𝖥𝗅𝖾𝗎𝗋 | Haikyuu!!

capítulo treinta y cuatro.

¡Bien!

Finalmente llego el día

Hoy había un partido de práctica contra Dateko y es el primer día de todo el equipo después de sus entrenamientos individuales y grupales, lo que significaba... ¡muchas cosas nuevas ocurrirán en la cancha!

— Vas a explotar de la emoción —Ukai–San me dice mirándome con aburrimiento

— Ukai–San ¿acaso esta diciendo que su vida sin mí es horrible? —Me tocó el pecho, él me mira con desagrado

— No, solo no quiero ir a comisaría

Borro la sonrisa cariñosa de mí rostro y le saco la lengua, él sonríe para después sacudir mis cabellos dejándolos como un nido de pájaro

Saludo de una reverencia a los del equipo rival que hacen lo mismo, sonrió alegremente y nos acercamos a la banca donde me siento junto al entrenador.
Tras saludarse y desearse un buen partido, finalmente comienza

Casi silbo cuando los de Dateko hacen su clásico bloqueo de lectura, no importa cuando los vea, seguían siendo asombrosos

— La cantidad de presión que los bloqueadores ponen en ti suele ser muy sofocante —Susurra Ukai–San tras ver el segundo ataque detenido por el bloqueo.

El partido sigue siendo intenso por ambas partes que tratan siempre todo lo posible para que el balón no cayera en la parte de su cancha o que el punto fuese de su equipo.

— ¡Nishinoya–San! —Prestó atención al grito de Kageyama— ¡estás en el camino!

Abro los ojos de la sorpresa y escucho solo el grito de incredulidad de Nishinoya. A pesar de eso Tanaka logró rematar la pelota que Kageyama había armado para él.

— ¿Podrías repetir eso? —Preguntó Nishinoya colocándose frente a Kageyama de forma amenazante.

— Estabas en medio para poder hacer un ataque trasero —Respondió Kageyama con simpleza.

Hago memoria sobre lo que Kageyama dice y, bueno, razón no le faltaba, pero, esa forma de decirlo, no era la correcta...

— Oh, tienes razón.

— ¿Es cierto eso? —Pregunta Yachi–Chan nerviosa

— Pues ciertamente sí, Nishinoya obstruía la ruta trasera si Kageyama decidiera hacer un ataque trasero —Respondo frunciendo un poco los labios.

— Quizás tengas razón, pero hay diferentes formas y maneras de decirlo —Recordó Tanaka mirando a su kouhai

— No veo otra manera en la que haya podido entender.

Aplano los labios, nadie dice nada más y el partido vuelve a fluir. Asahi–San falla un ataque que provoca otro comentario fuera de lugar de Kageyama.
En un tiempo fuera, me acerco junto a Yachi–Chan y Kiyoko–San a darles botellas de agua para que se refresquen

— Yo... ¡¡siempre sin fallar voy a darte buenas colocaciones!! ¡¡por favor, se más decisivo!!

Ante el grito que suelta de repente, miro al pelinegro con sorpresa, pero, viéndolo bien, puedo ver que incluso él se quedo sorprendido por lo que acababa de decir. Todo el equipo se queda en silencio y entonces yo, pinto una sonrisa suave en mis labios.
Me acerco hacia él, coloco mí mano sobre su hombro sobresaltandolo, paso el agarre a su mano y le entrego una botella que llevaba conmigo, sus ojos azules me miran confundidos mientras yo sigo mirándole con una sonrisilla

— Tranquilo ¿hm? —Pido ahora moviendo mis manos a sus mejillas, acunando su rostro— escucha, —Intento hablarle con delicadeza para que no se sintiera mal con lo que acababa de suceder— está bien tener desacuerdos, todo el mundo los tiene, pero, hay de formas a formas en decirlo. Mira, dudo que a alguien le moleste una observación o una crítica, mientras siempre sea con palabras menos bruscas, el tacto pues, es a lo que me refiero.