Venezuela, año 2009.
Chávez comenzaba a expropiar todo lo que se movía en el país, ocurría la Masacre del 70, la selección de fútbol sub 20 nacional debutaba por primera vez en un mundial de Fútbol, era fundada la RED LGTBI venezolana y obteníamos...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Llegadas casi las dos de la tarde, con matracón de sol y calor, fue que llegaron los Lee pa' su rancho, a Félix de vaina el autobús no lo deja en el coño e' su madre gracias a que se fue a sentar pa' 'tras y los demás estaban achantaos alante, pero fuera de eso, todo bien.
Bueno, ¿realmente bien?
—Pero bueno Félix Gregorio, pareces una gallina escarbando ese plato e' comía' chico. —el murmullo de Chaeryeong a un costado de él, lo bajó de esa nube de unicornios preñaos en donde llevaba tiempo fraguando. —Mi mamá te va a regañar si no te comes la comida y solo la revuelves. Al menos disimula bien.
—Sisisi, perdón.
—Buenos mis corronchitos, los voy a acompañar yo, porque su papá se va a quedar en Camatagua un par de días, manejando. —hablando de la doña en cuestión, la jeño María Inés venía bien campante con su platico servido de comida, pa' achantarse a almorzar arrocito con pollo y jugo e' parchita.
—Amá, ese pollo se ve sabroso. —habló Jeongin, que se quedó babiando con el pollito aliñao' que hizo la pure, pero nada más era voltear a su plato y hallarse con uno simplón, a penas con sal. —Dame un pedacito de'se, andaaaa. —suplicó, dando brinquitos en la silla, con la jeta vuelta un mohín.
—No Jeongin, el picante y la grasa te hacen daño, cómase el que le hice y no se habla más. —el menor bien indignado se cruzó de brazos y dejó caer la espalda en la silla, haciendo un ruido a propósito. Pero en eso, la pure le echó una mirada que asustó a Jeongin y todos sus ancestros juntos, así que sin opción, se tuvo que mandar su comida así mismo. — En fin... A ver, cuéntenme, ¿qué tal les fue hoy?
Todos empezaron a echar sus cuentos resumidos, y en eso Félix se quedó nuevamente pensando: ¿Y si al final del día, le terminaban acusando de lo que hizo? O sea, ese carajo pudo hacerlo en su momento, se iba a quedar con su manchota de café y las malas respuestas que le lanzó el menor encima. Pero el culpable del asunto no estaría sino con las nalgas marcadas de cholazos cortesía de la pure, misma que lo habría puesto a oír un regaño del papá por teléfono y luego procedido a castigar, poniéndolo de cachifa y negándole permisos hasta pa' ir al patio a buscar un tobo de agua en el perolón.
—Félix... a vaina, ¡Félix Gregorio Lee Calderón, pare bolas! —el mencionado parpadeó varias veces, dándose cuenta de que la mamá ahí pega' como disco rayao' llamándolo y los demás con una cara de: listo, lo jodieron. —Hijo, le estoy hablando, que como le fue hoy.
—A-ah, ¡Ay, perdón! Estaba perdío'. —excusó, agarrando un buche de jugo e' parcha. —Eh, me fue normal amá, nada nuevo, ni nada malo...
—Mmmhh, me alegro mi niño, siga así que uste' va a ver que con el favor de Dios, consigue una beca. —dijo la mamá, mientras Félix solo asentía sonriendo medio incómodo y se metía como medio plato a la jeta, pa' evitar hablar. —Y vas a se' tremendo ingeniero, o tremendo médico. Y mi niña Chaer, me será útil pa' ayudarme con el negocito que tengo con las tías, así que yo digo que de una la vayamos metiendo a un curso de costura.
