no se si lo dije antes, pero el cabello de Hideki es rubio, como sus dos padres, pero estos están teñidos, siendo el tercer color de Mikey (rubio/gris/negro) y el segundo de Draken (rubio/negro).
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↣un día
Ambos menores se encontraban echados boca abajo en el suelo del living mientras esperaban al mayor, quien se encontraba en la otra sala preparando una deliciosa chocolatada.
Era domingo, por lo que ninguno trabajaba o debía salir a hacer mandados.
La noche anterior apagaron la alarma y se acostaron tarde. En consecuencia, también se levantaron tarde.
Si no fuera por Hideki, que fue quien los despertó, en ese mismo momento seguirían en la cama.Como no tenían nada que hacer, decidieron ver los álbumes de fotos que tenían guardados.
El pequeño rubiecito señalaba la imagen cada vez que veía a alguno de sus padres o tíos.
De los siete álbumes, en al menos tres habían imágenes de ellos como familia, desde el noviazgo hasta la actualidad. En los otros había de la época donde eran amigos y mantenían que se gustaban en secreto.—¡Papa! —exclamó el menor a la par que colocaba su pequeño índice sobre el rostro del entonces peligris.
Mikey sonrió con nostalgia.
En la foto estaba él junto a Baji, su amigo de la infancia. El pelinegro lo rodeaba desde los hombros con el brazo derecho y con la derecha señalaba hacia la cámara con el meñique elevado. Una gran sonrisa se mostraba en su rostro. Él mantenía una pequeña sonrisa sin mostrar sus dientes y debajo de sus ojos habían grandes ojeras, lo que le daba aun aura triste. Aun así, ese fue uno de los días más felices de su vida. En ese entonces ambos tenían 17 años e iban en su ante-último año de preparatoria.
—Sí, ese es papá. Yo —se señaló así mismo, esperando que el niño lograra comprenderlo. Hideki le regaló una dulce sonrisa.
Cambiaron de página. Ésta vez Hide señaló a su padre Ken, quien estaba abrazado junto a una chica rubia, quien sonreía grandemente.
—Ese es tu otro padre y tu tía Emma.
El niño continuó mirando la foto por un largo rato. Luego observó al mayor.
—Ese día, si bien recuerdo, era el cumpleaños de tu tía y pidió una foto con cada uno de los invitados. Mira —cambió de página y apareció Emma abrazada, esta vez, con un chico peliazul— ese es tu tío Hakkai— volvió a cambiar la hoja y ahora eran Emma y un chico con el cabello de colores— tu tío Kazutora, luego tu tía Yuzuha, tu tío Takemicchi, tu tío Souta...
—Si sigues así, llegarás al final del álbum —interrumpió Draken, quien volvía a la sala con dos tazas de chocolate caliente, junto a una sonrisa, decorando su rostro.
Mikey rió.
—Es verdad... —respondió a la vez que aceptaba la taza caliente. Aún así, continuó cambiando de página, hasta llegar a la última.
Draken tomó asiento a su lado y, dejando a un lado la suya, extendió los brazos a su hijo, quien rápidamente se puso de pie. El pelinegro se estiró aún más, así el niño no tuviera que caminar y lo alzó desde las axilas, pasando por encima de Sano, hasta tenerlo sobre su regazo. Su sonrisa se ensanchó sobre su rostro una vez lo tuvo frente a él.
—Mi bello niño... —habló, besando sus blancas mejillas— te amo.
Hide sonrió disfrutando de los mimos.
Mikey, aprovechando el momento, tomó silenciosamente la cámara que guardaban junto a los álbumes y tomó una foto de ambos amores de su vida. Capturó el momento justo en que Draken y Hide se observaban con cariño.
El flash, que ni se preocupó en desactivar, lo delató y recibió como respuestas unas miradas sorprendidas. Sonrió bajando la cámara.—Irán al nuevo álbum —dijo simple.
Draken colocó al menor sobre sus piernas y rió.
—¿Nuevo? ¿Ya? —preguntó con gracia.
Mikey asintió.
—Mhm, sería el octavo, creo —volvió a apuntar la cámara hacia el mayor y tomó otra, esta vez, Ken se mantuvo observando al petiso, dejando en evidencia fotográfica la forma en que lo miraba. Era una mirada llena de amor y cariño.
Mikey se mantuvo observando la imagen por unos largos minutos. De fondo oía al mayor hablando con el pequeño. Sonrió.
—Ken-chin... —llamó, aún con su mirada sobre la imagen.
El mencionado se giró a él con atención.
—¿Sí, amor?
—Te amo.
Draken abrió los ojos con sorpresa, permaneciendo unos pocos segundos así, pero luego los relajó, dando paso a una adorable sonrisa.
—También te amo, Mikey —respondió. Cuidadosamente se acercó al petiso y depositó un suave beso sobre su cien— Para toda la vida.
No era la primera vez que se decían aquellas palabras, es más, se las repetían todos los días, pero en ese momento fue diferente, como si reafirmaran su amor una vez más.
Mikey no pudo evitar sonreír.
→+800 palabras
amo los álbumes de fotos "antiguos", de cuando se revelaban las fotos y las guardaban en los libros con plastiquitos; ahora es todo foto con el teléfono y me parece medio triste, jajajaja
dentro de unas horas es mi cumpleaños, asique les regalo una actualización💝
en fin, disculpen los errores ortográficos, tengan un/a lindo/a día/tarde/noche <3
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Relatos de una familia cualquiera ➪ Drakey/Drami
Fanfic//𝘭𝘢 𝘷𝘪𝘥𝘢 𝘥𝘦 𝘤𝘢𝘴𝘢𝘥𝘰𝘴 𝘥𝘦 𝘔𝘪𝘬𝘦𝘺 𝘺 𝘋𝘳𝘢𝘬𝘦𝘯, 𝘦𝘯𝘵𝘳𝘦 𝘰𝘵𝘳𝘢𝘴 𝘳𝘦𝘭𝘢𝘤𝘪𝘰́𝘯𝘦𝘴\\ ⚠︎𝗹𝗼𝘀 𝗽𝗲𝗿𝘀𝗼𝗻𝗮𝗷𝗲𝘀 𝗻𝗼 𝗺𝗲 𝗽𝗲𝗿𝘁𝗲𝗻𝗲𝗰𝗲𝗻 (𝗼𝗯𝘃𝗶𝗮𝗺𝗲𝗻𝘁𝗲), 𝘀𝗼𝗻 𝗰𝗿𝗲𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝘆 𝗽𝗿𝗼𝗽𝗶𝗲𝗱𝗮𝗱 𝗱...