capítulo treinta y tres.

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— ¿Qué Hinata hizo qué?

Miro con sorpresa el mensaje que acababa de recibir de Suga–San sobre el como Hinata se había colado al campamento que el entrenador de Shiratorizawa preparó.

No puedo evitar burlarme un poco, o sea ¿de verdad iban a esperar que él se quedara quieto? además, merecido lo tienen, ¿cómo se les ocurre no invitarlo?

Seguí leyendo y cuando llegue a lo último del mensaje, plante una adorable sonrisa en mis labios

Deberías volver, todos aquí te echamos mucho de menos

Justo parece que Suga–San me había leído la mente, porque ya tenía pensado volver a Miyaji, los extrañaba mucho.


































— Aou~, me hubiese gustado que te quedaras un poco más conmigo —Shirofuku–San hace un tierno puchero que me hace reír

— Lo sé, a mí también. Pero acá entre nos, extraño a los chicos. Además, con el torneo a la vuelta de la esquina, nos veremos más pronto de lo que crees —Aseguro haciendo que ella de un asentimiento

— Por cierto, lamento no poder acompañarte a la estación, pero no te preocupes, conseguí a alguien.

— Ay no, no te preocupes por-

El sonido del timbre de la casa suena interrumpiendome, Shirofuku–San abre la puerta dejando ver a Akaashi al otro lado

— ¿Keiji? ¿tú por qué...? —Le mira confundida

— Yamamoto me lo pidió, él estaba ocupado.

Veo el rostro de Shirofuku–San decir todo pero interrumpo, no queriendo que se pongan tensas las cosas

— Me despides de tú mamá, y le agradeces todo. Lo mismo para ti, senpai.

Ella sonríe con cariño— Con cuidado —Lanza una mirada indiscreta al chico— por favor.

Asiento y salgo de allí junto a Akaashi que me regala una sonrisa una vez estamos sólos

— Supongo que es hora de irte —Sisea volviendo la mirada al frente

— Sí, mis chicos me necesitan.

— Me hubiese gustado pasar más tiempo contigo —Admitió haciendo que sonria

— Ahora lo estamos haciendo —Tranquilizo risueña

Él asintió, caminamos en silencio hasta la estación de tren, como estaba relativamente cerca, no fue mucho tiempo de caminata. Una vez llegamos, faltaban cinco minutos para la llegada de mí tren a Miyaji

Nos sentamos en una de las bancas de espera, había no mucha gente esperando también el tren por lo que lugar, había

— Hanako–San —Akaashi habla de repente— quiero... disculparme por lo que paso en casa de Shirofuku–San la otra vez

Niego con una sonrisa calmada— No te preocupes Akaashi, ya pasó.

Él suspiro — El punto es que, me deje llevar y te hice daño. Lo siento en verdad.

Suelto una risilla— ¡Hombre! De verás estoy bien, no me hiciste daño.

Akaashi sonríe asintiendo, nos queramos conversando por un buen rato hasta que finalmente el tren llegó a la hora exacta de salida. Nos levantamos del asiento, doy un brinco para ajustar bien mí mochila de viaje que estaba sobre mí espalda

— Me despides de los chicos por favor —Pidó— me gustó haber estado en Tokio, gracias por acompañarme Akaashi

Él negó.

𝖥𝗅𝖾𝗎𝗋 | Haikyuu!!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora