Mi mejor amiga

# 19 Nuestro amor

Cap. 19

Juliana

Esto es increíble tengo a mi princesa en mis brazos, esto es increíble. Nos hemos dado un par de besos increíbles.

- Sabes que besas increíble. Me decía ella

- Pues tú no te quedas atrás.

- Tuve a la mejor maestra. Ella comenzó a reír

- Lección superada, ahora debes aprender otras lecciones

- Pues yo encantada y si podemos empresas de una vez, sería mucho mejor. Ella mordió su labio inferior.

- Pues ven, para enseñarte. La acomode para que quedara arrodillada y yo de la misma manera - Lección número uno, estás prendas deben quitarse. Le comencé a quitar la T-shir overzise que traía puesta, dejándola completamente en ropa interior, me acerqué y pegué nuestros cuerpos arrodillados y le di un beso muy mojado, ella sabe apretar mis labios de una manera suave e intensa, es muy delicioso lo que hace.

- ¿Ahora qué hago?

- Sabes cuántas veces desee tus labios, tocar tu cuerpo desnudo.

- Ya nos habíamos visto así.

- Si, pero no nos habíamos tocado así. Le dije pasando mis manos desde su espalda hasta el borde de sus glúteos. Eres la mujer más hermosa, soñaba con tus besos, con tu cuerpo, hacerte mía, mi mujer, la dueña de cada centímetro de mi ser.

Ella comenzó a subir mi T-shir overzise.

- ¿Así? ¿Voy bien maestra? Nos sonreímos

- Vas muy bien alumna. Tenía a mi Val en mis brazos como siempre soñé, la mujer de mi vida, el amor de mis sueños. Nos quedamos mirando fijamente a los ojos.

- Te amo Juls. Pase mis manos por sus caderas, tocando con mis manos y atrayéndola hacia mí. Bese su hombro subiendo a su clavícula, a su cuello y luego a su lóbulo de la oreja y luego a sus labios, sus carnosos labios, su boca es tan deliciosa, muerdo su labio inferior y le saco un gemido.

- Interesante, ya estás gimiendo

- Cada caricia tuya me hace encender.

- Val, eres perfecta. Tiene un cuerpo increíble, ya veo que no te has puesto ninguna ropa interior de las escogidas.

- De ninguna manera, esas las escogí para que tú me las vieras y la idea que Sebas me viera así no me cabe en la cabeza.

- ¿Sólo que yo te las viera? ¿Las puedo quitar? Mordí mi labio inferior

- Por favor hazlo. Me suplico mi gran amor.

Fui quitando poco a poco su sujetador, dejando besos en su cuello y la entrada de sus pechos acostando a mi amante en las sábanas que antes nos cubrían, recostándome a su lado besando sus labios, y tocando sus brazos, sus pechos y bajando por su abdomen hasta llegar a su braga y se la fui quitando poco a poco, ya estábamos muy encendidas. Ella también quito mi sujetador y metí mi lengua poco a poco en su boca, dejando suaves besos en ella, dejándola más encendida, y ella estaba metiendo su mano con más ímpetu en mi nuca y su otra mano tocando mi piel, erizando cada bello de mi cuerpo.

- Eres la mujer de mi vida Val, te voy a cuidar.

Baje mis manos tocando sus labios inferiores y haciendo que ella se exaltara. Ella en ese momento tenía un color de ojos diferente la pasión la había abordado, mis labios fueron aumentando la pasión entre las dos, así que fui llevando mis manos de manera suave e íntima delicadas caricias en su centro, ella cerro sus ojos y estaba extasiada, metí mi pulgar en su clítoris y hacía movimiento circulares ella subía sus caderas ya la había hecho esperar muchos años así que metí uno de mis dedos el medio para ser específica dentro de ella y succionaba sus pechos, ella se elevaba, era tan mágico este momento, porque siempre quise tener a mi princesa en mi cama.