La noche en la Hacienda Reyes se vaticinaba larga. Todos continuaban incrédulos ante lo que había pasado; los adultos por ser conscientes de cuál era la situación real y los niños por la drástica solución de su abuela.
–Repitan todo de nuevo –exigió Óscar.
La versión de lo ocurrido había sido contada varias veces durante la noche, pero nadie acababa de creérsela. Les parecía imposible que esos cinco niños, inteligentes, dulces y educados, pudieran haber estado escondiendo un secreto como ese durante tanto tiempo.
–Por favor, Óscar –suplicó Norma– No ves qué están agotados.
Los muchachos continuaban estoicos en su posición inicial, con las cabezas gachas pero soportando la regañina de los mayores.
–Si están agotados –comenzó Juan caminando alrededor del sofá, pero se detuvo para mirar a sus tres hijos–, que se aguanten. Acá los únicos que no son responsables son Andrés y Gaby que pecaron de ingenuos por ayudarles.
–No, Juan.– Franco había tomado asiento junto a Sara, necesitaban apoyarse más que nunca. Su situación económica y su divorcio habían quedado relegados a un lugar diminuto de sus mentes. –Nada disculpa a mis hijos de no contarlo.
Franco y Sara estaban decepcionados con sus hijos, no solo por el suceso en sí, sino porque que creyeron que les habían dado la confianza suficiente para que no temiesen a la hora contarles sus problemas e inquietudes.
–Gaby, ¿por eso estabas así? Asustadiza, no querías quedarte sola en la casa... – Sara comenzaba a entender el inusual comportamiento de su hija.
–Mami, yo pensaba que ese hombre iba a volver a por mí –la pequeña voz de Gaby era el desgarro a la realidad que les hizo darse cuenta de que estaban pidiendo demasiado a unos niños.
Porque esos cinco niños, que eran la prueba de que con amor todo se conseguía, no eran más que unos niños asustados a los que la situación se les había escapado de las manos. Pero... ¿Cómo hubieran actuado ellos? ¿Acaso no hubieran hecho lo mismo? Una de las cosas que más habían inculcado a sus hijos era la importancia de estar unidos y protegerse. En tiempos pasados, tanto los Reyes como las Elizondo habían fallado estrepitosamente en ese deber, los primeros por no haber protegido mejor a su hermana Libia, y las segundas por tardar en unirse para enfrentar a su enemigo.
Y sus hijos habían hecho eso; unirse y protegerse.
El orgullo invadió el pecho de Sara y no lo pensó más, hizo lo que llevaba queriendo hacer desde que los niños terminaron su relato, y abrió los brazos para recibir a su hija.
Gaby dejó que las lágrimas cayesen con libertad por sus mejillas y corrió hacia su madre. Era lo único que la calmaba cuando la ansiedad por ocultar lo sucedido la atacaba. Creer que podía perder aquel brazo protector fue lo que le impidió contar la verdad. El beso que su padre depositó con delicadeza sobre su coronilla, la hizo relajarse aún más. Solo ellos eran capaces de hacerla sentir segura.
Andrés les miró de reojo, pero apartó la vista cuando se encontró con los ojos de su padre.
Franco respiró profundamente e imitó el gesto de Sara. El joven fue igual de rápido que su hermana y pronto los cuatro se reunieron en un apretado abrazo. No importada lo ocurrido, eran sus hijos.
–¿Y, cómo la abuela acabó involucrada? –preguntó Jimena cuando el ambiente se relajó.
Los cinco niños parecían haberse tranquilizado y eso consiguió que no fueran tan reticentes al hablar. Les habían dado más detalles, como que Gaby había estado ajena a todo hasta hacía bien poco o que habían estado a punto de contarles la verdad cuando comenzaron a extorsionarles. La aparición de una Quintina cargada con comida y bebidas, hacía que la escena fuera de todo menos la confesión de un crimen. La empleada más fiel de los Reyes-Elizondo no era conocedora de todo lo ocurrido, ya que hasta el momento se había limitado a cuidar y entretener a Duvan en la planta de arriba hasta que el pequeño se quedó dormido, pero confiaban en ella.
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En el fondo del lago (Parte 1)
Fiksi PenggemarVersión alternativa de la 2ª temporada de Pasión de Gavilanes, con más intriga, más pasión y sobre todo con más protagonismo de las tres parejas principales, especialmente de Franco y Sarita, y sus familias. La historia arranca quince años después d...