# 46 Embarazo

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Cap. 46

Valentina

Toda la familia está emocionada porque vamos a tener dos bebés en ves de uno. Juls aún no se lo cree, pero se que muy en el fondo está feliz.

- Val vamos a tener dos bebés.

- Si amor, dos ¿Te arrepientes? Ella busco mis ojos, me miró con esa profundidad y esa sonrisa que la caracteriza.

- No, no me arrepiento de nada de lo que he vivido a tu lado. Te amo para siempre Valentina y vamos a ser madres de dos hermosos bebés y quiero que vengan sanos y nosotras vamos a encargarnos de que sean muy felices.

- Así será mi amor

- Pero sé que no será nada fácil porque yo tengo mucho miedo a hacerlo mal, pero se que tú serás mi refugio y entre las dos lograremos darles lo mejor de nosotras mismas.

- Sabía que me había casado con una mujer extraordinaria y que tiene ese instinto maternal dentro de sí.

- No seas mala, si me gustan los niños, pero los de los demás esos que se llevan a su casa al final del día, es broma amor. Comenzamos a reír - Te amo y se que vamos a salir adelante con nuestros pequeños.

- Te amo más y ahora te amo el triple. Dije señalando mi barriga.

- Que mala eres para los chistes.

Mientras reímos y compartimos con nosotros amigos, nuestra famila. Nuestros amigos peleando por el que sería el mejor tío o tía, que los fines de semana se turnarian a cuidarlos, definitivamente eso es inaceptable, mis hijos no se los entregaré a ninguno de ellos están locos todos. Mis suegros y mi papá si, ya ellos tienen experiencia con sus hijos.

***

Los meses comenzaron a pasar y todo estaba marchando bien, mi esposa era increíble.

- ¡Juls! ¡Amor!

- Dime amor ¿Qué necesitas?

- Quiero comer algo.

- Amor son las 3 de la mañana

- Es que se me antojo comer tacos.

- ¿A está hora? ¿Dónde voy a conseguir tacos a esta hora?

- Sabes que olvídalo, tienes razón son las 3 de la mañana.

Miré a mi esposa levantarse y comenzar a cambiarse. Me levanté y comencé a cambiarme.

- Lo que hago por mi familia. Oye, oye ¿A dónde vas?

- Voy contigo amor. Tus bebés no van a esperar que regreses. Voy a ir a tu lado.

Ella solo sonrió y terminamos de vestirnos algo abrigado, porque estaba haciendo un poco de frío y nos fuimos en el auto, ella comenzó a buscar un lugar para comer tacos, porque se me antojo a esa hora comer tacos.

- ¿Sabes que cuando estos niños acaben de nacer ya no quedará nada de mi? Me comencé a sonreír.

- Y apenas es que comenzara la tortura, porque ellos comen cada tres horas.

- Val, por favor, no me tortures, aun no nacen y ya quiero salir corriendo.

Llegamos a un lugar y ella detuvo el auto.

- ¡Juls!

- Umm. Ella me observó

- Te amo mucho. Ella colocó su cabeza recostada en el asiento.

Mi mejor amigaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora