24.-¿Qᥙᥱ́ tᥱᥒgo qᥙᥱ hᥲᥴᥱr? -Dᥲddყ Yᥲᥒkᥱᥱ.

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 Y guarden el bochinche homosexual, que se fue la semana santa

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 Y guarden el bochinche homosexual, que se fue la semana santa. Semana, en la que irónicamente más de uno pecó más de lo que lo haría en todo el año.

Félix llegó con una pinta de recién salido de una guerra a su casa; quemao' de sol, con alguno que otro rasguño o raspadura en las piernas, los zapatos pasando a mejor vida porque de tanta pela estaban diciendo adiós esas suelas, el cabello falto de una buena lavada y ese cuerpo cansao' de tanta caminadera, bochinche y otras cosas (7u7).

Pero mentalmente, tenía esas energías al cien, llegó más renovado que nunca y eso lo iba a evidenciar poniéndose las pilas con su obra a medio camino, pero primero un descansito porque eso no le cae mal a nadie. Después de acostarse a dormir el sábado a las nueve de la noche, se paró el domingo a las tres de la tarde, completamente fuera de órbita. Ni bien había caído en cuenta del día o la hora, cuando bajó a la sala y lo recibió la mamá con una mirada juzgadora, no bastó pensarla demasiado, porque con ver a su primo a un costado mirándolo con la misma pinta, más o menos como que recordó algo.

—Félix Gregorio, ¿cómo es eso de que uste' le dañó una cámara a su primo Gerardo? Porque para empezar, me gustaría saber por qué le pedirías una cámara.

No señora, uste' no quiere saber.

—Mierda...—musitó entre dientes, no recordaba ese detalle. Sonrió incómodo, echándose los cabellos hacia atrás antes de tomar asiento. —Es que...—vamos Félix, inventa algo creíble, inventa algo creíble. —un amigo, de mi amigo Jisung, que es estudiante de comunicación social, necesitaba hacer un reportaje, y como Jisung sabe que Gerardo es fotógrafo, me dijo que le pidiera una cámara prestada. Él la uso y vaina, pero cuando la traía de regreso, se me cayó sin querer...

—¿Seguro? —el menor asintió frenéticamente. —¿No te la echó a perder alguien más?

—No, de verdaíta que fui yo, no estoy tapando a nadie.

Ambos adultos vieron a Félix como que dudosos, pero al final de cuentas, el primo no iba a ser tan rata.

—No, está bien tía. Yo puedo arreglar la pieza que se dañó. Pero igualmente Félix me la va a pagar, claro, no con rial, si no con trabajo.

Félix aceptó, era mejor tapar esa falla y apartarla de su lista de problemas, porque definitivamente tenía demasiados problemas como para montar uno ya viejo sobre la olla. Ahora, lo que no esperó, era que el trabajo que ahora tenía que hacer para pagar su deuda, surgiera justamente en ese instante, tenía que llegar a las cinco a una casa ahí donde iban a hacer una fiesta y tenía que sacar una foticos ahí.

Y ni modo, tuvo que subir a echarse un baño. Estaba de automático haciendo las cosas, pues estaba pensando en unas cosas ahí acerca de la obra y los deberes del liceo que por entrar en el último lapso, ahora aumentarían.

—Ay, es que de verda' que el salao' no tiene descanso. —murmuró para sí mismo. De automático se estaba moviendo de aquí para allá y venía con un peine encajao' en las greñas humedecidas y un pote de Mum bolita pa' prevenir el tufo, tú sabes.

TODAVÍA LLEVO TU NOMBRE EN MI CUADERNO ;; 𝖼𝗁𝖺𝗇𝗀𝗅𝗂𝗑..Donde viven las historias. Descúbrelo ahora