TRAS DE TI ~ KOOKMIN ~

★ Cuatro ★

Dos semana después.

Jimin comenzó a buscar a alguna persona para que pedirá comprarle su pequeño porcentaje que tenía en la empresa de su madre. Pero varias personas conocían el pequeño dato que le ocultaban al rubio. La empresa estaba a punto de ir a la quiebra y muchos dudaban de comprar o invertir en ella.

- ¡Taehyung cómo que te vas a fugar con Park Jimin!. - El mejor amigo del castaño preguntó ya que le pareció una descabellada decisión.

- Es la única forma de que no lo aparten de mi lado Jhope.

- Amigo te puedes meter en problemas, su familia jamás te aceptará, para ellos nosotros solo somos unos simples empleados.

- No necesito que su familia me acepte, lo único que me importa es que Jimin lo haga... Jhope nos amamos y eso es lo que importa. - Mencionó el castaño muy sensible.

- No dudo de su amor, pero entiende Taehyung... Jimin es de otra posición social y la verdad es que muy pocas veces las familias aceptan los amoríos de sus hijos con personas diferentes. Pero si ya lo decidieron esta bien, sabes que cuentan conmigo para lo que sea. - Taehyung asintió y agradeció el apoyo de su mejor amigo.

Jimin estaba desesperado por vender su porcentaje de acciones pero nadie quería comprar algo que no valía mucho la pena, pero recordó que su madre le había presentado a una persona y que en los últimos días le había hablado mucho de él, así que sin dudarlo se decidió ir a verlo para proponérselo.

- Señor buenos días, el joven Park Jimin quiere hablar con usted. - Anuncio la asistente del pelinegro.

- Park Jimin... ¿El hijo de Cindy Burbridge?.

- Si señor.

- Espere 10 minutos y hágalo pasar. - La asistente asintió y el pelinegro muy nervioso empezó a arreglar su traje y acomodo todo en su escritorio. Pasado el tiempo un rubio bastante hermoso se dejó ver ante los ojos del pelinegro.

- Buenos días señor Jeon. - Saludo cordialmente.

- Hola Jimin, que te trae por aquí. - Le extendió su mano para saludarlo.

- Lamento molestarlo, se que usted es un hombre muy ocupado pero quería ofrecerle una negociación que puede interesarle. - El pelinegro levantó las cejas.

- ¡De que se trata!.

- Bueno yo tengo un pequeño porcentaje en la empresa de mi madre y bueno tengo algunos asuntos que resolver y necesito vender mis acciones. ¿Usted quisiera ayudarme con eso?.

- Jimin hasta donde sé tu madre tiene mucho dinero, ¡porque querrías vender tus acciones!. - Pregunto el pelinegro.

- Eso es un tema personal. - Dijo un poco indignado y el castaño asintió.

- Esta bien no te enojes. - Sonrió. - Te ayudaré solo por tratarse de ti. - Los ojos del rubio se iluminaron.

- ¡De verdad!. - El pelinegro asintió. - Perfecto, solo le pido que sea algo entre nosotros, no lo comente con mi madre. Las acciones están a mi nombre y le aseguro que no tendrá problemas... Una última cosa más, pido que el dinero se me entregue en efectivo.

- Esta bien, se hará como tu digas. Ven el día de mañana para que se te entregue el efectivo. - El rubio asintió gustoso. Estaba feliz de que por fin alguien había comprado sus acciones.

Una nueva vida les esperaba a la joven pareja enamorada. Una vida que nunca imaginaron que llegaría.

- Amor ya pude vender mis acciones. - Dijo felizmente el rubio.