20. Va a regresar 🩸🍋

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-Extiende tus manos.- Sanzu tomó su cinturón y lo coloco en mis muñecas.

Ahora estaba literalmente amarrada a él.

Mis senos estaban expuestos, colocó su boca en uno de ellos, haciendo pequeños círculos con su lengua  y su  mano se metía dentro de la tela de mis bragas deslizando sus dedos sobre mi centro ejerciendo presión.

-Tenía tantas ganas de acabar lo que empezamos.- Suspiraba con su boca aún lengueteando mi pezón dejando pequeños hilos de saliva entre palabra y palabra, parecía que chupaba una paleta, yo ya era un mar abierto.

Sus dedos no entraban aún por completo dentro de mi, jugaba de arriba a abajo entre mis labios superior e inferior,  mi cuerpo no podía sostenerse, así que lentamente incline mi espalda hacía la superficie del escritorio de madera, sentí algunos papeles en mi espalda y un objeto helado que no podía distinguir.

Él me siguió con su cuerpo pero al momento de caer por completo un par de  dedos se introdujeron, entrando y saliendo con fuerza.

-Agh! Estas tan húmeda y apretada.- Mis gemidos inundaron sus oídos, él estaba prácticamente sobre mí, su boca no se desprendía, su mano libre recorría mi cuerpo como si de un mapa se tratara y su dedos jugaban con velocidad en mi centro y húmeda cavidad.

El dolor de sus mordidas en mis labios regresaron.

-Agh!, me estás volviendo más loco.- Soltó jadeando entre sus besos.

El chapoteo de mis fluidos en sus dedos estaba presente en la habitación. El sonido era tan húmedo, mi lubricación estaba lista para recibirlo, deseaba su miembro dentro de mí, sentí mi órgano palpitar, la creciente cantidad de fluido en mi me avergonzaba.

-Har..uchi..yo.-Resoplaba indicando mi cabeza un poco para notar toda su figura casi sobre mi, me invadió un espasmo y sentí como recorría en mi una pequeña electricidad indicando que era el momento.

-Aun no puedes hacerlo, ángel-

Los recuerdos de la primera vez que estuvimos juntos, llegaron a mi, yo sobre esa mesa de jardín en ese lindo vivero, me parecía tan similar este momento, solo que ahora muchas cosas cosas habían cambiando, la marca que llevaba entre las piernas por aquella mordida no era la única que tenía, ahora tenía una de ellas en el corazón.

Se levantaba, al mismo tiempo que me inclinaba jalandome con su apretado cinturón, note como bajaba su pantalón, liberando su órgano frente a mi, algo de líquido salía de su rosa punta, sus venas estaban tensas y el tamaño a pesar de ya haberlo tenido en mi boca me seguía asombrando, nunca lo había visto tan grande, mis ojos se dijeron a los suyos, mismos que me miraban con mucho deseo ante mi expresión.

-No prometo hacerlo suave.- Colocaba en él su protección. 

Poco a poco me recargo de nuevo en la superficie de madera con su mano sobre mi cuello, lo senti recorrer por mi canal con su grande tamaño, sabía que me tentataba, jugeteba con su punta en entre mi clitoris y mi entrada, era una tortura quería tocarlo e introducirlo dentro de mi, pero mis manos no hacían mas que moverse torpemente y lastimarse con la hebilla.

-Ya, Haruchiyo, ya hazlo..-

-T/N, convenceme.- Haruchuiyo era así, aún se estuviera muriendo por hacerlo, yo tenía que ser quien más lo suplicara.

-Carajo! Haruchiyo te lo suplico......-

Se introdujo dentro de mí suspirando, gimiendo más bien, su agarre en mi cuello marcaba el ritmo, entraba y salía con fuerza, me tocaba todo el interior, sentía como me partía en dos.

Sanzu Haruchiyo-Luces Rosas-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora