente, pero gracias por avisarme, Sora-chan —respondió simple. La chica respondió con una sonrisa y continuó tranquilamente su camino junto a sus amigas.
Antes de copiar a su compañera y seguir caminando a su salón, echó una última mirada al mayor, quien corrió la vista con rapidez, nuevamente al libro en sus manos.
Ahora había aprendido a disimular mucho más sus miradas y Chifuyu trataba de no ir a muchos lugares, así el pelinegro no debía molestarse tanto en buscarlo. Pese a eso, seguían sin dirigirse la palabra, hasta ese día. Uno de los maestros tomó de improviso a Keisuke, aprovechando que pasaba por ahí, y le entregó unos trabajos, pidiéndole que se los entregara al alumno Chifuyu Matsuno, de la clase 1.
Claro que Baji tenía más que claro el salón del rubio y mucho más quién era él, aún así fingió que no lo conocía de ningún lado.Un chico que iba saliendo del salón casi chocó contra el pelinegro, quien estaba por ingresar. El menor se disculpó y continuó su camino, dejándole el camino libre. Antes de continuar, tomó un suspiro y acomodó sus lentes. Luego caminó con seguridad hasta el asiento del rubio y tosió en falso, llamando su atención.
—¿Sí? —preguntó el menor. Estaba sorprendido y medio dudoso del por qué el pelinegro se había dignado a hablarle.
—El profesor me pidió que te entregara esto —respondió, estirando su mano que sostenía las hojas.
—Oh, de acuerdo, gracias —contestó con una sonrisa, la cual bastó para hacer sonrojar al alto, quien sonrió de regreso.
—De acuerdo... me iré ahora. —dicho y hecho, se dio vuelta y salió del salón.
Chifuyu rió. Eso había sido extraño. Observó las hojas que le fueron entregadas, notando que estaban levemente arrugadas. Probablemente Baji las había presionado de más debido a sus nervios. Eso le pareció tierno.
—De acuerdo... —dijo para sí mismo.
Luego de ese día, en cada ocasión que se cruzaban, Chifuyu saludaba al mayor y continuaba con su camino. La primera vez, Baji se sorprendió, pero logró responder antes de que el rubio se alejara lo suficiente como para no escucharlo.
Se mantuvieron con esos pequeños saludos, hasta cierto día, en que el menor se metió en una pelea, la cual era media injusta, ya que se trataba de él contra unos 9 chicos.Baji, quien iba caminando junto a dos amigos suyos, vio la situación y no dudo en actuar. Dejando a Draken con la palabra en la boca, se acercó por detrás al líder y habló.
ESTÁS LEYENDO
Relatos de una familia cualquiera ➪ Drakey/Drami
Fanfiction//𝘭𝘢 𝘷𝘪𝘥𝘢 𝘥𝘦 𝘤𝘢𝘴𝘢𝘥𝘰𝘴 𝘥𝘦 𝘔𝘪𝘬𝘦𝘺 𝘺 𝘋𝘳𝘢𝘬𝘦𝘯, 𝘦𝘯𝘵𝘳𝘦 𝘰𝘵𝘳𝘢𝘴 𝘳𝘦𝘭𝘢𝘤𝘪𝘰́𝘯𝘦𝘴\\ ⚠︎𝗹𝗼𝘀 𝗽𝗲𝗿𝘀𝗼𝗻𝗮𝗷𝗲𝘀 𝗻𝗼 𝗺𝗲 𝗽𝗲𝗿𝘁𝗲𝗻𝗲𝗰𝗲𝗻 (𝗼𝗯𝘃𝗶𝗮𝗺𝗲𝗻𝘁𝗲), 𝘀𝗼𝗻 𝗰𝗿𝗲𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝘆 𝗽𝗿𝗼𝗽𝗶𝗲𝗱𝗮𝗱 𝗱...