My Pretty Girl // Robin Arellano.

Capítulo 4.

Esta notita del inicio es
para que sepan que este capítulo
va a ser narrado por Robin ya que
es un momento muy especial
para el, ya que hace bastante
el anhelaba poder hacer eso con Maia.
Bueno ese era el comunicado.
Continúen con su lectura <3

El beso

Robin Arellano.

Hace unos minutos ya habíamos salido al receso y todavía no podía olvidar lo que había pasado en el salón de historia.

Todavía no lograba recordar sin sonrojarme el como Maia curaba mis heridas mientras sonreía y me miraba de vez en cuando.

Ahora estaba en la banca con Gwen esperando a que Maia y Finn llegarán. Observaba mis vendas como si fueran lo más interesante de el mundo.

-¿Qué tanto miras tus vendas? -me preguntó Gwen.

-Nada, nada -le respondí con rapidez.

-Dime, juro que no me reiré -me insistió.

-No.

-Porfa, porfa, porfa, porfa, porfa, porfa, por...

-Ya cállate, te diré si juras no decirle nada a Finn. -la regañe.

-Lo juro por mi bicicleta.

-Ehhh, pues no se si te diste cuenta que Maia faltó a clase de español en la mañana.

-Sip, ¿porrr? -exageró la erre demasiado.

-Pues... -me quede callado.

-¡Robin, ya suelta la sopa!

-¡Faltó por mi culpa! -casi grite, lo que hizo que varios voltearan a vernos.

-Ohh, entiendo. -ella empezaba a usar un tono más divertido y había comenzado a sonreír.

-Deja de reírte o no te cuento nada. -la amenazé.

-Ya, ya, perdón -fingió ponerse seria aunque no le salia muy bien.

-Bueno, yo estaba esperando que llegara a la puerta del salón de español pata poder llevarla a el de historia. -dije, nervioso.

-Y... ¿para qué? -se emocionó.

-Para que me curará los nudillos, loca. -le dije, mientras la miraba extraño.

-Ajá.

-Solo fue eso.

-Y, ¿por qué te peleaste con Mouse?

-Porqué me dijo que había tenido algo con Maia y pues de alguna manera me convenció y me enojé.

-Sabes que si ella tuviera algo con Mouse me hubiera dicho a mi, a Finn o directamente a ti. Eres tu al que le tiene más confianza.

Eso me hizo sentirme bien. El saber que me tenía confianza me ponía demasiado feliz.

Antes de continuar hablando Maia y Finn llegaron.