Extra

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Jungkook estaba completamente nervioso. Le pediría por fin a Yoongi que fueran pareja.

Al parecer de todos, había esperado demasiado para hacerlo, pero en su defensa, Yoongi también podía hacerlo, no era algo que le correspondiera únicamente a él, sin embargo, ya se encontraba en la necesidad de dar el siguiente paso.

Había pasado un año desde todo lo ocurrido, tiempo suficiente para que arreglaran sus problemas y se permitieran de una vez por todas, estar juntos.

Se sentía preparado para estar con su hyung de forma oficial.

ARMY sospechaba que algo pasaba entre ellos, pues desde la transmisión se creó un montón de especulaciones alrededor suyo. No habían sido tan discretos como habían pensado y simplemente fue una bomba que terminó de explotar cuando salieron en las noticias como la pareja más prometedora del año.

No habían negado nada, pero tampoco lo aceptaron así que aún estaba la incertidumbre de si estaban juntos o no.

Seco sus manos sudorosas en su pantalón por sexta vez en esa noche. No sabía si había sido un completo exajerado al alquilar una cabaña para ellos dos solos. Ni siquiera había una persona encargada de la comida o limpieza así que todo corría por su cuenta.

Había hablado también con el manager para que les dieran un pequeño descanso de tres días, en los cuales planeaba estar él solo con Yoongi.

Quería que solo fuera suyo... en todos los sentidos posibles.

Le parecía que era un lugar perfecto para ellos dos, Yoongi disfrutaba de la tranquilidad y el disfrutaba del mayor. Había un pequeño vivero donde había una cosecha de fresas. Le iba a gustar, estaba seguro. También había pedido un par de canastas llenas de mandarinas.

Había un lago frente a la cabaña y le habían dicho que ahí vivían unos patos, pero no los había visto.

Preparo una cena que por supuesto le gustara a los dos, aunque realmente no sabía si estaba rico. Estaba tan nervioso que sentía que vomitaria en cualquier momento.

Tal vez era exagerado pero se había puesto un esmoquin para impresionar al mayor, vamos, que es Jeon Jungkook, el tipo que se ve bien incluso con un saco de papás, pero se había vestido de esa forma para Yoongi.

Puso los platos, las velas, las copas y demás cosas en perfecta simetría mientras esperaba inquieto el sonido del motor del auto que traía a Yoongi. Necesitaba verlo y besarlo... bueno, primero hacerle la gran pregunta y luego comerlo a besos.

De su bolsillo sacó un pequeño espejo que siempre llevaba consigo y peino su cabello, se veía rebelde, sexy y muy apuesto. Dejó unos mechones del mismo tras su oreja pero al escuchar el auto, del susto, el espejo cayó al suelo haciéndose añicos. Entró corriendo y llevó consigo un recogedor junto a una escoba, rogaba a Dios que Yoongi no apareciera para verlo levantar el desastre que había hecho.

No recordaba haberse sentido tan nervioso alguna vez en su vida.

Volvió adentro y dejó rápidamente las cosas cuando escucho a Yoongi empezar a llamarlo. A pasos rápidos salió y entonces ahí estaba él. Tenía un suéter gigante que cubría parte de sus muslos y un pantalón corto que le hacía verse como un niño.

- Ehh... ¿puedes decirme qué pasa? ¿Por qué estás vestido de esta forma?

El mayor ladeo su cabeza y el corazón de Jungkook golpeaba fuertemente en su pecho.

En un intento por verse genial y sexy, decidió recargar su cuerpo sobre un borde de la mesa, colocando su mano... grave error.

- ¡Ahg, mierda!

🅰🅿🅰🆁🅸🅴🅽🅲🅸🅰🆂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora