capítulo once.

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— Me caes mal —Digo a Kuro una vez se deja caer a mí lado.

— ¿Ahora que hice?

— Ganarnos, te odio.

— ¡Hanako–Chan, ¿a mí también me odias?! —Bokuto lloriquea a lo que hago un sonido de negación

— ¿Cómo podría odiarte Bokuto–San? —Acuno su rostro entre mis manos y juego con los lóbulos de su oreja haciéndolo reír

Aunque bueno, me raptaron para pasar la noche –antes de irnos– con ellos y sus equipos, que mira, agradables eran pero bobos también

— ¡Ahhh, Bokuto–San, Hanako–San te toco! —Yamamoto exclama llorando.

— ¡Es porqué soy genial, hey hey hey!

— ¿Cómo es estar todo el día con él? —Miro a su equipo que de sólo suspirar con cansancio entiendo.

— Tiene la energía de mil soles —Me responde Akaashi a lo que suelto una carcajada

— Seguro que sí, conozco a alguien así~

— ¿El número 10 de Karasuno? —Se burla Yaku–San a lo que asiento.

— Ese mismo, aunque es muy adorable ¿lo han visto? ¡es ternura pura~! —Coloco mis manos sobre mis mejillas y chillo.

— ¿Y nosotros? —Todos hacen una sonrisa inocente que hace que la mía desaparezca

— No.

Y un aura deprimente los rodea haciéndome sonreír, que agradables son estos chicos

Y un aura deprimente los rodea haciéndome sonreír, que agradables son estos chicos

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— Esto no es un adiós, es un hasta pronto.

— Que dramática eres Hanako.

— Solía ser actriz.

— ¿De verdad? —Bokuto me miro asombrado y me supo mal mentirle pero ajajaj, se la creyó

— Sí, trabaje en Hollywood con Johnny Deep, Rosa Melano y Elver Galarga.

— ¡¿De verdaaaaaad?! —Suelto una carcajada antes de abrazarlo fuertemente.

— Perdón Bokuto–San, era broma —Dejo un besito en su mejilla que se pone coloradita así bien bonita aiñ~

— Eres demasiado rara Hanako, por eso me caes bien —Kuro–San acaricia mis cabellos haciéndome reír

— Gracias —Sonrió— ¡bueno capitanes! Nos veremos en unos días más, cuidense y no sean tan malos con sus equipos —Pido cruzada de brazos y ellos asienten con una sonrisa traviesa.

Hijos de su...

— Adiós Hanako —Despiden ambos agitando la mano.

— ¡Adiós Akaashi–San, Kenma! —Me despido de ambos setter, uno me regresa el saludo-despedida más con ganas que el otro pero aún así sonrió.

— Hinata corazón, ¿ya éstas listo? —Voy hacia donde Hinata encontrándome con él y Lev hablando.— hola Lev

— ¡Hola Hanako–Senpai!

— Ay que adorable —Hinata hace un puchero— ¡ay pero sí tú lo eres también Hinata! —Lo abrazo a lo que él sonríe orgulloso.

— Mooo~ que suerte tener una mánager —Lloriquea Lev haciéndome reír.

Al final, después de unos minutos hablando, finalmente se despide de nosotros dejándonos sólos. Empujo la espalda de Hinata un poco y le hago subir al autobús acariciando sus cabellos en el proceso, Hinata era adorable.
















Bostezo estirando mis brazos, ya era demasiado noche, supongo que es hora de volver a casa. Solamente espero que Kousuke–San no me reciba desnudo y con la comida hecha, prefiero no comer nada

— ¡Senpai, Senpai! —Hitoka–Chan llegó hacía mí corriendo y con las lágrimas abandonando sus ojitos.

— ¿Qué pasa, éstas bien?

— ¡Hinata... y Kageyama–Kun...! —Me arrastra a con ella, al llegar al gimnasio puedo ver a Hinata y Kageyama peleándose.

Dejo la mochila en el suelo y me acercó a ambos con la intención de detener eso.

— ¡¿Qué están haciendo?!

Intente pararlos de buena manera, lo prometo, pero cuando uno de ellos golpeo mí labio haciendome sentir el sabor metalico en la boca, decidí que no iba a ser suave

Tomo la mano de Kageyama y la de Hinata, a ambos los hago darse una voltereta que termina por dejarlos tirados en el suelo. Los escuchó quejarse y suspiro pasando mi mano por mí cabello tirándolo hacía atras

— ¡Basta ya! —Les digo— ya está bien ustedes dos ¿cómo se les ocurre pelearse en la escuela y frente a Hitoka–Chan? —Gruñó— ¿están locos? —Acercó mí mano a mi labio inferior y le toco sacándome un gemido de dolor.

— Hanako–San tú labio...

— Adivinen de quién es culpa —Ironizo— basta estoy muy molesta con ustedes dos, Hinata acompaña a Hitoka–Chan a la parada del bus por favor, yo iré contigo —Señaló al setter y ambos simplemente en silencio asienten.

Antes de que se vayan, coloco un curita en la mejilla de Hinata y otro en la barbilla de Kageyama. Sostengo mí mochila para después mirar con una pequeña sonrisa a la rubia

— Tranquila ¿sí? ellos estarán bien no te preocupes

— Gracias senpai, pero tú labio...

— Tranquila —Sonrió antes de palmear su cabeza e irme seguida por Kageyama

El camino es silencioso, podia sentirlo caminar detrás de mí como un perrito regañado, el sólo pensarlo me da ternura.

¡Pero no! ¡fuera impulso de idiotez!

— Lo siento...

Suspiro agotada, me giro a mirarle y puedo verlo mirando a otro lado que no sea yo.

— No es conmigo con quién debes disculparte —Digo encogiendome de hombros.

— Pero cause problemas

— Lo hiciste, lo hicieron, —Afirmo— pero está bien, ya pasó, que bueno que estaba ahí en ese momento y agradezcan que era yo y no Daichi, que luego los corre del club nuevamente —Me burlo un poco— y Kageyama... No seas tan duro con Hinata —Pidó palmeando su espalda— él también quiere mejorar tanto como ustedes lo hacen frente a sus narices. —Siseo— Y además, ustedes... no siempre van a estar juntos.

𝖥𝗅𝖾𝗎𝗋 | Haikyuu!!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora