Capítulo 15.

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Quiero aclarar que la canción no tiene nada que ver pero no se, solo me dio las vibes del como se sentía Maia al final del capítulo :(

La desaparición.

Maia Adams.

Me moví un poco para acomodarme ya que quería seguir durmiendo más pero recordé que tenía que ir a la escuela. Una lastima... pero me importó muy poco y volvi a cerrar los ojos.

Trate de dormir pero justo cuando lo lograba Robin se removió a mi lado y estoy casi segura de que abrió los ojos.

-Linda, hora de levantarse.

-Mhm... no. -le dije en un susurro.

-Por favor linda. -dijo mientras me acariciaba el brazo, tratando de convencerme.

-Mhm, por favor un ratito más.

No hizo ya nada para que tratara de despertarme, o eso creí ya que tomó mi cintura y me acerco a él para decirme al oído:

-Si no te levantas ahora juro que no volveremos a ir al salón de historia en todo un mes.

-¿¡TODO UN MES?! -dije, sobresaltada mientras abría los ojos de golpe.

-Lo que oíste.

Lo miré con mala cara y me levanté de mal humor al baño para cambiarme.

Ya tenía ropa mía en sí habitación porque me quedaba casi todos los días con el, así que agarre un mom jean y la sudadera que me había regalado.

Lo vi queriendo hablar pero me metí rápidamente al baño y no lo deje.

Me comencé a cambiar y al terminar escuche pasos acercándose al baño.

-¿Me perdonas? -susurró Robin desde una pequeña hendidura en la puerta del baño.

-No.

-Por favor.

-Dije que no.

Abrí la puerta de forma rápida y observe de arriba hacia abajo en un escanéo rápido a Robin. Estaba ya cambiado y tenía su bandana en su cabeza.

Camine hacia la cama pero sabía exactamente lo que pasaría. Sentí la mano de Robin rodearme la muñeca y jalarme hacia donde estaba el.

-Por Dios, Maia. -me dijo en tono suplicante mientras me pegaba con suavidad a la pared y me miraba con súplica en sus ojos.

-No.

Sus manos que ahora estaban en mi cintura la apretaron y cerró los ojos, tratando de pensar en algo.

Yo ya intentaba safarme cuando sentí como una de sus manos tomaba mi barbilla y acercaba mis labios a los suyos.

Antes de juntarlos el idiota se detuvo y ahora era yo la que quería que me besara.

-Si me perdonas te doy el beso, si no no.

-Dios mio, Robin. Dije que no.

Junto más nuestros rostros y mis labios estaban rogando por los suyos.

-Deja el orgullo a un lado, Maia.

-Nunca.

Y eso pareció encantarle porque sonrió divertido y se alejo con rapidez mientras caminaba a la puerta de la habitación.

-Hora de irnos, ¿no?

-Hmh.

Pase por su lado sin demostrar ninguna emoción ni prestandole atención. Eso pareció joderlo un poco pero siguió ignorandome al igual que yo a él.

My Pretty Girl // Robin Arellano.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora