Venezuela, año 2009.
Chávez comenzaba a expropiar todo lo que se movía en el país, ocurría la Masacre del 70, la selección de fútbol sub 20 nacional debutaba por primera vez en un mundial de Fútbol, era fundada la RED LGTBI venezolana y obteníamos...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¿Qué cómo acabaron las cosas entonces, después de que aquel par de homosexuales cursis y masoquistas se dijeron sus vainas?
Para empezar, había que hablar de ciertas cosas. Y cuando nos referimos a eso, estamos hablando de relaciones consensuadas por la presión y obligación de personas que no tienen ni pinga que ver en eso y solo están pasándose por el culo la felicidad y salud mental de sus hijos por privar su vida y decisiones de la manera más déspota posible.
¿Y de quienes estamos hablando?
Exacto, de Changbin y Mina.
Por un lado, tenemos a Mina. ¿Cómo definir su vida? Una excepcional persona y pareja, siempre al pendiente de los suyos, pero claro está, que la forma de estar al cuidado de su novio, se veía, como decirlo... forzada.
Y con esto no me refiero a que no tenga algún tipo de empatía o sentimientos por él. Solo estaba reproduciendo el comportamiento de sus padres. Y es que a menudo, oía y veía cosas que demostraban que a ese par, el amor se les había acabado hace mucho, pero que seguían juntos por algún tipo de estatus o algo parecido. La mamá de Mina, solía decirle desde pequeña, lo mucho que importaba tener a un hombre a su lado, que sin uno, significaría nada para la sociedad y que si un hombre la dejaba, sería muy difícil conseguir a otro, pues creía que la belleza y jovialidad de una mujer, era lo único que podía engancharlos y que antes de los treinta, ya debe al menos estar casada.
Y de paso, que la táctica para amarrar a un hombre, es darle la atención y elogios por cada mínima mierda que haga. Hacerle las tres comidas, asear la casa, lavar su ropa, darle hijos y que pese a que estés muy cansada mental y físicamente, aguardar a su espera en la noche, momento en el que te tienes que aguantar su ánimo y estrés del carrizo por el trabajo y su romance con su secretaria y fingir cordialidad al preguntar por su día.
Ella no había crecido para ser una mujer libre y expresar sus increíbles ideas y formas de pensar en el ámbito del negocio. Ella creció para ir del brazo de su marido, ser la imagen femenina que complementara el perfecto estatus de un "verdadero hombre" en la sociedad.
Pura mierda retrógrada y paradigmática.
Pero es que le jodía el pensamiento si se quitaba eso de la mente. ¿Entonces quién era ella? ¿Qué ha estado aprendiendo del mundo realmente? Se sentía nublada y por ende le costaba asumir que tenía demasiado potencial para ser más que un simple adorno, sus decisiones a la larga, se veían afectadas por su constante inseguridad y siempre se terminaba echando para atrás.
Esa mañana y como se estaba volviendo una costumbre, despertó en la casa de sus suegros. Tenía que admitir que Changbin estaba raro, es decir, parte de lo que el hacía con su tiempo libre, era de su conocimiento, porque de todos modos, Claudio confiaba en ella. Pero lo veía demasiado absorto, incluso en las conversaciones o comidas familiares. ¿Qué habría tenido su mente así de abatida?
