Mi mejor amiga

# 03 Enamorar a la novia

Cap. 03

Juliana

Bueno no pensé que esto sería de este modo, siempre fui la mejor amiga de Val así que debo ser su mejor amiga, pero mis amigos del trabajo no me ayudan a pensar.

- Juliana es enserio debes conquistar a la novia, que ella sepa lo que se está perdiendo al casarse con quién sabe quién. Mariana no me deja de meter ideas en mi cabeza mientras estamos en el gimnasio.

- No puedo cambiar los pensamientos de mi mejor amiga. Le contesto mientras desaceleró la bicicleta.

- Ella te correspondió el beso y se alejó por todo este tiempo, a mí me da mucho que pensar, por ejemplo, yo creería que esa mujer si le gusto el beso y se tuvo que escapar de ti para tal vez no aceptar que le gustan las niñas como a ti. Recuerda que eso no es nada fácil, tal vez tocando un poco más sus emociones esa nena caiga. Está vez opinaba Lucho. Quien estaba bajando de la bicicleta dónde hacía sus ejercicios.

- ¿Por qué tendría que hacer eso? Le digo

- ¡Porque la amas! Responde Mariana y debo aceptar que es verdad, amo a esa mujer como a nadie en la vida.

- Bueno chicos ustedes me aconsejan que haga cosas para enamorarla ¿Pero qué cosas? ¿Qué hago para enamorar a mi Val?

- Debes enamorar y evitar a toda costa la boda, porque imagina que la enamores ya después de casada, ya eso sí que no. Está vez era Mariana quien detenía su bicicleta.

- Ustedes dos meten en mi mente ideas bastante alocadas, no dejaré que Val se case. Tal vez ese tal Sebastián sea un hombre horrible, detestable, tal vez le caiga mal a la familia de Val, eso. Decía yo mientras detenía la bicicleta y colocaba una toalla en mi frente, para secar el sudor. Eso mismo haré.

- Si, eso es amiga, debes invitarnos a la despedida de soltera, bueno Lucho no puede ir, pero a mí sí me puedes invitar. Está vez Mariana daba otra idea loca antes de entrar en las duchas.

Días después de haber visto a mi mejor amiga, teníamos una cita para ver las telas de los vestidos de las damas del cortejo. Y buscar los zapatos para la novia. Llegué al centro comercial y ya Val estaba allí, aún no habían llegados las demás damas, me acerqué y la saludé.

- Creo que llegué a tiempo para que me des un poco de tu maté. Ella sonrió al oírme

- Definitivamente mi mate no sería lo mismo sin que tú lo pruebes. Ella me miró con esos azules que siempre me derritieron.

- ¿Te parece si te sientas mientras esperamos al resto de las chicas? Me dijo por lo tonta que seguro me debo ver parada mirándola. No lo eches a perder Juliana.

- Si claro, este ¿Quiénes son las demás? Le pregunté

- Lauren...

- Era lógico que la invitarás, siempre estuvo a nuestra sombra y además es tu prima. Ella sonrió.

- Esmeralda...

- ¡No! Ella asintió - Esa mujer me hará la vida imposible y lo sabes, porque siempre me hizo la vida imposible.

- Ya somos adultas, no creo que siga con la misma actitud ya sabes que es mi media hermana debo colocarla en las damas. Me decía Val, recordando que su papá tuvo una aventura y Esmeralda nunca fue de mi agrado y nunca fuimos amigas, porque me tiró la onda y nunca le preste atención, siempre quería separar a Val de mí, no le gustaba nuestra amistad.