cap 20

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buenas, buenasss, soy yo actualizando a las 2.15 a.m. jajsjsja, pidoperdón y gracias<3

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un día

La alarma sonó por segunda vez, indicando los 10 minutos que habían dejado pasar de la hora acordada. Draken estiró la mano y, tomando el celular, la apagó. Suspiró con cansancio y se giró en su lugar, quedando en dirección de su pequeño esposo, quien dormía plácidamente

Era Lunes, por lo que comenzaba una nueva semana.

Estiró un brazo y rodeó la cadera contraria, para luego tirar de él hasta chocar su espalda con su pecho.
Un quejido del petiso de escuchó, lo que le hizo sonreír.

—Mikey... —susurró en su oído, para luego bajar a su cuello y comenzar a besarlo.

Mikey abrió los ojos y se giró hacia el mayor. Su rostro somnoliento era bellísimo a sus ojos.

—¿A quién planeas despertar con esos besos? —preguntó sugerente, mientras se enredaba en el cuerpo contrario y escondía su rostro en su cuello.

Ken sonrió y comenzó a acariciar el cuerpo del pelinegro, teniendo como respuesta su respiración agitada.

—Cualquier resultado me viene bien. —respondió con una sonrisa.

Ruidos de platos y voces provenían de todas partes del restaurante

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Ruidos de platos y voces provenían de todas partes del restaurante. Todos los cocineros se movían sin parar, mientras que el pequeño Hideki jugaba con su tío Mitsuya en la barra.

Eran las 11:55 am, por lo que faltaban pocos minutos para que su papá Ken pasara por él.

—¿Quién es el bebé más lindo? —preguntaba, para luego besar su rostro repetidamente, mientras se respondía que él lo era y reía junto al rubiecito.

—Conmigo no hacías eso. —habló una voz detrás de él.

Mitsuya se giró y notó allí a su hermana Luna, observándolo con una ceja levantada. El mayor no pudo evitar reír.

—Por supuesto que sí, sólo que eras muy chica para recordarlo. —respondió, a lo que la chica reaccionó con una mueca.— Por cierto, ¿qué haces aquí?

La pelirosa tomó asiento, dejando su bolso sobre su regazo, y extendió su mano a Hideki, quien comenzó a jugar con ella.

—Vengo a almorzar con unas amigas, pero creo que soy la primera en llegar.

—En ese caso deberías buscar una mesa, no sentarte en la barra. —comentó.

—Es que te vi, asique decidí acercarme.

Mitsuya asintió. Vio a su hermana sonreír al pequeño y se le ocurrió una idea.

—¿Quieres sostenerlo? —preguntó.

Relatos de una familia cualquiera ➪ Drakey/DramiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora