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Capítulo 9

Ya acostado en su cama, Yoongi intentaba entender ¿Por qué se había enamorado de Jungkook y no de otra persona? Ha conocido a tantos y aún así solo es Jeon Jungkook quien ocupa su mente la mayor parte del tiempo.

Según la psicología, podríamos determinar que nuestro cerebro selecciona la mejor opción para nosotros de forma inconsciente de acuerdo a nuestro entorno, ideales, experiencias, similitud familiar, necesidades, entre muchas cosas más.

Yoongi es un amante de la psicología, y qué mejor que la misma para entender su comportamiento y el de Jungkook.

Que él recordará Jungkook no lo hacía sentir en un ambiente familiar, porque para ser sincero, la cercanía con su familia se reducía a cero y tampoco es que tuviera muy buenos recuerdos antes de estar en Bangtan, así que debía ser otra cosa.

Las experiencias compartidas, sería una posible explicación para su extraña obsesión con el menor. Han estado juntos más de siete años, las cosas que han vivido, los problemas y también las cosas buenas, hacían mucho peso respecto a su elección. Además, compartían valores y diversos pensamientos, lo que le hacía pensar que por eso tenía esa afinidad con Jungkook.

Tampoco era un secreto que lo admiraba mucho. Se volvió todo un hombre que trabajó y sigue trabajando por sus sueños, pues a pesar de todo se ha mantenido en pie. Es seguro de sí mismo (cosa que muchas veces le costaba a Yoongi) es extrovertido y agrada a todos. Dicen que los opuestos se atraen porque suplen las necesidades del otro, son un complemento. Pero él no estaba seguro de ser el complemento para el maknae.

Y por si fuera poco, también estaba el tema de las feromonas, porque Yoongi era consciente de que como ser humano, también pertenece al reino animal. Lo que explicaría, el porque le encanta Jungkook (más de lo normal) cuando está ejercitándose.

– Mierda, voy a volverme loco...

Yoongi peino su cabello. Sabía tantas cosas y aún así no lo entendía.

Oh, tal vez podría deberse a alguna herida de su infancia, pero mierda, sí pensaba en algo más, probablemente terminaría con migraña. ¿Realmente por qué es que quería saber eso? ¿No era más fácil aceptarlo? Si llegaba a pasar algo pues entonces le diría que le pague sus sesiones con el psicólogo.

Derrepente, tres golpes se escucharon en su puerta.

– ¿Quién es?

Pero nadie respondió. Miro la hora en su teléfono, 3:12 am. Uy, dicen que más o menos a esta hora jalan las patas. Otros tres golpes más y Yoongi estaba que se cagaba. Había visto muchas películas de terror y decían que escuchar tres golpes era un insulto a la trinidad.

– Ya deja de jugar y entra.

Se sentó en su cama y miró la puerta, esta comenzó a abrirse lentamente pero no había nadie. Sí Yoongi era considerado pálido, ahora estaba transparente. Había un fantasma, un fantasma en su habitación...

– ¡¿Te asuste?!

La fuerte voz de Jungkook lo hizo dar un brinco en su cama. Llevo una de sus manos a su pecho. Le iba a dar un paro cardíaco del susto.

– ¿Estás demente? Casi se me sale el corazón, Jungkook.

El menor empezó a reír y entonces por un momento olvidó que lo había asustado.

– Pensé que estabas dormido, pero cuando hablaste decidí hacerte una pequeña broma, lo siento Yoonie.

Aquel apodo hizo que sus mejillas se sonrojaran levemente.

– Pero bueno, la verdad es que quería hablar contigo, todo el tema de la mandarina me tiene un poco inquieto.

Yoongi asintió. El menor cerró la puerta tras de sí y camino a la cama de su mayor para sentarse frente a él.

– La verdad me gusta bromear contigo pero quiero que sepas que eso no significa que me causes algún tipo de asco. No es eso lo que quería decir con la mandarina.

– Entiendo, Jungkook...

Una caricia en su pierna lo hizo poner sumamente nervioso, pues la imponente presencia de Jungkook y su vestimenta, tampoco ayudaba mucho. ¿Por qué mierda venia a su habitación con un pantalón corto y una camisa sin mangas? Podía apreciar todos sus tatuajes. Hubiera preferido el fantasma.

– Tampoco me molesta tu presencia ni lo que dices, de hecho me gusta mucho.

Por favor, sí estaba soñando, no quería despertar, no ahora por favor.

– Solo no quiero que se creen malentendidos entre nosotros ¿si? Te quiero mucho, Yoongi, eres muy importante para mi, ¿Lo sabes?

El mayor asintió con bastante nerviosismo. ¿Esto es una declaración? Ni siquiera tenía palabras para expresar lo que sentía ahora mismo.

– Sin embargo, me interesas más de lo normal. Me atrae algo en ti que aún no logro identificar. No tengo claros mis sentimientos respecto a ti, pero es seguro que no te veo como un amigo o mi hyung.

La mirada fija del menor lo hacia sentirse diminuto.

– Tal vez me gustas, pero no estoy seguro, así que quiero descubrirlo contigo, Yoongi.

Pero... ¿Qué pasaba si realmente no le gustaba y solo era un tema de admiración?

Seguramente quedaría destrozado.

¿Les gustaría que profundizará el tema de las heridas de la infancia?
Disculpen, soy una friki de la psicología.
Por otra parte, ¡Soy abuela! Mi gatita hoy tuvo sus bebés 🥺