# 04 Es lo correcto

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Cap. 04

Valentina

- No Lana, déjame. Estoy en el patio trasero de la casa de mi abuela, mientras la mascota me molesta, quiere que juegue con ella.

- No te hace mucho caso, solo tira la pelota hermanita. Ese era mi hermano hermoso Santi, quien siguió diciendo después de sentarse a mi lado - Solo lanza la pelota, ella te la trae.

Hice lo que Santi me dijo, la boda me tenía un poco desenfocada.

- ¿Qué tal tu día? Le pregunte mientras veía a Lana alejarse y venir de regreso por con la pelota.

- Muy bien, cansado, pasar 72 hora en el hospital es rudo, pero estoy de pie.

- Pero dormido. Dije y ambos sonreímos

- ¿Cómo te sientes tú?

- Bien hermanito, bueno un poco de nervios, a veces siento que me asusta, pero es lo que debe hacer toda mujer. Dije mientras sostenía la pelota y Lana esperaba por un nuevo lanzamiento.

- Sabes hermanita, lo que sea que haga feliz a cualquier mujer es lo que debe hacer y si eso la hace feliz hará feliz a todas las personas que la rodean, te amo y si ese sujeto te hace feliz pues adelante. Miré a Santi y le di una media sonrisa. Tire la pelota y me levante.

- El es un buen sujeto, vamos debes comer algo. Le extendí mi mano y fuimos por algo que comer para mi hermoso hermano.

Al caer la tarde tenía un compromiso con mi modista, le dije a Juls que me acompañara, no podía estar en mejor compañía, la latosa de Lauren desde que vio a mi amiga está pegada a mí que la llevé a todo lugar. No debería molestarme, pero si me molesta un poco.

- ¿Vas a salir con Juls? Preguntaba ella quien llegaba a casa mientras estaba a punto de salir.

Rasque mi cabeza tratando de buscar una excusa para no tener que cargar a Lauren.

- ¡He! ¿Ah?

- ¿Si vas a salir con Juliana?

- Si, pero ya se me hizo tarde, nos vemos mañana en el primer ensayo. Sin mucha explicación. Sali de la casa y corrí a mi coche. Llegue, Juls ya se encontraba en el lugar. Bajé de mi coche le di mi saludo un beso en la mejilla, esa mejilla que me encanta, entramos a la tienda.

- ¿Enserio esto es una tienda de diseño? Me susurro, el calor de sus labios rozó mis sentidos. Respiré profundo y respondí a su incógnita.

- Claro que si Juls ¿Por qué lo dices?

- Parece una tienda de muñecas de porcelana. Sonreímos ambas siempre decíamos esa frase cuando se trataba de mujeres inalcanzables, gente famosa pero sangrona.

- El vestido es de mi suegra y me pidió estrictamente que lo trajera a este lugar, además debo rebajar como 10 kilos. En casa de la abuela no podré. Le dije recordando las órdenes estrictas de mi suegra respecto al vestido.

- Val te ves perfecta. En ese momento nos quedamos viendo a los ojos, mi corazón palpita, se acelera cuando eso pasa.

- Buenas tardes, tienen cita para hoy. Una joven pelirroja nos interrumpió

- Si, disculpa, venía de parte de Lucia Zurita. Le dije a la encargada.

- Desde luego, pasen, ya Carolina los va a atender. Dijo la joven y nos sentamos en el sofá que tienen en la sala de espera.

Mi mejor amigaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora