cap 13 ⇡

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holis, 2 notis.
1) pidoperdón por estar ausente durante estas semanas, estaba a mil con la uni, y el lunes pasado recién pude liberarme, oficialmente estoy de vacaciones :')
2) hace semanas había llevado mi compu (lo que usualmente uso para escribir las historias), a arreglar, pero decidió no prender más, asique ripió, ahora uso mi cel y me es más difícil, pero bueno, aprecio la comprensión <3

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Besos y más besos fueron dejados sobre el rostro del castaño.
No se quejaba, es más, los disfrutaba. Su novio no era de mostrar mucho cariño, especialmente si otras personas se encontraban por allí, por lo que decidió que era mejor permanecer callado, mostrando únicamente una sonrisa en respuesta.

—Todo está saliendo bien. —dijo el platinado, apenas separándose de su novio— Me alegra que Mikey-kun haya vuelto.

Muto acarició la cadera de menor por sobre la ropa y asintió.

—Sí, es bueno. —susurró, ahora siendo él quien besaba al otro— Podrás verlo más y yo podré tener más tiempo de ti para mí.

Sanzu sonrió, ahogando una risa al sentir el aliento del mayor sobre su cuello.

—Es cierto que podré verlo más... —paró cuando Muto besó con fuerza su piel, al punto de dejar una marca— pero no es por eso que estoy feliz.

El castaño continuó dejando pequeños besos alrededor de la marca que acababa de hacer.

—¿Ah sí? ¿Entonces por qué?

—Porque... al fin podremos tener más tiempo juntos.

Sanzu sintió al alto alejarse hasta que sus ojos se encontraron.

Si bien Muto sabía y comprendía sobre la admiración de su novio hacia el petiso, nunca se le dio por ponerse celoso o mandon, ya que sabía que los sentimientos que el pelirosa sentía por él y por Mikey, no llegaban a parecerse ni de cerca. Sin embargo, oírlo decir que su felicidad no se debía a poder verlo más a Sano, si no a que iban a poder estar más tiempo juntos ellos dos, lo hizo el hombre más feliz del mundo.

Sin saber qué decir o cómo reaccionar, simplemente sonrió y besó con fuerza sus labios.

—Te amo, Haru. —declaró, haciendo que un leve sonrojo apareciera sobre el rostro del mencionado.

—Yo más, Yasuhiro. —devolvió el beso con más instensidad, sonriendo en medio.

Si en ese momento, alguien le preguntaba quién era la persona más feliz del mundo, respondería convencidamente que él.

La música seguía sonando en la sala mientras algunas parejas bailaban al compas y otras los observaban felizmente desde sus asientos

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La música seguía sonando en la sala mientras algunas parejas bailaban al compas y otras los observaban felizmente desde sus asientos.

Hideki seguía durmiendo plácidamente sobre Kakucho, mientras Draken y Mikey bailaban.

Relatos de una familia cualquiera ➪ Drakey/DramiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora